-No lo harán.- dijo Céline apagando la linterna y bajando los binoculares. –No van a volver. ¡Demonios! Debí haber ido yo misma.- se llevó una mano al cabello y lo peinó hacia atrás. A su lado, Quentin tenía la mirada perdida en el bosque.
Ambos chicos se encontraban en una de las torres de guardia, esperando alguna señal que les dijera que el grupo de búsqueda iba a ser capaz de llegar a salvo esa noche. No lo creían. Todo eso era más bien un acto simbólico para decirles a los demás que lo habían intentado, que habían tenido interés por lo sucedido a sus compañeros, cuando en realidad, no les podía importar menos.
-¿Qué crees que les sucedió?- dijo Quentin fingiendo inocencia en una situación que había sido fruto de sus propias acciones.
-Cualquier cosa pudo haberles sucedido.- pateó el muro. -¡Si son idiotas! ¡Tenían un auto! ¡Y armas! ¿Cómo no iban a ser capaces de capturar al grupo de imbéciles?-
-Ten.- le tendió un paquete de cigarrillos, a lo que la chica respondió dudosa. Céline encendió uno.
-¿Sabes? Lamento un poco lo de Vera.-
-Puede que aún esté viva.-
-No lo está, hubiese vuelto.- soltó humo. –Era una de las pocas personas que me entendía.- suspiró.- Igual que tú.-
Quentin se dio la vuelta y tomó los binoculares, intentando evitar aquella charla deprimente. No quería pensar en que existía algo que verdaderamente los unía a ellos dos. Se estremeció.
-¿Sabes lo que me dijo ella antes de irse?- continuó Céline sin que el rubio contestase a su pregunta. –Que tuviera cuidado contigo. Vera nunca confió en ti.- "No es que no lo supiera" pensó Quentin.
-¿Y le hiciste caso?- preguntó sin darse la vuelta.-
-Claro que no.-
-¿Por qué?-
-Podré haber desconfiado y matado a mi propia familia, pero ellos eran unos malditos.- rió. –Tú siempre me has ayudado y has sido bueno conmigo. Como un hermano mayor.- el chico se estremeció con la idea. -¿Piensas lo mismo verdad?-
-Claro...-
-En fin.- sacudió la cabeza.- Ya basta de estupideces.-
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Con gran habilidad, Jesús incrustó la cabeza del caminante en la rama de un árbol, haciendo que el monstruo dejara de moverse de inmediato.
-Gracias por dejar que te acompañara.- dijo May. –No sabes lo tenso que estaba el ambiente hoy con Daryl.-
-En realidad, no creo que haya quedado nadie allá en la comunidad sin escucharlos a ustedes dos. Deberían intentar discutir en voz baja.- esquivó un par de árboles. -¿Ocurrió algo grave?-
-No, en realidad no. Es sólo... es sólo que él a veces tiene sus conflictos.-
-Me imagino. Digo, una relación con tanta diferencia de edad no debe ser nada fácil.- dijo recordando la sorpresa que se había llevado al ver a la chica que por tanto tiempo, el grupo de Rick había estado preguntándose si seguía con vida. La chica que era novia de Daryl.
-Ni te lo imaginas.- hizo una pausa para atarse las botas. Llevaba las mismas con las que había escapado de Alexandría. Recordó su armario, sus cosas y por un instante quiso apoyar la cabeza en un árbol y lamentarse. Era estúpido. Ya volvería a recuperar todo lo que había perdido. -¿Me dirás ahora dónde vamos?-
-A buscar a tu amiga.-
-¿Carol?- dijo extrañada. -¿Sabes dónde podría estar?.-
-Se me ocurre un lugar y está muy cerca.-