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Salí de la cafetería sintiendo el aire fresco de afuera, detrás de mi, me pisaba los talones Peter y me reí al sentir un quejido que provenía de su boca. Tiré mi cabeza hacia atrás soltando una de mis más grandes carcajadas al ver el rostro aplastado del que había sido mi fiel amigo en la Universidad y me acompañaba mientras yo trabajaba.
Peter se separó de la puerta haciendo una mueca de dolor mientras yo me reía a carcajadas observando como abría la puerta y y se acariciaba su mejilla derecha al chocarse contra la puerta de la cafetería. Reí mientras trataba de ponerme seria al ver la mueca que hacía mi nuevo amigo. Él, al verme reír como una loca trastornada, blanqueó sus ojos e hizo un amago de una sonrisa.
-Auch.-dijo acariciando su mejilla. Reí mirando a sus ojos y le lancé un beso con una mirada pidiendo disculpas. En realidad lo había echo apropósito, pero es Peter, él no se enojaba conmigo, él mismo me lo había dicho cuando le arranqué un pelo de su cabeza al querer tocarlo. Se había quedado en silencio mirándome con una mirada extraña, hasta que le pregunté si estaba enojado conmigo y lo único que respondió fue que él no se podía enojar como alguien como yo.
-Lo siento.-le dije con demasiada inocencia. Peter río y me atrajo hacia sus brazos dándome un abrazo, besó mi frente y negó con su cabeza divertido.
-Es imposible enojar como alguien como tu, dulzura.-miré hacia abajo y lo abracé sintiendo que necesitaba un abrazo de alguien. Lo que había pasado las últimas semanas me había estado volviéndome loca.-Sabes que puedes contar conmigo, y cuando estés lista, te escucharé.-susurró abrazándome aún más fuerte. Suspiré sintiéndome protegida y asentí con mi cabeza para luego sentir un beso en mi frente.
-Gracias...-le dije en medio de un murmuro y una sonrisa. Peter sonrío y me despeinó más de lo que ya estaba.-¡No! Me arruinas mi peinado.-dije molesta separándome de él y aplastando mi cabeza para arreglarlo.
-¿Estabas peinadas, acaso?-dijo él en tono burlesco. Suspire enojada mientras fruncía mis cejas. Peter era ideal para sacarme de quicio. Abrí mi boca para lanzarme un insulto que él hacía omiso y y se reía de mi por los intentos que hacía tratando de ofenderle, pero era imposible, él era imposible; pero alguien o mejor dicho un tosido interrumpió nuestra charla-insulto y me arrepentí de haber girado para ver de quien se trataba.
Aunque con solamente escuchar su tos ya reconocía su voz y mi corazón lo sabía.
Abrí mi boca sorprendida por su aspecto, él no era el Luciano del que me había enamorado. Estaba despeinado y un poco lastimado. Tenía una barba que se notaba que se la había dejado crecer, pero su ropa era impecable, como siempre. Y quise poner los ojos en blanco al verlo tan delicado como un gatito, pero no lo hice y no supe porque.
Tenía sus típicos sueters de muchacho caro y sus jeans de color azul junto con sus vans. Tragué saliva al verlo tan hermoso y más de lo que ya estaba, estaba claro. Pero su sonrisa no estaba en su bello rostro, y algo dentro de mi deseó poder besarlo y abrazarlo. Anhelaba tanto sus brazos y esa sonrisa, por el amor de dios.
La sonrisa que tenía en mi rostro fue desapareciendo de a poco dándome cuenta que él chico que tenía frente a mi, era el mismísimo que me había roto el corazón. Sentí un suspiro de parte de Peter y como su mano me agarraba suavemente mi brazo derecho. Los ojos de Luciano bajaron a la dirección donde se encontraba la mano de Peter y suspiró fuertemente apretando de su mandíbula. Masajeo su ceja y miró a mis ojos.
-¿Puedo hablar contigo, florecita?-murmuró con una voz dolorosa.-Necesito...
-¿Qué haces aquí?-pregunté tajante. Luke tragó saliva y pasó su mano por su cabello que estaba más claro de lo habitual.
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Entre sabores agridulces [#2] ✔
RomantikSEGUNDA PARTE DE "BESOS SABOR CAFÉ " Luego de un corazón roto ¿Qué sucede? Olivia se hace la misma pregunta luego de un traición por parte de su primer amor. Besos olvidados y recuerdos que se hacen presentes es lo que se tienen que olvidar. Y el pe...