Sinopsis

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3 años atrás

Pasar un cumpleaños lleno de personas descocidas es lo que cualquier adolescente sueña, tener la casa para él o ella sola y poder hacer la mejor fiestas que llamara la atención de toda la secundaria y así poder volverse el rey o reina de las fiestas. O eso pensaría alguien con un sueño tan alocado como mis compañeros de grado, a penas con 15 años y en segundo año de secundaria desean ser los mejores en todo. Yo por otra parte prefiero pasar mis noches leyendo algún libro donde el protagonista lucha contra un ejercito por su amada o ver películas junto a mis padres y mi hermano hasta que deba ir a dejarlo a su dormitorio y terminemos durmiendo ambos en la misma cama por culpa del cansancio de la trasnochada. 

Eso pensaba antes... Antes de que llegara mi cumpleaños y debiera buscar amigos (que les había inventado a mis padres que tenía) para mi fiesta... En ese momento no me importo que fueran falsos amigos, compañeros de grado o algún desconocido de la calle; no quería defraudar a mis padres diciéndoles que que era una chica solitaria que prefería quedarse charlando con los profesores a salir a hablar con mis compañeros. Mi padre aún dudaba de mis palabras pues jamás había pedido permiso para salir con mis supuestos amigos que por casualidad tenía los nombres de los chicos más extrovertidos y geniales de toda la secundaría, los populares Liam Simmons y Aaron Ray; que haría entonces si los invitaba de improviso a mi cumpleaños si jamás en la vida les había hablado...

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Bueno aquí estaba yo... Dejando una nota en el casillero de Liam diciéndole que fuera al parque junto a Aaron después de clases... Ojala nadie me fuera a ver, porque de seguro quedaría como "la acosadora de los chicos más buenos de la secundaría Cheex" 

Cuando al fin había logrado introducir la nota en el casillero me gire algo temerosa de que alguien sospechara y al dar un paso un bulto se posiciono frente a mi... O no, por favor Dios dime que no es Liam frente a mí justo en este momento, un carraspeo me obligo a levantar la mirada, encontrando me con los ojos cafés burlescos de Liam, me quede paralizada, estaba frente a él mirándonos a los ojos como suele ocurrir en los libros que leo; una sonrisa se formo en sus labios para luego hablar cosas que no lograba escuchar, comencé a retroceder y alejarme, mientras el me seguía de cerca risueño... Maldición ahora seria su objeto de burlas, me coloque los audífonos y continué caminando ignorando por completo a aquel chico por las que todas morían... 

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19:15 hrs. no hay señal de los chicos, estaba sola en una banca del parque, junto a mi mochila abrazada a mi misma, una lagrima aventurera corrió por mi mejilla, no era la primera vez que estaba sola en ese mismo parque en el mismo asiento sola por la misma razón, me habían dejado plantada sin saber por que los había citado aquí... Pero porque me sentía tan mal, sabía que no vendrían de todas formas. Tome mi mochila y me levante para  irme a casa, con tan solo dar un paso una mano me sostuvo por la muñeca, era un agarre fuerte pero sueve; al girarme me encontre con los ojos cafés de Aaron, trataba de regularizar su respiración levante la mirada y me encontré con Liam igual de cansado parado un poco más atrás de Aaron. Me gire y los mire, mis ojos aún estaban rojos por las pocas lagrimas que había liberado tras sentirme totalmente sola; al verme a los ojos Aaron se adelanto a cualquier pensamiento y me abrazo, yo no pude evitar llorar como una niña al sentir tal contacto.

-¿Por qué tardaron demasiado?- decía aferrada a su playera llorando aún, me separo un poco y le hizo una señal a Liam para que se me acercara y me explicara, al parecer, pues este se acercó y me guió al asiento del que me acaba de levantar, Aaron saco de detrás de este una guitarra con su funda y la desenfundo para comenzar a tocar; entonces ellos estaban practicando... Liam comenzó a cantar y yo me quede de piedra, tenía una voz muy bella y tranquilizante, era grave y eso me encantaba, cerré los ojos y me deje llevar por la melodía, en un momento me di cuenta de que canción tocaban e inconscientemente me puse a cantar; por un momento logre escuchar como la voz de Liam, la guitarra de Aaron y mi voz eran un solo sonido, estaba sumida en la música como hace mucho no lo estaba, casi 3 años serían desde que deje de sentirme así con la música y me volví una sola cosa con los estudios dejando de lado mi supuesto talento. La canción acabo y abrí lentamente mis ojos, los chicos estaban mirándome fijamente sorprendidos, me puse roja al notar lo que acababa de ocurrir; ellos aplaudieron al igual que un pequeño grupo de personas que se habían acercado a mirar lo que ocurría. 

Esa tarde la pasamos cantando y conversando sobre lo que sucedía y porque los había citado, a las 21 hrs. fueron a dejarme a mi casa prometiendo que aquel sábado irían y llevarían algunos amigos más para mi pequeña mentira resultara aún más creíble. Al entrar a mi hogar mi madre me recibió con una sonrisa preguntando si ellos eran los amigos de que tanto les hablaba y yo le respondí que sí. El resto de la semana luego de clases iba al parque y nos ganamos los 3 a cantar en el mismo banco para recaudar dinero para los chicos cosa que no sabía su fin exacto, dijeron que me lo dirían en el momento indicado, yo accedí a tal trato.

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El día sábado llego y para mi mala suerte mi madre me obligo a ponerme un vestido, era suelto de la cintura para abajo con un cinturón en medio, su diseño era de flores con un fondo color turquesa, me peine y deje mi cabello suelto, me puse mis amadas vans negras y salí para ver en que ayudaba a mi madre, que por obvias razones no me dejo hacer nada, así que me quede sentada en el sillón si hacer nada hasta que tocaron a la puerta y tuve que abrir...

Ese seria un cumpleaños como era debido y lleno de sorpresas sin lugar a duda... El día en que quizás tendría amigos por lo menos por un día...

"Friends"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora