CAPITULO 30

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¡Bien! este es el último capitulo de Ethan y debo decir que es el capitulo más largo que he hecho nunca, además del más cruel que he podido escribir aunque no lo quisiera así. Espero que lo disfruten y no sufran tanto como yo como cuando lo estaba escribiendo, espero les guste y les haya agradado de esta aventura. Con amor, ChrisHaruko.

ZOÉ

Llegamos a la casa de mis tíos y que en cuanto Ethan bajó del auto se quedó parado a mitad de la puerta, sin abrirme paso para bajar pero sentirme más nerviosa al mirar como se apartó rápidamente y cerró la puerta de golpe mientras se recargaba en la ventana sin dejarme ver absolutamente nada. Me acomodé los lentes oscuros y le pagué al conductor dándole también un abono extra para que se llevara las maletas al edificio donde estaba mi departamento esperando que no nos llegara a robar las maletas.

Me bajé del taxi y rodee la parte trasera para poder mirar de lo que Ethan tanto me ocultaba, en las rejas había listones con un montón de notas colgando con pequeñas trabas y en la puerta metálica para entrar a aquella mansión había un enorme moño negro. Me quedé atónita mirando aquello sin poder soportar más aquello, corrí hasta el timbre y tocarlo mil veces por segundo estando desesperada ¿Por qué había tantas tarjetas colgando del listón de las rejas y por qué había un moño? Ethan me alejó del timbre y tomó mi rostro entre sus manos, un gesto ya común entre nosotros.

—Calmada, abrirán en cualquier segundo— dijo calmado acariciando mis pómulos con sus pulgares siendo bastante suave conmigo, trato que me tranquilizaba un poco pero que no borraba que estuviera aterrorizada y desesperada porque alguien apareciera y nos dieran una explicación de todos estos listones colgando.

Me acerqué a la reja y tomar una tarjeta del listón quitando la traba que los unía y espiar un poco para ver sí eso nos decía algo en lo que alguien aparecía a nuestro llamado. Ethan se puso detrás mio posando sus manos sobre mis hombros para saber también él lo que había en ese pequeño trozo de cartón blanco.
Con nuestro más sentido pésame, esperamos que esté en un lugar mejor que el nuestro, que descanse junto con todas aquellas personas que estuvieron en sus últimos minutos de vida. De parte de los Peréz— leí con voz clara, mis manos comenzaron a temblar perdiendo por completo el equilibrio al pensar que alguien de esta casa había muerto ¿Había sido uno de mis primos? ellos no me mandaron mensajes, nada de ellos. Ethan tuvo que sujetarme fuertemente de los brazos para sostenerme hasta que apareció la mujer del aseo. Corrí hasta el portón y sujetar una reja en cada mano con fuerza —¡Por dios, al fin que alguien sale!— exclamé llena de ansiedad asustando a aquella mujer que retrocedió quedándose impactada al verme, dio unos cuantos pasos para después salir corriendo gritando el nombre de mi tía.

Solté las rejas para mirar a Ethan que siguió con la mirada a aquella mujer que se perdió de nuestra vista hasta entrar a la casa, yendo así conmigo y tensar su cuerpo completamente al estar lleno de ansiedad como yo. Él por no poder saber lo que pasaba al igual que yo a diferencia que yo estaba que me moría por saber que había pasado en mi ausencia, soportado mis ganas de partirme en pedazos o de gritar para que alguien dijera algo de una vez hasta que salió tía Susan hecha un rayo hasta el portón quitando del seguro de este torpemente sin alejar sus ojos de los míos llegando a asustarme y que al abrirlo lanzarse a mis brazos en un horrible llanto.

No dudé ni un segundo en responder su abrazo, ella perdió la fuerza de su cuerpo cayendo de rodillas al suelo llevándome con ella y aferrarse con todo a mi ser, llorando a gritos y agradeciendo a dios de que estuviera allí con ella dejándome aún más confundida, no me separé de ella ni un segundo en lo que se desahogaba hasta que se alejó un poco de mi y pasar sus manos por mi cuerpo, mi rostro, al parecer sin poder creer que me encontraba con ella.

ETHAN II ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora