DIECI: Fragmentos en una noche estrellada

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Narra Guillermo

Las semanas transcurrían y con ella la felicidad también, desde el momento en el que decidí compartir mi vida con Samuel todo era muy diferente, eran más amenas las tardes, el tiempo pasaba demasiado rápido, sólo una persona era capas de hacer que todo aquello fuera posible, y ese era Samuel.

Hoy era mi día de descanso y Alex vendrá a mi casa a ayudarme a instalar unos cuantos muebles que había comprado vía internet.

Baje de la cama y realice la rutina habitual que yo mismo establecí, solo que ahora limpie un poco más la casa ya que Alex vendrá a comer y a ayudarme y quiero que todo este limpio. Quise que Samuel me ayudase con los muebles pero mis llamadas a su móvil fueron ineficaces. De igual manera hace mucho tiempo que no pasaba rato con mi mejor amigo alex, así que me vendría muy bien.

Me encontraba en la ducha cuando el timbre de casa sonó. Lo bueno es que ya había terminado solo era cuestión de secar mi cuerpo e ir por mi ropa.

Salí del cuarto de la ducha apurado por las repentinas veces que presionaron el timbre, me coloque la toalla en mi cintura y cruce la sala hasta llegar a la puerta principal.

—Hola, Alex, pasa.

—Gra-gracias, Willy.

Pude notar un leve sonrojo por parte de alex y enseguida vi como se mordía el labio inferior, yo solo rodé los ojos con una sonrisa en el rostro y me hice a un lado para que pudiese pasar.

Me fui a mi habitación a cambiarme recordando aquellos tiempos en el cual alex sentía cierta atracción sexual hacia mi, pero eso era cuando recién nos conocimos, pero parece ser que no se le a pasado del todo. Por mi parte cometí el error de salir solo con una toalla cubriéndome de la cintura para abajo dejando mi torso al descubierto. En fin.

Bajé las escaleras de manera rápida haciendo que el sonido que producía los escalones al chocar con mis tenis se propagara hasta la sala.

Encontré a mi amigo sentado en el sofá individual y me acerque a el para preguntarle si le apetecía un zumo de naranja o cualquier otra cosa para beber.

Aceptó un zumo de naranja y me dirigí a la cocina para preparar las bebidas.

Al salir de esta me encontré con que Alex había encendido el televisor. Coloqué la bandeja con ambas bebidas en la mesa de centro y me senté en el sofá grande.

—¿A que hora llegan los muebles?.—Preguntó Alex después de tomar un trago de zumo de naranja.

—Dentro de una hora; ya no tardan en llegar.

—Veamos la televisión de momento.

Alex había escogido un canal en el cual estaban transmitiendo la Sexta temporada de The Walking Dead, todo iba a la perfección cuando de pronto la señal de la serie se cortó y se colocó otro tipo de programación en el canal.

Levanté un poco el cuerpo acercándolo un poco al frente del televisor y me dediqué a ver y escuchar lo que la nueva programación decía.

Interrumpimos este canal para informarle de los últimos sucesos aberrantes que han ocurrido en las calles de Barcelona.

Puse más atención al televisor.

En estos últimos días se han reportado personas desaparecidas que apenas el día de ayer en la noche se supo algo sobre su paradero o mejor dicho sobre sus cadáveres.

Se encontraron tres cadáveres mutilados a las cercanías del río, los tres cuerpos corresponden a tres hombres, el cuál sus nombres eran Guillen Aguilar, Daniel Batlle y Frank Garnes.

El chico del antifaz || Wigetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora