-¿Pueden ayudarnos?- le preguntó Rick a Gregory.
-Esa historia...- rió. –Me parece muy creativa pero no es lo suficientemente convincente como para hacerme cambiar de opinión.-
-Necesitamos su ayuda.- dijo Maggie acercándose a ellos. Había estado distraída en las pinturas que adornaban el despacho. –Si lo hacen, no volverán a saber de nosotros.-
-O también podríamos ayudarlos. Todos aquí sabemos que les faltan armas y hombres.- continuó Rick. –Gregory, sabemos que lo que planea Céline es muy difícil de cumplir. Pero créeme, tú no la conoces, no sabes lo peligrosa que puede llegar a ser.-
-Ese no es mi problema, es de ustedes.-
Maggie llegó frente al líder de Hilltop y lo miró fijamente.
-¿Quiere demostrarle a la gente que es un líder o un cobarde?- Gregory calló y buscó una forma de evadir la pregunta. –Esto no es sólo por nosotros. A ustedes también les conviene deshacerse de esa loca.-
No le simpatizaban y sus ganas por ayudarlos se limitaban sólo a dejar que permanecieran en Hilltop. No arriesgaría la vida de sus hombres por esa gente. Que buscasen otros. "No es mala idea" pensó.
-Bien. Lo haremos.- Rick y Maggie se miraron incrédulos. –Pero con dos condiciones.- eso era obvio.- Una, que busquen a más gente para hacerlo. Porque entre los de su grupo y el mío no somos suficientes, lo dudo. Y segundo, una vez que recuperen su comunidad vamos a querer que nos abastezcan de algunas armas.-
-¿Algunas? ¿Cuántas? -
-Ya saben, las que sean necesarias para vivir tranquilamente. Estamos bastante cortos.-
Rick y Maggie se limitaron a mirarse para acordar su respuesta.
-Bien.- dijo Rick. –Si cumplen, les daremos lo que piden.-
-Es un trato.- dijo sirviéndose un poco de whiskey. –O y... lo olvidaba. No quiero más escándalos. El otro día tuvieron mucha suerte de que no hiciera nada respecto a su amigo Daryl.-
-No más escándalos.- asintió el otro líder. –Y nosotros no queremos sorpresas.-
-Puedes confiar en mí Rick.- dijo estrechando su mano. –Maggie.-
-Que así sea.-
-Ahora...pueden irse.- les señaló la puerta. –Por favor, si ven a Jesús díganle que necesito hablarle. Él puede ayudarlos a buscar gente.-
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"¿Por qué tardan tanto?" había comenzado a preguntarse Jesús cuando vio a Daryl y May entrar por su pequeña salida de emergencias acompañados del grupo de Mitchell. Se escondió tras unos antiguos barriles. Ahora si podían estar en problemas.
-Fue una entretenida caminata.- dijo Mitchell. –Espero no volver a verlos fuera. Sería una lástima perder a tan valiosos aliados. Vamos muchachos.- y se alejó de allí, adentrándose más en la comunidad.
Jesús salió de su escondite y se les acercó.
-¿Qué sucedió?- les preguntó. – ¿No les dijeron que yo los había ayudado cierto?-
-Claro que no.- dijo May. –En realidad, ni siquiera nos preguntó. Mitchell fue muy amable. Tanto que me dio cierta desconfianza.- Jesús asintió con la cabeza. Era bueno que la chica pensara así, de esa forma tomaría sus propias precauciones.
-Dijo que no le diría nada a Gregory, pero sigo sintiendo que debí haberlos matado allá afuera.- dijo Daryl.
-Nos hubiesen culpado.- le replicó May.