ETHAN II ®

CAPITULO 07

ZOÉ

¡Me encanta!
Cooper me regaló un kit del gimnasio que se conforma de una bolsa de ejercicio grande que es completamente negra pero con el nombre del gimnasio a los costados en blanco y en cursiva, la misma botella metálica de tapadera negra de plástico con mi nombre grabado en uno de sus costados en color negro, el conjunto deportivo negro que eran las mallas de licra para las manos y mis pies, la malla negra como pantalón y el pequeño top que me llega hasta el cuello y muestra todo el vientre y por supuesto, la sudadera con un parche en la espalda que tiene mi nombre y de bajo de él en pequeño el nombre del gimnasio al que pertenezco.

Me sentía tres años más jóven aunque muchas cosas estaban renovadas no le quitaba lo increíble a éste sitio.

Al entrar al salón y llevar mis manos a la cremallera de la sudadera para quitarme de éste de una vez no tardaron las miradas de Martha y Ariana tomarme en cuenta y dejar de saltar sus cuerdas cerca de la puerta, con Castiel con sus auriculares y levantando pesas a su lado. Martha se quitó los suyos de los oídos y mirarme de forma seria, me detuve al notar sus ojos en mi sin dejar de bajarme el cierre y dejarla abierta.

–¿Puedo ayudarte en algo?– alcé una ceja mientras preguntaba, Martha levantó su mirada hasta mis ojos y negar indecisa.
–No, nada– respondió en bajo con un tono molesto y volver a ponerse los auriculares y seguir en lo suyo al igual que Ariana no tardó en hacer lo mismo.

Fruncí el ceño y seguí caminando ahora con la sudadera abierta y pasar a un lado de Connor rozando mi hombro con su espalda, lo miré de reojo y noté como me miraba por encima del hombro deteniendo su conversación con Calvin y hacer un movimiento con la cabeza.
–Aguarda– dijo de inmediato Calvin y correr haciendo de lado a Connor y tomarme del brazo, pude sentir sus dedos huesudos en mi piel y sentir el horror de la sensación por un momento –Quiero preguntarte algo– la voz se le rompió como tres veces al pronunciar la corta oración pero él pareció no darse cuenta así que no dije nada al respecto.

Miré de ambos sujetos dejando la bolsa en el suelo al sentir como mi hombro ya estaba molestándome por el peso que cargaba.
–Espero y no sea alguna pregunta estúpida– puse mis brazos en jarras sobre mi cadera clavando de mis propias uñas en la malla y sentirlas en mi piel.
Calvin frunció el ceño y se cruzó de brazos molesto, reí de manera seca y asentí dándole la oportunidad –Adelante– intenté sonreír pero al verlo con un rostro molesto no pude evitar ponerme seria de inmediato.

Calvin suspiró y pasó sus manos por su cabello después de unos segundos, parecía ponerse ahora nervioso en cuanto fijé la mirada solamente en él.
–¿Y bien?
Connor bufó ya desesperado y no tardó en hablar.
–¿Qué lugar tienes con el entrenador y su hijo?– dijo de inmediato sin cortarse o ponerse nervioso como su compañero al lado que en cuanto finalizó su pregunta tenía su mirada encima mío.

Suspiré y alcé los hombros sin responder.
–¿Qué? ¿Cómo que no sabes?– dijo Calvin exaltado sin querer tomar ese gesto como respuesta.
–Pasaron tres años desde que los miré– respondí de la manera más fría que pude y con la mirada pedirle que no me renegara pero en su rostro miraba que quería ser intenso en el tema, queriendo sacar algo de mi que deseaba con ansias escuchar –No sé sí habrán cambiado, sí me quieren o me odian pero sí me dejaron ir con ustedes a la gira es porque me vieron algo de provecho y es todo– no quería creerme las propias palabras que estaba diciendo pero con las diferentes versiones que dio Cooper a ellos y a mi me hacían dudar.

Connor y Calvin se quedaron callados con las mandíbulas bien tensas junto con el cuerpo.
–¿Tú los odias?– preguntó Calvin en bajo, los ojos le parecieron brillar y eso ocasionó que la poca intriga que tenía creciera al ver el rostro del chico, ahora me preguntaba porqué quería saber mi relación con Cooper y Ethan.
–Sí los odiara no hubiera vuelto– tomé la bolsa del suelo y colgar la correa sobre mi hombro y alejarme a la otra esquina del salón sí era necesario pero quería estar sola, me gusta estar sola, no porque sus preguntas me dejaran con dudas y ocupara pensar en ellas.