*Cuando aparezca esto pongan la música :)* Disfruten
Ya son las 09.15. Tay está por llegar en cualquier momento, y les juro que estoy mas inquieto que un niño en una juguetería. Barrí todas las hojas secas que cayeron ayer, saqué todas las ramas caídas y hasta traje velas. VELAS. No se para que pero me parecieron un lindo detalle ¿No?
El problema es que no encuentro en puñetero encendedor. Se que lo dejé por aquí, maldición. Ahora que lo pienso, dejar un encendedor dentro de una cabaña de madera, con mucha madera adentro, no es la mejor idea.
Claro que no, pero se te ocurrió a tí, así que tiene sentido.
En otro momento me hubiera enojado contigo, pero ahora estoy tan nervioso que me importas una mier...
—¡Caleb! —escucho la voz de Tay llamarme desde afuera. Demonios, ya llego. Me levantó de un salto y me pego la cabeza contra un lámpara de kerosene. Salgo del galpón maldiciendo por lo bajo, pero no puedo evitar sonreír cuando la veo.
Meloso.
En un brazo lleva una pequeña heladerita, y en el otro un montón de mantas enrolladas, su sonrisa es contagiosa— Hola
—Hola.
—Bien —dice y suelta las cosas en la arena— traje dos mantas, y toda la comida chatarra que mi madre no me deja comer.
—Guau, me gusta esta Tay rompe-reglas.
—Estoy tratando de seguir el ejemplo de mi hermano —dice y se encoge de hombros.
—¿Sigue peleado con tus padres?
—Dice que los odia, pero sé que miente.
—No quiero ser grosero, pero por lo que me ha contado de tu padre es un...
—Sí, sí, ya se, me lo dice todos los días, no necesitas repetirlo —me dice evitando la mirada y cruzándose de brazos.
—Oye lo siento, yo no... no es mi problema, por favor no te enojes —digo lo más rápido que puedo.
Creo que llevas en la sangre lo de arruinar las cosas ¿Verdad?
Tay suspira, un suspiro lleno de enojo y frustación, y me mira de vuelta —No me voy a enojar Cal, es solo que... —se acerca y me toma el rostro—. Estoy harta de Paul, de mis padres, de las tontas de mis amigas, ¡De todo! Y de verdad, necesito este tiempo para distraerme con mi amigo ¿Puede ser?
Distraerse con su amigo... que feo suena eso.
No, está perfecto.
Ninguno de los dos se lo cree.
¿De qué hablas?
A veces me pregunto como puedes ser tan idiota.
—¿Cal? —Tay me sacude levemente la cabeza—. ¿Sigues aquí?
—Ah sí, sí ¿Por qué preguntas?
—Porque estabas haciendo caras raras —dice mientras frunce el ceño.
—Ah yo... no es nada, solo quiero tener una gran noche contigo —las palabras se me escapan de la boca, porque es verdad. Estuve todo el día pensando en como sería la noche, caminaba como un tonto por la habitación, jalándome el pelo y mirando el reloj, como si el tiempo fuera a pasar más rápido.
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Sea Sound © (Editando)
HumorPlaya, olas y nada que hacer. Un verano perfecto. Pero no, no lo será hasta que Caleb se de cuenta de que su vida es más divertida cuando sale de su estado de confort para enfrentar la realidad del amor. Tabatha Collins, un dolor de cabeza... y de c...