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-Bien.-murmuré secando mi cabello y mirando de reojo a Luciano que estaba hurgueteando en mi mesa de noche.-¿Cómo entraste? Necesito saber por donde entras, así cierro y no vuelves a entrar a mi habitación y me das esos sustos que me hacen golpearte con mi bate de béisbol.
-¿Tienes un bate de béisbol?-preguntó ignorando mis preguntas, girando su cabeza para mirarme con sus cejas fruncidas. Aún tenía su mano dentro del cajón, pero me observaba fijamente.
Me quedé en silencio, no sabía si mentirle para no quedar en vergüenza o decirle la verdad. Pero sabía que él no me había creído, ya que me miraba con su gesto risueño.
-No.-admití.-Pero voy a comprar uno si sigues entrando a mi habitación.-Acomodé la toalla en la silla para que no juntara olor a humedad y me giré hacia Luciano que estaba sentado en mi cama, aún con vista fija en mi.
Me ruboricé al sentir su mirada. Era injusto, ellos nos escaneaban con su mirada y nostras no podíamos decir nada, o bueno, yo al menos, me sentía tan indefensa cuando Luciano me observaba que solamente me atinaba a mirar sus ojos y como su sonrisa crece cada vez más.
Le tiré una remera que estaba sosteniendo a su cabeza para que saliera de sus pensamientos.
-Deja de mirarme así.-le dije. Luke sonrío y miró a mis ojos.
-Eres tan hermosa, florecita. Ojalá pudieras verte como yo te veo a ti...-sonreí con tristeza negando lentamente con mi cabeza.
-Todavía no respondes a mis preguntas.-intenté cambiar de tema. Sentí su suspiro y vi un indicio de una mueca en sus labios.-Sabes..sabes que no me gusta presionarte, pero...
-No creo que lo entiendas...-me interrumpió. Coloqué mis ojos en blanco esquivando su mirada. Era lo mismo de siempre.
¿Cómo sabía él que no iba a entender si nunca me decía las cosas? ¿Cómo sabía que yo...?
Detuve mis pensamientos al no saber para donde iban. Con Luciano era siempre lo mismo, preguntar tratando de obtener alguna respuesta, pero él era tan cerrado, era tan desconfiado, que no me contaba lo que le estaba sucediendo.
-Oye.-tomó mi barbilla con sus dedos y miró tiernamente a mis ojos. Sonrío brevemente suavizando su mirada.-Vine aquí a explicarte las cosas, decidí.-respiró profundo y tomó mi mano.-...decidí contarte algo de lo que soy.
-Luke..-las palabras salieron por si solas, no sabía que decirle, me había dejado callada, por primera vez.-
-Siento que te estoy perdiendo, cariño. No sé que sería de mi, no sé que pasaría, si tu estuvieras con otro. -se acercó suavemente cerrando y abriendo sus ojos lentamente.-No sé que hacer para que vuelvas a ser mía de nuevo. Lamento todo, lamento todo el daño que te hice. -Tragó saliva y su vista bajó de mis ojos hasta mis labios y nuevamente miró a mis ojos.-Sé que no volverá a hacer de nuevo todo lo mismo, pero, vamos, somos dos locos enamorados de la locura y puede ser que la vida nos quiere ver sufrir.
-Yo..-mis palabras se habían quedado atoradas en mi garganta. Realmente no sé que decir.
-Suframos juntos, como sabemos hacerlo. No quiero perderte, no quiero que seas feliz con otro que no sea yo.-río negando con su cabeza, incrédulo.-Llámame egoísta o lo que quieras, pero no voy a soportar estar más tiempo lejos de ti.
Sonreí enmudecida. Parpadeé rápidamente al escuchar las palabras de Luciano.
-Puedo ser tierno cuando quiero, Olivia.-dijo serio. Abrí mis ojos al pensar que se había enojado o algo por el estilo, pero al ver que sonreía, solté un suspiro aliviada de que no era así.
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Entre sabores agridulces [#2] ✔
RomansaSEGUNDA PARTE DE "BESOS SABOR CAFÉ " Luego de un corazón roto ¿Qué sucede? Olivia se hace la misma pregunta luego de un traición por parte de su primer amor. Besos olvidados y recuerdos que se hacen presentes es lo que se tienen que olvidar. Y el pe...