Capítulo 18: ¿Siempre será así?

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¿Alguna vez han sentido como si caminaran en el aire? ¿Qué los que los rodea no es más que una proyección y no es real? Y luego, el aire debajo de tus pies desaparece, la proyección te absorbe y te sientes en un vacío constante, cayendo a un poso sin fin. 

—Cal, ¿Estás ahí? —La voz de Paul retumba en mi cabeza, pero no es como si la escuchara realmente. Es un eco dentro del vacío.

—Lo-lo siento, ¿Qué dijiste? —No, no puede ser verdad.

—No puedo hablar aquí ahora —dice Paul—. ¿Puedo ir a tu casa?

Pues mejor que venga ahora, antes de que deje de existir.

***

Esto es mentira.

—... y luego lo escuché hablando por teléfono con la empresa de construcción. Ya tienen los planos y todo eso.

No lo creo.

—Cal, ¿Estás aquí? —pregunta Paul chasqueando los dedos frente a mi.

—Ah, sí. Lo siento —digo mientras me paro y camino por la sala de un lado a otro—. Esto no puede estar pasando, no a nosotros.

—Solo te cuento lo que oí —dice encogiéndose de hombros. Intenta parecer despreocupado, pero lo he oído despotricar contra su padre en todo lo que lleva el año. Si no lo conociera diría que está tranquilo, pero Paul tiene esta cosa que cuando más enojado está, no lo demuestra. Puede parecer el tipo más sereno del mundo, y luego te da un puñetazo en medio de la cara.

—A ver, a ver, ¿Tú padre quiere destruir la casa de Cal? —dice Ian sacudiendo la cabeza. Parece estar igual de confundido que yo.

—Técnicamente no es solo su casa. Quieren tirar abajo más casas de la manzana y hacer un hotel -Continua con su tono monótono y el rostro impasible. Su cabeza debe ser un infierno ahora mismo.

—¿Otro hotel? -pregunto riendo y jalándome el pelo—. Creo que el señor Collins tiene una seria obsesión con los hoteles. Deberíamos encerrarlo en un uno, para siempre, a ver si le sigue gustando poner en cada maldita playa que pisa.

Miro a todos, y por la cara de susto que tienen me doy cuenta de que tengo ''la cara''. Según mis amigos, y todo el mundo, cuando me altero demasiado, los ojos se me agrandan mucho, las pupilas se me achican, me laten un poco los costados y un lado de boca se curva en direcciones desconocidas... Sin contar que me río sin razón. Suspiro y me tiro de vuelta al sofá de la sala. Apoyo la cabeza en el regazo de Lena y ella me peina el pelo. Era algo que hacíamos cuando eramos niños.

—¿Y qué vas a hacer? —pregunta Ian.

—No sé. Armar una chosa bajo una palmera tal vez. Puedo aprender a pescar para sobrevivir...

—No me refiero a eso —dice rodando los ojos—, ¿Qué vas a hacer con tus tíos?

Me quedo mirando el techo sin responder. ¿Qué voy a hacer? No sé. Trato de convencerme de que Caroll no sería capaz de dejar que un magnate egoísta destruyera la casa donde ella, mi madre, Dana y yo hemos crecido. Tampoco Scott, que sabe lo importante que es este lugar para mi. No es una casa, es un hogar, y hay una gran diferencia entre ambas.

Miro a Dennis que ha estado callado todo el rato desde que entramos, y me doy cuenta de algo. Su casa no está muy lejos de la mía. Si quisieran hacer un hotel aquí, la suya también tendría que ser demolida. Está mirando fijamente el suelo, y casi puedo ver los engranajes girando en su cabeza. Dennis tiene cuatro hermanas, o tres, no recuerdo bien, y a su madre que trabaja casi todo el día para mantenerlos. Si pierde su casa, lo pierde todo.

Sea Sound © (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora