ETHAN II ®

SIPNOSIS

Han pasado tres años desde que Zoé Torres se graduó de la universidad en Monterrey donde su tía Susan, la única mujer de su familia, pudo atenderle. La única que estaba fuera de Sinaloa donde sus padres vivían y a la que ella quería evitar a toda costa por problemas fuertes que tuvieron en Inglaterra, en el Instituto.

Zoé estudió una carrera al azar la cual fue gastronomía y tomó varios cursos cada año, como diseño gráfico, tocar algunos instrumentos a medias como la guitarra acústica y el teclado, y todo para perder el tiempo libre que siempre le sobraba de la Universidad y no quedar como un estorbo en la casa de sus tíos.
Muchos fines de semana cuidó a sus primos pequeños mientras que el hermano mayor, Óscar, salía a trabajar junto con su padre en la empresa que tenía, que era una empresa de exportación de madera a supermercados grandes de la zona.

Pero hubo algo que consumió un poco el tiempo de Zoé; actividad física.
De hasta saltar la cuerda hasta golpear un saco, nunca pudo dejar de hacer las actividades que había hecho por mucho tiempo en el gimnasio de Cooper ¿Cuanto? La mitad de un año.

Cuando llegó a Monterrey a casa de su tía Susan quiso sacarse la idea de seguir practicando kingboxing o hasta ejercitarse tanto como antes pero a las semanas no tardó en apuntarse en un gimnasio.
Intentó ir todos los días como al gimnasio de Cooper pero no lo sintió de la misma manera como aquel, se sentía incomoda, así que solo terminó por ir dos veces por semana para no desesperarse por ejercitarse y para no sentirse de esa manera los días que no iba, todas las mañanas salía de la casa de sus tíos y corría unos veinte minutos de ida y de regreso para estar lo suficiente cómoda en el día.

Y en cuanto se graduó, no tardó en pedirle empleo a su tía Susan, que también tenía una empresa pero ésta se encargaba de manejar productos del extranjero para venderlos en tiendas de plazas grandes, como maquillaje, ropa, muebles y entre más cosas que le pudieran traer grandes cantidades de dinero.
Se convirtió en la asistente personal de su tía ya que, Susan era demasiado desconfiada de las mujeres a las que entrevistaba y ocupaba a fuerzas una asistente por lo que Zoé le cayó como anillo al dedo que en cuanto le preguntó, aceptó.
Ganó suficiente dinero la primera paga por lo que compró un pequeño departamento en Barrio Antiguo, cerca de la empresa e igual de la casa de su tía y así comenzar una vida independiente.

La vida de Zoé ya era demasiado normal.
Tenía pasatiempos como dibujar, cocinar y leer en muchas ocasiones que tenía tiempo en la empresa.
Tenía responsabilidades como limpiar su departamento, ir a trabajar y pagar impuestos.

Pero había algo que aún invadía sus recuerdos con fuerza y era ese hombre, Ethan.
Muchas veces lo recordaba junto con sus amigos del Instituto pero con ellos dejó de tener contacto un año después de irse, ellos se graduaron y comenzaron una vida olvidándose de ella poco a poco.

Francisco y Lorena se casaron dos años después de graduarse.
Reyes buscó una pareja al igual de un empleo de muy buena paga.
Y Angélica, por lo que le dijeron, se fue a los Estados Unidos a sacar una maestría.

De ahí, ya no hablaron nunca más.
Con los que tuvo siempre contacto de Inglaterra, fueron solamente Cooper y Alec, y ellos dos la mantenían cuerda aún porque mientras Zoé estudiaba, no se interesó en buscar una relación seria con nadie o en tener amistades verdaderas por lo que muchas veces se sentía sola y hablar con ellos dos, le bastaba para no volverse loca.

Zoé extrañaba demasiado Inglaterra pero ahora, tenía una vida en México.
No podía pensar más en Europa.