Capítulo 22 -Parte 2-

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 * * * * 

Saqué mi abrigo del auto antes de ir a tocar la puerta de la casa de Olivia, me lo coloqué y alcé mi mano para golpear, pero unos gritos detuvieron mi acción.

¿Qué estaba pasando?

La voz de Tom se alzaba sobre la de Olivia y se podía notar por su tono que había estado llorando, seguí escuchando como su hermano le decía que tenía que dejar ir a ese amor que ya no le pertenecía desde hacía mucho tiempo. Y supe que estaba hablando de mi.

Eso era mentira. Yo siempre le fui fiel, bueno, había veces en que las chicas lindas pasaban y sus atributos traseros me llamaban la atención, pero solo con echar una mirada sabía que las colinas de Olivia eran mucho más sensuales.

Negué con mi cabeza sacando esos pensamientos de mi mente y seguí prestando atención a la conversación de los hermanos. Sabía que si tocaba la puerta, Tom me echaría a patadas y no dejaría que Olivia y yo conversáramos. Eso estaba seguro. 

Bajé mi brazo que no me había dado cuenta que lo tenía sobre la puerta y me dirigí hacia atrás de la casa y vi la escalera que estaba puesta como yo la dejé la última vez que estuve en la habitación de Olivia. Suspiré tomando la cosa gigante y la puse sobre la pared para empezar a subirla y entrar dentro de la habitación. 

Cerré la venta como cada vez que entro aquí y me senté en su cama, la habitación estaba tan acomodada que podías notar el olor a limpio que había dentro de ella, supe que había estado limpiando la habitación debido al olor de ese liquido que le ponen cuando limpian los suelos. 

Tragué saliva al notar ese pedazo de papel sobre el escritorio de Olivia y me levanté nervioso mientras los gritos no paraban. Tomé la carta que le escribí aquella vez que estaba tan desesperado por la situación y lo mejor que pude hacer para calmar mis nervios y sacar todo el enojo que tenía, fue escribir una carta expresando todo el amor que tenía y que no podía decirlo frente a ella. Por que estaba tan avergonzado por que me encontró con alguien que realmente no quería.

Porque a la que siempre quise, desde el momento en que ella sonrío, fue a Olivia. 

Los gritos de Tom cesaron y los de Olivia también. Solo había silencio. 

Suspiré al pensar en que Olivia podía perdonarme y escuchar todo lo que tenía por decirle. Ella había estado leyendo mi carta, todo el amor que tenía por ella lo puse en aquella palabras, eso significaba, que cuando nos separamos, ella leía mi carta. Algo dentro de ella seguía aferrada a mi. Y eso me daba esperanzas.

Dejé ese pedazo de papel en donde estaba y fui a sentarme en su cama, donde sabía que ella no me vería hasta que prendiera la luz y notara mi presencia. Coloqué mis codos sobre mis rodillas dejando descansar mi cabeza sobre mis manos esperando a que ella hiciera presencia aquí. Y tardó más de lo normal. 

Al fin apareció y mi corazón empezó a latir rápidamente debido al nerviosismo que tenía. Alcé mi cabeza cuando entró a la habitación mientras cerraba su puerta fuertemente. Tragué saliva pensando en que fue una mala idea en venir aquí hoy.

Había muchos días más, Luciano. ¿Por qué hoy?

Ella no notó mi presencia por que lo único que hizo fue ir a sentarse en su escritorio y mirar la carta que tenía en mis manos hace unos cuantos minutos. Suspiró y la hizo un bollo y sentí mi corazón hacerse añicos.

¿Por qué?

Cuando supe que tenía que hacer presencia, aclaré mi garganta haciendo que Olivia salté de un susto en su silla. Tocó su pecho mirándome alertada.

Entre sabores agridulces [#2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora