ETHAN II ®

CAPITULO 08

ZOÉ

Estábamos todos reunidos en el aeropuerto, las últimas que habían llegado habían sido Martha y Ariana por lo que Cooper les alzó la voz sin importarle que estaban en público, se le notaba a lenguas que esto era demasiado importante para él y claro que para el equipo también pero por el rostro de todos era difícil pensar que en verdad lo estaban. Al calmarse, las dos se sentaron en el suelo como sí nada hubiera pasado y comenzaron a conversar entre ellas, en cambio, lo que eran los demás hombres estaban distanciados a diferencia de Connor y Calvin. Castiel miraba los tatuajes de sus nudillos, Ethan de brazos cruzados en medio de él y Cooper que había tomado ya asiento soltando leves suspiros y Alec enojado con los auriculares puestos con el volumen muy alto queriendo evitar al parecer cualquier tipo de conversación con todos.
Sí no estuviera enojado, estaría de revoltoso con todos y era el toque de su personalidad pero que yo lo recordara él no era orgulloso ni amargado y al parecer esto en verdad le había molestado por lo que no me atreví a decir nada, ya era bastante valor sentarme a su lado.

Pasaron quince minutos cuando me cansé de estar sin hacer nada y me puse de pie mirando alrededor y buscar una tienda que captara mi atención pero lo único que miraba eran cafeterías, tiendas de ropa, perfumerías, tiendas de regalo y pequeños restaurantes por lo que me resultaba difícil querer perder el tiempo en los locales cerca del grupo.

–¿Zoé?– me giré hasta mirar a Cooper que estaba de brazos cruzados recargado en el respaldo de su asiento y con una ceja alzada mostrando su molestia por no verme sentada. Suspiré y miré bajo mío, donde estaba Alec sentado y miré como tecleaba rápidamente en la pantalla sin poner atención a quien escribía, después miré alrededor rezando por ver una tienda de móviles o electrónica.

Saqué mi celular del bolsillo y miré la hora en la pantalla bloqueada «Tengo una hora y media para pasearme» pensé volviendo a mirar a Cooper.
–Vengo en un momento, iré a comprar algo– en eso Ariana y Martha dejaron de hablar y mirarme después a Cooper pero él no tardó en ver sus intenciones y hablar.

–No se irán– gruñó enojado –No te tardes Torres.
Asentí e irme caminando por el aeropuerto mirando de cada local en espera de encontrar algo más que cafeterías o librerías entre más tiendas hasta que encontré después de casi diez minutos caminando una tienda de electrónica, no esperaba realmente encontrarme con una pero el verla ya comenzaba a sentirme conforme.

( ( . . . ) )

Volví después de como media hora con una bolsa llena de accesorios para celulares dentro, y volví a dejarme caer en el asiento al lado de Alec. Él no pareció poner importancia en mi regreso por seguir mensajeando en su móvil y como nadie tampoco lo hizo a acepción de la pequeña mirada de Cooper y volver a lo suyo con Ethan.

Miré una vez más dentro de la bolsa queriendo ver que todo lo que había comprado estaba dentro y así estar lista para darle lo que le había comprado a Alec como disculpa.

Di una pequeña mirada rápida a lo que hacía y por error miré su chat, hablaba con Catherine y ella parecía estar regañando a Alec con miles de mensajes, él mandaba muy pocos pero quizá era porque cada mensaje que ella le mandaba daba un nuevo problema a luz que él no podía defender sin sentirse dolido porque lo que esa mujer estaba mandando era realmente horrible. Me sentí realmente molesta al ver como ella no paraba de atacar de Alec así que mi instinto actuó por si solo y le quité el móvil de las manos de un jalón por un instinto junto con los auriculares.

–¡Hey, devuel-...!– no alcanzó a terminar su oración cuando la voz le traicionó y se le corto. Quise disimular y golpeé su pecho con la bolsa para así quien mirara pensara que la voz se le cortó por el golpe y no por algo más, yo sabía que la voz se le rompió por algo más; quería aguantar las ganas de caer en llanto, lo miraba en sus ojos llenos de lágrimas.
–¿Por qué no ves lo que hay dentro de la bolsa?– dije de forma suave con una pequeña sonrisa queriendo subir su ánimo, Alec frunció el ceño y tragó saliva tomando la bolsa y ponerla sobre sus muslos comenzando abrir de ésta y sacar las cosas de la bolsa de manera indecisa.

Por alguna razón miraba a Alec como un niño, lo sentía de esa manera y para un adulto es horrible que lo miren de esa manera pero era inevitable no verlo de esa forma, Alec era como una pequeña copa de cristal que podía romperse con cualquier soplido y yo sentía la necesidad de repararlo cuantas veces fuera necesario ¿Por qué? Porque él es mi amigo y me apoyó todo lo que pudo cuando lo necesité.

Tenía dos fundas en sus muslos, dos correas para los brazos y dos pares de auriculares junto con unos pequeños accesorios que eran dos animales, ambos eran unas pequeñas panteras.
–Zoé ¿Quieres comprarme?– dijo de la manera más directa posible sujetando las cajas de las fundas en ambas de sus manos y mirarme supuestamente molesto.
Alcé los hombros y sonreí, él bufó como sí fuera una decepción y dejar las cajas de las fundas de nuevo sobre sus muslos.

–Bueno, sí llamas a las disculpas sobornos, entonces esto es un soborno– murmuré mientras comenzaba a quitarle los auriculares y su funda al móvil de Alejandro al igual que el cristal templado que éste traía que estaba en perfecto estado aún pero viejo. El móvil sin la carcasa se miraba como sí hubiera sido sacado recientemente de la caja por lo que el conjunto que había conseguido para él iba a quedar mejor de lo que había pensado.

Alec se quedó callado mientras yo alistaba su celular con todos los accesorios que conseguí para él hasta que saqué la pequeña pantera y se lo puse con algo de dificultad.
–Que bueno que no tienes el siete porque éste amigo sería un desperdicio– murmuré queriendo romper el silencio señalando a la pantera conectada al móvil.
–Apenas tuve dinero para comprarme el seis ¿De dónde sacaré dinero para el siete?– dijo serio mirando el móvil en todo momento, parecía gustarle lo que miraba por lo que se lo entregué sin poder evitar sonreír.
–Podrías vender tu cuerpo– alcé los hombros como sí lo que dijera no fuera nada importante y una opción simple–La gente que se vende llega a tener buen dinero como para vivir en un pequeño departamento y con buen sueldo– bromeé pero Alec pareció estar avergonzado.

Se quedó callado un segundo jugando con el móvil en sus manos y suspirar al cabo de unos segundos.
–¿A quien?– murmuró en bajo pasando sus dedos sobre la pantalla de su móvil sin siquiera poder mirarme de seguro por lo apenado que estaba.
Alcé los hombros y querer pensar en alguien pero cuando menos lo pensé contesté en la persona menos indicada del mundo:
–A mi.

Alec no tardó en mirarme sorprendido, tenía el rostro pálido y estaba con la boca abierta, lo miré y no tardé en empezar a sentir avergonzada. De inmediato comencé a tartamudear cosas sin sentido poniéndome derecha en mi asiento y mover las manos de un lado a otro hasta que él riéndome de manera nerviosa hasta que se echó a reír y dejarme a mi mirándolo llena de sorpresa y en shock sin poder ni siquiera un solo músculo.
–Disculpa aceptada– dijo en cuanto paró de reír con las manos sobre su vientre pero al desaparecer su sonrisa su expresión triste no tardó en regresar –Soy un idiota– susurró de una manera apenas audible y poner una mano sobre sus ojos e inclinar la cabeza, ahí fue cuando escuché el primer sollozo de Alec.

Sentí como el corazón se me partió al igual que el alma al verlo.
No lo había notado porque lo había visto por muy poco tiempo pero se miraba roto, no sé que habrá pasado con él pero para que se soltara a llorar de la nada significaba que estaba guardando mucho dolor y no lo soportaba.
Alec no estaba hecho para sufrir.
–Alec...

ChrisHaruko:
Aquí de nuevo, solo quería decir que leo todos sus comentarios y sé quienes son los que votan cada capítulo y solo quiero agradecerles a todos mis lectores por apoyar la novela, además, amo sus comentarios aunque a todos no les responda así que sigan comentando, me encantan sus palabras ♡
Con amor, Chris.