CAPITULO 21

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ZOÉ

Estábamos en el comedor todos reunidos desayunando en un pacifico silencio, usualmente yo estaría hablando con Alec de cualquier tema pero ambos seguíamos perplejos por lo que habíamos escuchado anoche al regresar de nuestra salida por la ciudad. No nos esperábamos que después de un día tan agitado escucharíamos a uno de nuestros compañeros de equipo teniendo una noche más agitada que nuestro día completo.

Cooper no tardó en darse cuenta que Alec y yo estábamos bastante raros al no estar diciendo nada tanto entre nosotros como los que estaban en la mesa. Cuando noté que nos miraba con atención y con ojos tan profundos que parecía querer verme el alma me atraganté con el pedazo de waffle que me llevé a la boca por lo intranquila que estaba, llamando la atención de todos en la mesa. Tuve los modales de ponerme las manos sobre la boca y apartar mi rostro de la comida pero aún así las malas caras no tardaron en exhibirse.

—¿Estás bien, Zoe?— preguntó Alec preocupado dejando caer la servilleta de tela sobre la mesa y dar palmadas en mi oído para inclinarse un poco a mi oído y susurrar lo más bajo que pudo para que nadie en la mesa pudiera escucharlo a excepción mía —Idiota, a este paso harás que nos saquen la sopa fácilmente— gruñó estando tenso y más por la mirada que Cooper nos tiraba encima, viéndonos culpables de un delito.

—¿Zoe?— murmuró Cooper dejando los cubiertos a un lado de su plato y ponerse de pie, haciendo sonar la silla sobre el piso haciendo que mis músculos se pusieran rígidos por lo que me puse de pie de inmediato teniendo que tirar la silla para poder pararme, eso hizo que Cooper se detuviera en seco a centímetros de mi y con la mano alzada a punto de poner su mano encima de mi hombro.

—Estoy bien— dije con la voz dura y forzada por el pedazo de waffle que estaba atascado en mi garganta y que no bastaría con toser para poder hacer que se me bajara fácilmente —. La pelea de anoche me trae todavía...— fui interrumpida por una tos brutal que raspó mi garganta e hizo que el pedazo de pan se deslizara por suerte pero me dejara con un horrible dolor en la laringe —me trae todavía sorprendida— respondí de la manera más forzada, doblada en dos con las manos sobre mis muslos y mi cabello enmarañado deslizándose poco a poco por mis hombros hasta quedar colgando.

—Es la mentira más estúpida que he escuchado en mi vida— comentó Ethan cruzando sus brazos sobre su pecho y mirarme con una mirada seria pero con un brillo que me dejó dudando un segundo que a la vez me puso molesta al estar poniéndome en muestra delante del equipo. No quería decir nada de lo que había escuchado ni Alec tampoco porque sabíamos perfectamente lo que pasaría sí lo hacíamos, las cosas cambiarían para el equipo y harían las cosas más duras de lo que eran además de que no sabíamos sí eran homofobicos y si podrían fastidiar a Connor y Calvin —¿Por qué no nos dices lo que te está pasando? Teñida. Ninguna pelea te pone nerviosa, menos las de personas como Castiel y Alec.

Tragué saliva un poco forzada, tomando la silla del suelo y ponerla firme enfrente mio poniendo de una vez mis manos sobre su respaldo queriendo mostrarme firme y mirar seriamente a Ethan —Cosas que no deben tener importancia tuya— respondí con la voz pasiva tomando mi taza de la mesa y beber un poco del café amargo que resultó ser aún más brutal para mi garganta irritada. Lo que dije pareció molestar a Ethan porque su rostro se tornó duro y se puso derecho en su asiento —. Lamento mi actitud, espero y no quitarles el apetito— torné la voz suave para intentar calmar la ansiedad de los que estaban en la mesa y mirar a Alec que estaba todo el rato apretando del tenedor en su mano sin soportar por primera vez en su vida tener la atención encima —pero me voy ¿Vienes conmigo?— le pregunté a Alec que se puso de pie enseguida en cuanto dije la pregunta.

—Nos vamos— dijo Alec intentando hablar de la manera más pasiva posible y tomar la manga de mi blusa para sacarme a zancadas fuera del comedor e ir al elevador. Al subir a este y que las puertas se cerraran Alec no tardó en estallar —¿Cómo se te ocurre atragantarte así de la nada enfrente de los demás?— dijo con voz alta moviendo sus manos frenéticamente sin poder controlar su nerviosismo —No puedo soportar guardar secretos ¡Soy malisimo para eso! Debemos decirles, al final ¿Qué tan malo puede ser? los gays ya son aceptados por todos lados ¿Por qué no aceptarían a esos dos lujuriosos? ¡Hasta podría ser divertido!— llevó sus manos a su cabello y jalarse cada cabello con sus manos soltando un gruñido atormentado mostrando como apretaba los dientes con fuerza.

—Piensa un poco ¿Quieres?— tomé sus muñecas para que soltara de su cabello y así evitara que se arrancara el pelo del cuero cabelludo —Son peleadores, trabajan para un público que aún se encuentra siendo machista y no soporta ver una pareja de hombres. Una cosa son las lesbianas pero ¿¡Hombres!?— mi voz demostró lo ridículo que estaba siendo Alec en esto de revelar la relación que tenía Calvin y Connor a escondidas —Sí hacemos que todos se enteren de que ellos dos tienen algo intimo la frontera mexicana se los comerá vivos, los despreciarán y lo sacarán a patadas del país. No me siento orgullosa de esto pero a pesar de vivir en un siglo moderno, México no está preparado para eso y menos para ver como dos hombres homosexuales viven en un supuesto mundo de machos— me recargué sobre una de las paredes metálicas del elevador y mirar como Alec fruncía los labios con fuerza y apretaba de su mandíbula sin saber que decir respecto a eso intentando procesar lo que le había dicho.

—Lo sabríamos solamente nosotros, nosotros nueve— respondió él, sin poder soportar guardar este secreto.
—No, Alec— lo miré tomando un poco de aliento y pensar en algo rápido —, sí ellos no lo dicen es por una razón ¿No crees? Deja que ellos lo digan a su debido tiempo o que al menos terminen la temporada para después salir lo que supuestamente llaman armario sí es que quieren hacerlo ¿No?

Nos quedamos un momento en silencio hasta que las puertas del elevador se abrieron de un momento a otro causando que ambos diéramos un salto del susto para ver a todos del otro lado de brazos cruzados y teniendo en sus caras la expresión de disgusto y enfado. Ethan estaba enfrente de todos ellos con Cooper a su lado dando aplausos lentos, mirando a cada uno de nosotros dos con una sonrisa traviesa.
—Vaya, vaya, me sorprende tu habilidad para actuar y para mentir— dijo irónico con una voz suave mostrando lo mucho que se divertía con lo que había escuchado. Me quedé pálida con el alma escapando de mi cuerpo del susto. Miré a Alec y él estaba de la misma manera que yo o quizás peor —¿Y bien? ¿Nos dirán quienes son las otras nenas del grupo? Muero por saber quienes son.

ETHAN II ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora