Comenzó muy lentamente y fue adquiriendo velocidad poco a poco mientras retiraba y acercaba, cada vez más, la cabeza. Podía oír por encima de ella la respiración forzada y los apagados gemidos de Liam, que movía las caderas ansioso por acelerarlo todo. ______ se negó a que él le marcara el ritmo e insistió en prolongarle aquel delirio.
El pene empezó a derramar jugos que ella succionó y tragó con lascivia antes de cambiar a una postura que le permitiera introducirse el miembro al máximo, hasta que notó que la punta le golpeaba la garganta. Consciente de que ella misma se encontraba al límite, redujo la presión de la base de la po.lla con la intención de que Liam pudiera terminar.
Él empujó con ganas, cada vez más rápido. Se balanceó adelante y atrás, más y más deprisa en cada empellón. Jadeaba sin control.
______ se concentró en respirar por la nariz y empezó a coger aire rápidamente cada dos mamadas. Sabía que Liam estaba a punto de correrse y decidió centrarse en estar lista para cuanto él explotara.
El orgasmo que llegó fue repentino y violento. Liam se quedó rígido, dio un grito inarticulado y expulsó todo su semen. ______ tragó la leche que le llenaba la boca y se desbordó por las comisuras de los labios. Se retiró un poco para tratar de crear más espacio en la garganta: quería ingerir hasta la última gota.
Por encima de ella, Liam rugió mientras continuaba balanceándose. Tensó los puños, aún aferrados a la cabellera de ______, justo antes de estirarse animado por los últimos temblores del clímax.
Al notar que el pene se reducía en su boca, ______ lo liberó y se lamió los labios. Se sentó sobre los talones y se quedó mirando a Liam, que mantenía los ojos cerrados y continuaba resollando como un perro acalorado.
—Eh, ¿estás bien?
Él abrió los ojos y le dedicó una sonrisa atontada.
—No he estado mejor en mi vida —dijo sacudiendo la cabeza—. ¡Madre mía! ¿Dónde has aprendido a hacer eso?
______ no pudo controlar la risa.
—Quería que disfrutaras y parece que lo he conseguido.
Liam retrocedió unos pasos hasta que se apoyó en el murete del balcón.
—Bueno, así ya sé que estoy sanísimo.
—¿Cómo?
—Sí, si no lo estuviera, habría muerto hace un rato ya. Casi consigues que me reviente la cabeza.
______ recogió el albornoz que tenía aún bajo las rodillas y se cubrió con él antes de permitirle a Liam que la ayudara a levantarse. Una vez de pie, se alisó la tela a la altura de las caderas y luego se inclinó para besar a Liam en los labios.
—Ahora estamos empatados.
Él sonrió.
—Así que se trataba de eso, ¿eh?
______ apoyó la cabeza en su hombro.
—Eso es, devolvértelo es jugar limpio.
—Vamos dentro anda, estás tiritando otra vez —Liam señaló con la cabeza la puerta de cristal.
—No te olvides de recoger los vasos, no quiero que se caigan y maten a alguien —pidió ______.
Él se volvió para cogerlos de la cornisa y luego entró en el piso. Una vez que estuvieron dentro, ______ cerró con llave el balcón y él llevó los vasos a la cocina y los lavó.
—¿Puedes quedarte esta noche? —le preguntó ella, tratando de evitar que la voz delatara las ganas terribles que tenía de pasar la noche con él.
—Claro —afirmó Liam con una sonrisa de soslayo hacia ella—. Aún no hemos follado en la cama y me muero por probarlo