Desperté y lo primero que contemplé fue que no me encontraba en casa, giré mi cabeza para observar mi entorno y me di cuenta que estaba en un hospital y estaba en camilla, quise recordar que había sucedido pero al parecer la jaqueca no me dejaba recordarlo, estaba a punto de pararme cuando observo que el doctor junto con un policía entran al cuarto.
—Joven Guillermo, parece que ya está mejor.—Anunció el doctor.
—Un poco doctor... ¿Qué es lo que tengo?... ¿Cómo es que llegue a parar en el hospital?
—Uhh... parece que esto se complicará... verás un anónimo realizó una llamada a la policía...
—Ayer en la noche alguien atacó un antro a sangre fría y mataron a todos los que se encontraban en el, sólo que tú fuiste el único vivo, que es sumamente curioso.—Habló el policía.
—Yo no tengo nada que ver.— Dije, asombrado por las palabras del policía.
—El equipo paramédico te encontró bien, sólo fuiste drogado y al parecer la droga afecto tus recuerdos.— Señaló el doctor.
—Y, ¿Qué más sucedió?
—Sólo sabemos eso, por eso decidí venir a interrogarte.— Dijo el policía acercándose a mi.
—Dígame joven Guillermo... ¿Usted observo algo sospechoso antes del incidente?
Puso mi cabeza a trabajar, intentando recordar lo sucedido la noche anterior.
—No, yo sólo puedo recordar que estaba bailando y cuando voltie sólo vi a una persona acercándose a mi.
—Y, ¿Cómo era esa persona?
—No lo sé... recuerdo que llevaba puesto un antifaz... Y no podía verle la cara... Es todo lo que puedo recordar, oficial...
—Está bien, lo que nos has dicho nos servirá de algo chico, espero y te mejores pronto... con su permiso doctor...
El policía salió de la habitación dejándome solo con el doctor.
—Entonces sólo puedes recordar eso...— Preguntó el doctor volteandome a ver.
—Si, doctor.
—Vale, seguirás hospitalizado para seguir checandote y mejorar la recuperación.
—Vale, doctor.
—¿Algún familiar al cual le avise de tu situación?
—No... Nadie.
—Vale.
Después de las palabras del doctor, Guillermo se quedó solo; se sumergió en su memoria para poder recordar algo pero sus esfuerzos fueron en vano, de tanto forzar el cerebro, Guillermo quedó exhausto, se dispuso a dormir y empezó a soñar.
Sueño
Me encontraba en el antro, observé a mi alrededor y contemplé a cientos de personas, personas que no tenían rostro, me asusté; observé que de pronto todas las personas se hundían en el suelo poco a poco hasta que desaparecieron por completo, fue entonces cuando escuché que alguien se acercaba a mi, me gire y me encontré con un hombre trajeado y con un antifaz en cara, no podía moverme y el hombre se acercaba cada vez más a mi, el espacio se agotó y fue cuando sus labios se posaron en mis oídos susurrándome...
—Serás mio.
Después de dedicarme esas palabras, su rostro se aproximaba hacia el mío, yo seguía moviéndome pero ningún esfuerzo triunfaba, el tiempo se acabó y sus labios se posaron sobre los míos haciéndome estremecer, se separó de mí y empezó a caminar hacia atrás sin dejar de verme, poco a poco su imagen desaparecía hasta sólo quedar su rostro con el antifaz.
—Recuerda... serás mío.
Desapareció.
Fin del sueño
Desperté, mi respiración estaba descontrolada y estaba sudando, seguía sin entender que mierda estaba pasando, opté por regularizar mi respiración, ya cuando me sentí mejor decidí dormir de nuevo tratando de olvidar aquellas palabras que el hombre me había susurrado.
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El chico del antifaz || Wigetta
FanfictionGuillermo decide ir a una fiesta por la noche, todo marchaba a la perfección hasta que toda la gente a su alrededor es asesinada a sangre fría, Guillermo en estado de shock sólo contempla que un hombre con un antifaz se le acerca y después es besado...