Capítulo 30: "Ni buena, ni querida."

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Feliz cumpleaños a esta diosa!!

Feliz cumpleaños a esta diosa!!

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Paul y Jane miraron como Kyle Gilmour fumaba de su pipa mientras estaba sentado en su sillón, sus ojos profundos se concentraron en el techo, no decía ninguna palabra y quedó como estatua para contemplar.

—Y bien... ¿Quién es el asesino? —preguntó Paul desesperado.

— ¡Ah! Cierto, un momento—Gilmour se levantó de un salto, dejó su pipa y los miró de frente—, lo olvidé, pero tienen que sostenerse, tal vez... no puedan creer esto.

— ¡Ya dígalo! —exclamaron enojados.

—Bien... bien. Hoy en la mañana pusimos un anuncio de que este caso no tiene solución, y justamente hoy, aparecieron Heather y Mary.

— ¿Qué? ¿Ya aparecieron? —cuestionaron los dos al mismo tiempo.

—Sí, un momento—Gilmour se fue rápidamente.

Paul y Jane esperaron un poco tiempo, Gilmour llegó con Mary entre sus brazos y Heather fue corriendo hacía Paul, esté la abrazó sin dudarlo y sus manos jamás se habían sentido tan bendecidas.

—Oh, oh por Dios—sollozó con lágrimas— ¡Me alegro tanto que estés bien!

—Paul... Paul...—lloró la pequeña niña— Lo siento.

—No te preocupes... un momento—Paul la observó directamente— ¿Por qué tienes esta ropa grande? ¿Dónde quedaron tus prendas?

—Es lo justo que debo hablarle, señor McCartney—dijo Kyle sin podérselo creer todavía.

Jane extendió sus brazos y Gilmour le entregó a Mary, mientras el sacaba algunas bolsas debajo de su escritorio, la pareja sentía que cualquier cosa que pudiera decirle, no iba a ser buena o correcta.

—Bien, tuvimos que ponerle una nueva ropa que nos proporcionaron. Mi hija Hailee es una bebé, así que no serviría de nada si le poníamos algo de ella—determinó—, pero era necesario. La ropa de Heather estaba muy sucia, desgarrada y...

— ¿Y? —cuestionó Paul al borde del colapso.

—Mejor véanlo ustedes.

Gilmour les mostró las bolsas que tenía, Jane se percató que Mary no tenía ningún daño, su pequeña ropa de bebé seguía igualita a días antes del juicio, lucía limpia y no tenía rasgos de maltrato en ningún estilo. Paul miró las bolsas y no podía creerlo.

—Como pueden ver—explicó Kyle—, está ropa pertenece a Heather, ya había dicho que estaba sucia, olorosa y... tenía sangre de la parte de las manos para abajo.

Si Jane hubiera dicho "Sí" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora