ETHAN II ®

CAPITULO 20

Antes de leer quiero avisar que este capítulo tiene contenido sexo gay por lo que sí no te gusta de este contenido te pido que no lo leas. Gracias ♡

CALVIN

Al no dar ninguna respuesta Connor optó por hacerme la vida aún más miserable, me llevó hasta la cama en la cual dormíamos ambos al compartir habitación con las chicas y me acostó suavemente en ella como sí no quisiera lastimarme más de lo que estaba haciendo. Mi cuerpo temblaba porque sabía bien ya a donde quería ir y yo no podía detenerlo, me daba asco tenerlo encima mío pero la sensación que despertaba a pasar sus manos por mi piel era algo que me pone nervioso y hace que me odie a mi mismo.

Quita mi camisa como sí yo fuera de cristal y temiera que pudiera romperme, pasando sus manos por mi pecho y mi torso disfrutando de lo que tocaba con varios ronroneos haciendo que me acostara en la cama obligatoriamente por la guía de sus manos. No podía soportarlo pero al cerrar los ojos la sensación parecía cambiar, con que no pensara en él mis nervios se calmaban y me dejaban estar más tranquilo pero al abrirlos por la intriga y mirarlo estos despertaban de nuevo y ponían mi cuerpo tenso haciendo para mi incómodo el momento pero a Connor divertido.

Era la segunda vez que me tocaba, la segunda vez que iba a entrar en mi e iba a penetrar en mi cuerpo como sí le fuera lo más natural tener intimidad con otro hombre y más que este pusiera resistencia pero ahora no haría las cosas difíciles, dejaría que las cosas pasara pero no disfrutaría como él piensa que lo haría. Mis manos quieren detenerlo pero al comenzar a merodear sus labios sobre mi pecho y comenzar a morder uno de mis pezones mi cuerpo vibra, erizandome la piel por completo e inevitablemente poner mi mano sobre su nuca para que no se separe, se siente bien lo que está haciendo pareciendo tener experiencia con el juego de sus labios, quizás me confundía con una chica y hacía lo mismo que ellas pero no importaba, despertaba algo en mi que me fascinaba.

—Calvin— susurró Connor, lo único que parecía saber decir era mi nombre aunque no importaba cuando lo decía con su voz tan cálida y suave, pasando sus manos por mi cintura y apretar con fuerza —, eres tan lindo Calvin— mi rostro comenzó a arder al escucharlo quitando mi mano de su nuca teniendo así su mirada en mi rostro ahora —, tus ojos azules, tu piel, tus pecas— comenzó a enumerar, haciendo que esto se volviera más tenso e incómodo pero ya no tan molesto como la primera vez que esto fue a la fuerza —. Eres simplemente tierno— susurró en mi oído comenzando a desabrochar mi cinturón, me removí debajo suyo dejando en claro que no quería que me tocara pero parecía ignorar mi mensaje llegando así a meter su mano dentro de mi pantalón y sin evitarlo gemir al sentir su mano dentro —. No pienses en lo que está bien y en lo que está mal, no pienses en la supuesta naturaleza del hombre, no pienses solamente y solo deja que tu cuerpo hable. No le diré a nadie de esto— su aliento en mi oído hacía que mi estado empeorara y me volviera más vulnerable ante su cuerpo, que comenzara a desearlo aún sabiendo que yo no amaba a los hombres, mi cielo eran las mujeres pero por alguna razón teniendo la mano de Connor en mi pantalón y sus labios marcando mi piel hacían que mi pensamiento e identidad cambiaran de un segundo para otro.

—Connor— susurré su nombre en un gemido cuando tomó mi miembro en su mano y comenzar a jugar con este suavemente, su mano era áspera por los callos pero no le quitaba lo bien que se sentía el que estuviera tocando mi pene —No debemos...— apenas pude balbucear cuando apretó su mano tomando mi miembro con más fuerza arrancando un gemido de mi garganta, resonando en la habitación que ahora solo estaba para nosotros dos.

—¿Que te dije de pensar?— susurró sin parar de mover su mano llevando sus labios a mis clavículas para morderlas haciendo que mi piel se irritara de inmediato y sin quererlo me excitara al sentir sus dientes en mi piel —Guardarás silencio sí no quieres que nos descubran— su voz suave y pasiva dejaba de ser para mi ya parte de un momento psicópata y se volvía seductora. No entendía lo que me pasaba pero me estaba poniendo bastante bien, este tal grado de excitación no lo había sentido nunca con ninguna chica y sentirlo con un hombre hacía que me diera asco a mi mismo pero también cierto orgullo al ser un tipo diferente al sentir placer con un sujeto con pene que a una mujer con vagina.

—Por dios, Connor. No— rogué queriendo seguir lo que para mi era lo más normal que sería separarlo de mi pero con mi miembro ya erecto en su mano era imposible permitirme ese tal castigo como parar, detener a alguien que me estaba excitando a un tal grado que me nublaba la cabeza —Connor— susurré su nombre entre gemidos sin poder evitarlo hasta que soltó mi miembro para poder ir inclinándose por todo mi cuerpo dejando cálidos besos en él.

El sudor corría por mi piel por la cercanía de nuestros cuerpos y por los minutos que llevamos despertando el pecado en el mundo de los hombres. No podía parar y cada vez deseaba más y más de Connor, se sentía tan bien tenerlo dentro con su respiración en mi cuello al igual que escucharlo gemir cerca de mi oído excitandome cada segundo más y más, y mi miembro lo hacía notar bastante al estar bastante duro entre nosotros dos.

—C-Connor— tratribullo su nombre sin poder soportar más del placer que estaba por descargar mi miembro, Connor no parecía soportarlo más al ser cada vez más duro con las embestidas que me daba y apretar mi espalda baja contra su cuerpo. Desgarré mi garganta con un alto gemido abrazando la ancha espalda de Connor y juntar ambos pechos sin esperar nada más para correrme y el tampoco.

Me sentía tan avergonzado de lo que acababa de hacer pero la sensación que me provocó parecía hacer en ese momento que eso no importaba, me gustó el sexo entre hombres y volvería a intentarlo pero estoy seguro que no amaría nunca a ninguno.

ZOÉ

Nos quedamos mirando la puerta de la habitación perplejos sin saber exactamente bien lo que habíamos escuchado, bueno si, pero no queriamos aceptar que lo que venía de esa habitación que eran dos hombres gimiendo en alto.

Mire a Alec que estaba pálido con el móvil en mano grabando de lo que había escuchado, parecía que aquello también le había helado la sangre como a mi y no podía decir nada respecto a aquello y yo tampoco pero con el motivo de que me escucharan.

Tragué saliva nerviosa mirando ahora los zapatos de Alec que estaban mojados por la nieve de hace un rato para volver a escuchar de nuevo aquellos gemidos masculinos, levanté la mirada de inmediato para ver a Alec que se quedó con la boca abierta mirando la puerta estando a un segundo de golpearla pero puse mi brazo en su hombro para detenerlo.
—Vayámonos, dejémoslo solos— susurré muy en bajo jalando de su brazo e irnos caminando en silencio por el pasillo sin poder pasarnos aún lo que acabábamos de escuchar.

No era muy normal andar caminando por los pasillos de tu hotel y que de la nada escuches altos gemidos de hombres y dos hombres que conoces.

PARTE II