Capitulo 27

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—Tu madre no tiene ni idea de lo que dice. Tienes un cuerpo precioso, con unas curvas de lujuria maravillosas. Podría pasarme semanas explorando tu preciosa piel blanca y me encanta cómo reaccionas cuando te toco.

—Lo dices para ser amable.

Él sonrió.

—No soy una persona amable precisamente, nena; digo lo que pienso —y posó las manos sobre el cinturón del albornoz—. Llevo tiempo soñando con tus pechos y quiero verlos al natural.

A ______ se le encogió el estómago al tiempo que se acaloraba. ¡Seguía sintiéndose atraído por ella!

Temblorosa por los nervios y la excitación, lo observó mientras le desanudaba el cinturón.

Al abrir el albornoz por completo, su sonrisa se hizo más amplia.

—¡Dios! ¡Son preciosos!

Le retiró el albornoz de los hombros y le colocó ambas manos bajo los pechos. ______ se relajó y disfrutó del tacto de aquella presión sobre su cuerpo. Liam le frotó los pezones con los pulgares.

—¡Qué gusto! —exclamó ella.

—Quiero chupártelos —en un movimiento repentino, le puso las manos en la cintura y la levantó.

—¡Liam! —gritó ella asustada.

Él giró sobre sus talones y sentó a ______ sobre la encimera.

—Tranquila, cielo. Sólo quería ponerte en un sitio en el que pudiera llegar a tus maravillosos pechos.

Entonces bajó la cabeza y le lamió un pezón. A ______ se le tensaron los músculos y se sintió atravesada por un chispazo que viajó desde el pecho hasta el pubis. Habría podido jurar que era capaz de escuchar la energía que la abrasaba por dentro.

Liam envolvió la areola de ______ con los labios y, con mucho cuidado, se introdujo el pecho en la boca. La calidez de su aliento hizo que ella experimentara un escalofrío y que se le endurecieran los pezones. Luego él le acarició la cadera con suavidad. Sus manos templadas la tranquilizaron, y mientras él continuaba chupando, ella le tomó la cabeza y se la colocó sobre su pecho de modo que pudo apoyar su barbilla en aquella cabellera oscura.

Aquella boca era un exquisito instrumento de tortura que hacía que ______ deseara más y empezara a mecerse con los nervios a flor de piel. Era plenamente consciente de todo, del olor a jabón y a sándalo que desprendía Liam, de la enorme mano que él mantenía posada sobre su rodilla, la aspereza de los vaqueros que le rozaban los muslos abiertos y la frialdad de las baldosas sobre las que permanecía sentada.

Acababa de inclinarse hacia delante en un acto de rendición cuando, de pronto, Liam le mordió el pecho. Aquella ligera presión en el pezón, ya estimulado, hizo que ______ se sobresaltara y se separara de su amante.

—Lo siento, cielo, ¿te he hecho daño? —preguntó él mirándola a los ojos.

—No —respondió en un grito ahogado—, es un dolor agradable… Es que me ha pillado desprevenida, eso es todo.

Liam la besó en los labios y luego se agachó para continuar en la curva turgente del seno.

—Anoche te pregunté si alguna vez te habías corrido sólo con que alguien te chupara los pechos, ¿te acuerdas?

______ se ruborizó.

—Sí.

—¿Me dejas intentarlo?

Incapaz de contestar, ella asintió y Liam respondió con una amplia sonrisa.

—Recuéstate, nena, y disfruta.

Liam se centró en el pecho izquierdo y repitió la misma operación que había realizado en el derecho: lamerle y succionarle el botón de la areola. Esta vez, en cambio, empleó la mano para estrujarle al mismo tiempo el pezón derecho. Se entretuvo alternando entre uno y otro, proporcionándole un placer que se confundía con una sensación de dolor, forzándola a tensar los muslos y el sexo, cada vez más hambriento de su po.lla endurecida

Bad girl (Liam y Tu) [HOT] ¡No es mia! ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora