ZOÉ
Estaba cansada y sentía como mis párpados no reaccionaban, hubiese querido quedarme a dormir más tiempo en mi habitación pero no quería rechazar la invitación de desayunar de Alec ya que deseaba mirarlo y todo por las amenazas de Ethan.
Esperábamos el desayuno mientras intentábamos tener una conversación porque igual, ambos estábamos demasiado cansados como para hablar pero que igual queríamos pasar el tiempo juntos hasta que pedimos ambos una taza de café al no poder soportar de nuestro insomnio.—No hemos hablado desde hace ¿Cuanto? ¿Días?— murmuró Alec mientras se preparaba de su taza con demasiada azúcar y leche, por un momento pensé que estaba distraído pero por la manera en que se llevó la taza a la boca y bebió como sí nada me di cuenta que así le gustaba, no pude evitar sentir una extraña sensación en mi boca al imaginar tanto dulce en mi paladar.
—Solo llevamos sin hablar como un día y medio sí no hasta menos— sonreí tomando el café y beber de este por segunda vez ya que no me molesté en prepararlo y solo lo bebí —. Dios, cuanto estrés siento ahora mismo con esto de los enmascarados ¿Qué crees que quieran esos tipos?
Alec alzó los hombros con la taza aún en sus labios —No lo sé— dijo, dejando la taza sobre el pequeño plato y dejarlo de un lado —pero lo que a mi me está intrigando es que ¿Dónde está aquella mujer? Viste el video ¿No? Se llevaron a una mujer a rastras y no se miraba que fueran amables— suspiró y miró por la ventana que estaba a nuestro lado que tenía el logo del restaurante en colores como naranja, rojo y azúl —. A veces me sigue sorprendiendo la maldad que hay en este mundo y a veces es solamente para dañar a otros, no por un fin desesperado o forzado.
Miré a Alec poniendo los brazos sobre la mesa y mirar su expresión, se miraba diferente y se notaba claramente que estaba deprimido porque estaba como una roca y lo digo por la manera en que a estado mirando a los demás y por como habla cuando se le pregunta algo o cuando se le menciona alguna cosa.
—Alec ¿Te pasa algo?— musité con cuidado intentando no cambiar el tema drásticamente, él me miró y negó suavemente con la cabeza, recargando el codo en la mesa y poner su mentón en el puño —Si, algo te está pasando porque tu no actúas así, no actúas como Ethan.Me miró sorprendido y noté como sus ojos fueron perdiendo lentamente ese brillo alegre que era lo que mas identificaba su personalidad chillante y a veces hasta desesperante pero era lo maravilloso de Alec, que se preocupaba por todos y siempre trataba de hacer sentir bien a cualquiera pero ver como su propia felicidad se iba desvaneciendo se sentía igual que cuando tenía a Ethan de rodillas y con la frente en mi vientre, algo que no se podía explicar en palabras pero que era una clase de dolor que te ponía débil, tenso y hasta vulnerable.
Alec me miró en silencio unos segundos mientras pasaba sus manos nerviosamente por la mesa hasta que se atrevió a removerse en el asiento sacando de su pantalón su móvil, movió los dedos por la pantalla hasta que lo deslizó por la mesa y mostrarme la pantalla desbloqueada en un chat, pude ver que era el de Catherine y él por lo que miré a Alec primero antes de leer aquella conversación —¿Quieres en verdad que yo lea esto?— dije de la manera más suave posible porque Alec ya no se miraba serio sí no demacrado, pareciera que estaba listo para desmoronarse. Él asintió e hizo una seña para que yo comenzara.
El desayuno lo trajeron cuando yo ya apenas empezaba a leer la conversación, no pude comer mientras leía porque era una rabia inexplicable lo que ahora sentía, aquella perra decía tantas incoherencias y tantas estupideces que no podía imaginar como hubiera estado Alec mientras intentaba calmarla porque si, Alec durante todo el rato en que hablaban solo trataba de tranquilizarla hasta que llegué a una parte donde él comenzaba a ponerse violento, decía verdades y la maldecia, ella se hizo la ofendida a pesar de que hasta había insultado a su madre y cortó con él por mensaje, después de eso se miraba un pequeño texto que decía que habían tenido una llamada de más de una hora, de ahí ya no había nada.
—Me engañó con varios hombres desde que tomé partida— suspiró pasando sus manos por su cabello y llevar su mirada de nuevo a la ventana —, me sentía tan enamorado de ella, estando solos era la mujer más hermosa y dulce pero por alguna razón estando con los demás era una mujer horrible y despiadada— me miró y yo como simple instinto saqué de la tarjeta SIM del móvil de Alec, lo apagué y lo metí en la jarra de jugo que acababan de traer, estaba demasiado enojada con Catherine que juraba que sí algún día llegaba a verla iba a matarla a golpes —¿¡Qué haces!?— se exaltó de inmediato de su asiento e intentó tomar la jarra para sacar el móvil de allí pero lo tomé del brazo para evitarlo.
—Dime que no era el seis— dije arrepintiendome poco a poco de lo que había hecho, el asintió pálido teniendo los dedos a milímetros de la jarra —. Bueno, no importa, te compraré otro pero primero te encargarás de hacer sufrir a esa maldita perra. Ningún amigo mío se deja pisotear por prostitutas como ella ¿Entendido?— Alec me miró un momento en silencio para después acomodarse en su asiento dejando la mano sobre la mesa aún cerca de la jarra de cristal y asentir de manera confusa —bien...— susurré en bajo soltando poco a poco su brazo y mirar de la jarra —¿Por qué maldita sea tenías el seis? Hace meses salió el siete— sonreí para subir su ánimo lo cual no fue difícil porque correspondió a mi sonrisa.
—Porque sí no sabes, tener una relación sale demasiado caro y no tenía tiempo para andar comprando celulares que cuestan más de mil doscientas libras— rió haciendo una seña a una de las meseras y señalar la jarra con una sonrisa dulce ¡Por fin una! —¿Podría por favor cambiarnos la jarra? ¡Ah! Y que cuando saquen el teléfono puedan entregárselo a ella. Gracias— la mesera tomó la jarra en sus manos y miró confundida la jarra para después ver a Alec que estaba con una sonrisa resplandeciente, y en momentos así me preguntaba sí acaso habría alguien que tenga una mejor sonrisa que Alec aunque me tomaba trabajo pensar que si.
—Bueno, tenemos mas de trece horas antes de la pelea de esta noche por lo que ¿Qué tal sí paseamos por la ciudad? Te ayudará a levantarte el ánimo— sonreí tomando ya de los cubiertos en mis manos y comenzar a desayunar.
—Me parece bien. Podré hacer de nuevo las cosas que había dejado de hacer— dijo entre risas, lo miré con el ceño fruncido y ojos retadores como sí hubiera dejado tales cosas, Alec rió de forma serena y comenzó a desayunar pero a comparación de como habíamos llegado aquí, se miraba más alegre y al parecer más libre.
MARATÓN 04/04

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ETHAN II ®
Fiksi UmumÉsta es la última oportunidad que tienen para saber si acaban juntos o no. Sí no, será la última vez que se miren. #72 en Ficción General 15/01/17 #65 en Ficción General 16/01/17 #66 en Ficción General 27/01/17 #31 en Ficción General 30/01/17 #21 en...