Entre sabores agridulces [#2] ✔

Capítulo 14

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El sonido de la puerta del auto al ser cerrada, retumba en mis oídos. Y la mueca en el rostro de Peter es lo primero que veo después de salir del vehículo.

Sonrío sarcásticamente y camino hasta su lado preguntando que hacíamos aquí con la mirada. Él observó mi rostro y empezó a reírse.

-Te dije desde un principio que no soy un chico romántico, nena. Lo que encuentras en mi son fiestas y sexo.-enarque una ceja siguiendo sus pasos en silencio.

Esto fue una mala idea.

Cuando entramos al lugar donde Peter me había traído, me di cuenta que era una casa típica de universitarios y los que vivían aquí, eran hombres.

La música retumbaba por todo el lugar, varias chicas llevaban vestidos más cortos de lo inusual, y los chicos estaban con ellas, pegados como si fueran a escaparse de ellos.

Peter levantó su mano para saludar a un chico que estaba sentado en un sillón con tres chicas su lado y una sentada en sus piernas. Me sorprendió su actitud tan normal y de cómo las chicas se regalaban así de tan fácil.

Peter me sonrió y tomó dos vasos de gaseosa, me tendió uno indicándome que tome un sorbo mientras se llevaba el vaso a su boca. Hice caso a su petición e hice una mueca cuando sentí el sabor de la bebida dándome cuenta que no era gaseosa lo que me había dado, sino cerveza. 

Y yo odio la cerveza.

Le tendí el vaso con una mueca en mi rostro, pero mi acompañante negó con su cabeza con una sonrisa en su rostro.

-Bébelo. Sé que no te gusta la cerveza, pero es hasta que te acostumbres.-Agarró mi mano que tenía el vaso y la llevó hasta mis labios, obligándome que bebiera algo que yo no quería, pero su olor me atrajo y di un sorbo, y otros más vinieron luego de ese.

Sabía que no tenía que tomar, que no estaba en las típicas fiestas de Luciano donde él me cuidaba o Chad junto con Tom, pero ellos no estaban aquí. Ninguno. Y algo dentro de mi se rompió al darse cuenta que me encontraba sola en un ligar que no conocía con alguien que conocí en la parada de autobús.

Miré a Peter que sonreía hablando con sus amigos mientras bebía una cerveza. Mordí mi labio bebiendo otro sorbo de mi vaso, a pesar de que algo me decía que no lo hiciera, decidí que esta noche iba a divertirme. 

Caminé a pasos lentos hacía el lado de Peter, donde me rodeó con su brazo mi cintura. Tragué saliva pensando en donde estaría Luciano y que si supiera en donde me encuentro, me mataría. Peter me presionó aún más y se inclinó colocando sus labios en mi oído.

-¿Quieres ir a bailar? Se ve que estás aburrida.-miré a sus ojos con cierta desconfianza, pero a la vez, asentí con mi cabeza tomando su mano y caminando hacia la pista de baile, donde coloqué mis manos en su cuello y él en mis caderas. 

 Peter me sonrío abriendo su boca para decirme algo, pero uno de sus amigos vino con dos vasos que supongo que contenían alguna bebida alcohólica.

-Peter.-lo llamé. Él giró su cabeza prestándome atención.-Tienes que conducir esta noche.-le recordé.

-¿Tú tomaste?-negué con mi cabeza pero él se me adelantó antes de que pudiera decir algo.-Entonces conduces tú. Listo, problema resuelto.