Living In A Dream [ Harry Potter ]

Forty-five: First place

Cuarenta y cinco: Primer lugar.

Aquella mañana la noticia de que Hagrid, el guardabosque del colegio, era un semigigante se dio a conocer gracias a una nota que publicó Rita Skeeter en El Profeta, Lucy estaba un poco molesta, el semigigante no había atendido sus obligaciones como guardabosque y mucho menos como profesor de la asignatura de Cuidado de Criaturas Mágicas gracias a la vergüenza o miedo que tenía.

Tenía que hablar con Draco, la mayoría de lo que había en ese artículo era obra de él, no solo hablaba de Hagrid como un semigigante, también hablaba del gran hombre como un mal profesor el cual había permitido varios accidentes en su clase.

Encontró al rubio en la mesa de siempre, la más alejada del resto, Lucy rodó los ojos al verlo, ¿Cómo podía estar tan tranquilo sabiendo que posiblemente le arruinó la vida a una persona?

Se acercó al chico sin importarle que le vieran.

—¿Contento? —dijo Lucy parándose frente al Slytherin y recargando sus manos en la mesa de la biblioteca. Draco bajó el libro que leía, tenía una sonrisa en su cara.

—Siempre, querida pelirroja —cerró el libro y con una mano invitó a Lucy a que se sentara a su lado, la Gryffindor accedió aun con el ceño fruncido.

—¿Por qué dijiste todas esas cosas de Hagrid? —reprochó la pelirroja. Draco no contestó, parecía meditar su respuesta, como si estuviera viendo cuál le dolería menos a su compañera.

—Mira Evans... —Lucy enmarcó las cejas, Draco la vio — Lucy... que tú y yo tengamos una especie de... amistad —Lucy lo miró ofendida —, sabes que nuestra amistad no es algo normal —Lucy asintió—, te decía, que tú y yo seamos amigos no influye en lo que tu llamas... ¿Amigos?

—Pero... —insistió Lucy, aquel era un buen argumento, que no se metiera con ella ya era algo muy bueno, entonces guardó silencio.

—Si quieres enójate conmigo, deje de hablarme si así lo deseas —dijo Draco después de un rato en silencio —, pero no me pidas que haga las paces con ellos, no está en mis planes y jamás lo estará.

—Sólo trata de que no despidan a Hagrid —dijo Lucy, Draco lo pensó de nuevo.

—Será difícil.

—No te metas en peleas con Harry —esta vez Draco sonrió y negó.

—Me pides imposibles, Ly.

—Al menos, no en mi presencia —Lucy miró al rubio, él sonrió.

—Trataré —Lucy sonrió ante la respuesta del rubio.

Después de pasar un rato con Draco la chica volvió a la sala común de Gryffindor para encontrarse con sus amigos e ir al Gran Comedor para la cena.

—¿Y Ron? —preguntó la chica cuando se sentó junto a Harry y Hermione.

Ambos se encogieron de hombros. Como si Lucy lo hubiera llamado, Ron entró por el retrato, estaba muy rojo y tenía una mirada de ensoñación.

—Pero qué tenemos aquí —dijo Lucy al verlo.

—Dijo que sí —Ron sonreía tontamente. Lucy juntó sus cejas en seña de confusión.

—¿De qué hablas? —Lucy meditó la situación y una sonrisa fue apareciendo poco a poco en su cara —. No me digas que...

Ron asintió.

—¿Qué? —preguntó Harry, Hermione sonreía y Lucy frunció el ceño otra vez.

—¿Ya sabías? —Hermione se encogió de hombros —. Traidores, no me dijeron.