Si Jane hubiera dicho "Sí"

Capítulo 7 "Felicidad Ajena"

Paul y Jane se quedaron completamente congelados, al parecer, el primero no tenía el valor suficiente como para decirle y confesarle aquella cosa tan importante que tenía para decirle. Soltó un gran suspiro, pero Jane no quería saber las noticias de Paul, algo en su interior le decía que no le iba a gustar para nada.

—Cariño...

—Paul, lo siento tanto—Jane fue la primera en hablar—, sé que estuvo mal no haber venido antes, pero tenía miedo, no tenía valor.

—Descuida, te entiendo. Yo también tengo miedo.

—Mi amor...—Jane tomó sus manos con dulzura, aún cargaban esposas— No quiero que te pase nada malo.

—Jane, ya soy un adulto maduro, hecho y derecho que puede afrontar las consecuencias de sus actos, tú no tienes nada que lamentarte.

—P-pero... fue mi culpa por haber dicho "Sí".

—No, no, para nada. Al contrario—Paul también acarició sus manos—, me hiciste el hombre más feliz del mundo cuando escuché eso.

— ¿Pudiste hablar con tu abogado? ¿Cuáles son los crímenes? ¿Hay fianza?

Paul suspiró profundamente al escuchar la petición de estas palabras, alzó los hombros disimuladamente y no quería decir nada.

— ¿Condena?—preguntó Jane más aterrada.

—Escucha... los Eastman retirarán todos los cargos.

Jane tenía la cara iluminada y no podía creer que lo que estaba escuchando fuera real, sonrió sin disimular y su emoción fue total.

— ¿En serio? ¡Pero qué buena familia!

—Sólo si me caso con Linda.

Y ahí, el rostro de ambos decayó al instante. Paul siguió valiente.

—Así qué... mi pregunta es está, ¿Estarías dispuesta a casarte en la cárcel?

— ¿Q-qué?

—Ya sabes—habló apenado—, venir... con tu hermoso vestido y casarte con un preso.

Jane entendió perfectamente todo, suspiró con un poco de vergüenza. Pero esos meses ya había aprendido algo muy importante, algo que no pudo hacer años anteriores: ser ella misma. Así que ya no tenía pena de nada o de qué decir.

—Paul, me casaría contigo en cualquier lugar del mundo, no importa de qué manera.

—Entonces, todo está decidido. Voy a pasar tres años en una cárcel.

Pero esas palabras la hicieron temblar mucho más.

—La cosa era esta—dijo Paul—, el abogado de los Eastman dice que la familia estará dispuesta a quitar todos los cargos y hacer como si nada hubiera pasado. Solo con la condición de que me case con Linda. Si acepto, seré libre, si no... bueno, ya sabes lo que pasará.

—Ay, no, no ¡Tiene que haber otra salida!

—Jane—Paul se levantó decidido y al parecer, tenía un ataque de confianza excesiva—, no me importa pasar tiempo en la cárcel, sobreviviré a esto y a todo lo que venga. Lo único que quiero es casarme contigo, y no me importa si la prensa te dice apodos despectivos o malos... solo quiero casarme contigo, ¡Algo que debí de haber hecho hace dos años o desde el primer instante en que te conocí!

—P-pero... piensa en ti... si estás en la cárcel... la pasarás mal.

—No me importa con tener la ilusión y esperanza de que cuando salga, podre tener el amor más libre contigo. ¿Aceptas?