Capítulo 8.

2.2K 162 23
                                    


Los habían llevado a otra habitación, junto a la de dónde se encontraba el otro hombre. Tenían atadas las manos y el cuerpo a una silla de madera. Daryl intentaba pensar un plan para escapar de allí.

May había estado callada por un largo tiempo. Tenía la cabeza baja y el cabello le tapaba el rostro.

-Debes tranquilizarte.- le dijo Daryl.

-No tienes idea de las cosas que ella es capaz de hacer.- respondió la chica. –Yo sí.-

-He conocido peores, créeme. Saldremos de esta.-

-¿Peores? Imposible.- rodó los ojos. –Ella mató a mi ma...

-¡Si sé que mató a tu madre, pero debes ser fuerte! Tú perdiste a una, no tienes idea de cuantas personas he perdido yo ¡ni idea!- se detuvo un momento, quizá estaba siendo muy poco sensible, pero así era él y ella tenía que aterrizar de una vez por todas. Era fuerte pero si seguía así terminaría mal. - Tú problema es que has vivido demasiado tiempo encerrada, lejos de lo que realmente ocurre. Los caminantes no son lo peor que te puedes encontrar y tampoco lo son estas personas.-

May le lanzó una mirada asesina, si hubiese tenido un arma le habría disparado por la rabia.

Era verdad que no conocía la realidad fuera de la ciudad, pero no era su culpa, y tampoco lo era haber perdido a su madre... bueno, eso sí.

Había sido estúpida esa vez y su madre había terminado muerta por ello. Ahora, estaba siendo estúpida por segunda vez. Era como una recaída a su antigua manera de ser, histérica e incapaz de pensar. Si no reaccionaba terminaría perdiendo su propia vida y a Daryl.

Daryl que apenas lo conocía pero... le tenía ¿cariño? No sabía, pero le importaba y mucho.

Se abrió la puerta, apareciendo Erika en la habitación. Estaba sola.

-¿Me extrañaron?-

-No.- respondió May. 

-Eso es una pena huerfanita, pensé que quizá después de todo este tiempo querrías a una mujer para hablar.- se acercó a ella y tocó su cabello, enredándolo entre sus dedos. –Pero en fin, no era eso lo que quería decirte.- y desenfundó su arma, poniéndola detrás de la cabeza de May.- Quiero que me digas donde te estás escondiendo. Necesitamos provisiones, armas y... un nuevo refugio, y algo me dice que tú sabes dónde.-

-No pienso hacerlo. Si te digo o no me matarás de igual forma.-

-Ja. ¿Así que no piensas hacerlo?- la mujer hizo un gesto extraño, casi sarcástico. La golpeó con el puño. –Eso sí que es gracioso. - dijo sujetándola por el mentón.- Escúchame bien, huerfanita. Yo no soy tu mami así que no tengo porqué tenerte paciencia. Dímelo o vuelo en pedacitos esta cabeza tan linda que tienes.- la chica seguía callada. Erika le dio otro golpe. 

Sangre comenzó a brotarle del labio para luego ir resbalándole por el mentón y el cuello.

-Pero quizá tú puedas decirme.- dijo Erika dirigiéndose a Daryl.

Caminó hacia él y se sentó sobre sus piernas. Era pesada.

-Dime, guapo. ¿Dónde es que se están escondiendo? O no mejor cuéntame cómo se siente estar con una chica tan joven. ¿Aburrido, no? De seguro yo sabría entretenerte mucho mejor.- y comenzó a acariciar su rostro y su cabello, como si se tratara de una mascota.

Daryl la miró con asco, se sentía abusado por esa mujer tan intimidante, y además le molestaba que May tuviese que ver eso. ¿Pero por qué? ¿Por qué se sentía tan incómodo? 

Highway Hell (Daryl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora