Living In A Dream [ Harry Potter ]

Twenty: Beautiful reunions

Veinte: Hermosas reuniones

⚯ Inicio de Harry Potter y el prisionero de Azkaban ⚯ 

Lucy caminaba por las calles adoquinadas del callejón Diagon, buscaba algo para darle a Harry por su cumpleaños, no había podido mandarle nada gracias a que había estado viajando con sus padres, habían ido con su hermana, gracias a eso no hab+ia podido responder ninguna de las cartas de sus amigos, solamente le mandó una pequeña carta a su amigo deseándole un buen cumpleaños y prometiendo darle su regalo cuando lo viera, así que ese sería el día, habían quedado en verse ese día en el callejón y el día siguiente ir juntos a la estación.

Entró en la tienda de quidditch del lugar, sabía que encontraría algo bueno ahí, se apresuró a ver entre las vitrinas, pues sus padres la esperaban con los señores Weasley en el caldero chorreante, aquel verano fue bastante difícil para la pequeña pelirroja, pues sus padres en cuanto la vieron comenzaron a hacerle preguntas sobre su petrificación y habían estado de acuerdo en que no volviera, Lucy casi se pone a llorar frente a toda la estación, estuvo bastante enojada con ellos en todo el verano y casi no compartió palabras con ellos , pero cuando fueron a ver a su hermana ella los convenció de que lo mejor era mandarla. Se emocionó cuando vio unos guantes hermosos en la vitrina; eran algo costosos, pero lo valían, corrió al mostrador y se los entregó al encargado con una sonrisa que el devolvió, antes de salir recordó que el cumpleaños de Cedric sería en octubre, regresó y buscó algo para el Hufflepuff, le quedaron pocos galeones.

Salió y buscó algo en las distintas tiendas que había hasta que encontró una pulsera le alcanzaba perfectamente para ella, sacó los galeones y los pagó entonces el encargado le preguntó si deseaba grabar algo en ella, y se decidió por las iniciales de su amigo, con las compras en manos regresó al callejón, los libros y el material ya los había esa mañana junto a sus padres.

Cuando llegó al caldero chorreante todos los Weasley estaban ahí junto a Hermione, Lucy les dio una abrazo a sus dos mejores amigos y saludó al resto de los Weasley, aunque Ginny la miró un poco mal.

—Vuelvo en un rato —le dijo Lucy a sus padres quienes platicaban alegremente con los Weasley y los Granger —, iremos con Harry.

Ginny al escuchar el nombre del chico volteó y la volvió a mirar mal, Lucy hizo una mueca y frunció el ceño.

—Claro, hija —le sonrió su madre, la pelirroja tomó el regalo de Harry y junto a Ron y Hermione se fueron en dirección al callejón diagon en busca de su pelinegro amigo.

En el verano Hermione había crecido un poco y se había puesto un poco más morena, Ron había adquirido un tono rojizo en sus mejillas y parecía que más pecas habían crecido en su cara mientras había crecido bastante, se preguntaba como se vería Harry.

—Ahí —dijo Hermione apuntando a Florean Fortescue, la heladería donde un chico de cabellos negros y despeinados les hacía señas, el corazón de Lucy latió con demasiada rapidez y fuerza.

Los tres caminaron hacia el chico y se sentaron en la misma mesa, Lucy de inmediato se quedó mirando al chico, había crecido bastante —no tanto como Ron—, su cabello había crecido y eso lo hacía un poco más descontrolado, sus ojos verdes seguían como siempre: alegres y brillantes. El corazón de Lucy estaba descontrolado y no hablar de el chico, para el pelinegro Lucy se veía mejor que nunca, su cabello un poco más crecido que cuando la vio por última vez, haciendo finas ondas que se movían cuando la chica lo hacía, sus pecas había cubierto totalmente su cara y estaba un poco más bronceada.

—¡Hola, Harry! —dijo Hermione, le dio un abrazo.

—¿Qué tal tu verano, Harry? —preguntó Ron mirando hacia el señor Florean.