Capítulo 28: "El pañuelo."

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Rumbo a la gran final :3

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Al parecer, el corazón de Jane se había quedado detenido por lo menos unos milisegundos hasta que reaccionó y miró la pistola apuntarle firmemente. Era más el susto que había provocado Joseph Melville See que sus verdaderas acciones. Paul, al contemplar esto, gritó:

— ¿Estás esperando algo? ¡Corre, maldita sea!

Diciendo lo último, corrió en dirección a Jane y la jaló del brazo. Joseph reaccionó muy tarde, abrió sus ojos como platos, y disparó sin precisión o latitud. La bala había pasado rígidamente por la espalda de Paul, pero no le provocó ningún daño. Ellos corrieron directamente hasta la salida mientras unas ráfagas de disparos intentaban quedarse impregnados en su cuerpo, sin éxito alguno. Así que entraron al automóvil y Paul pisó el acelerador lo más rápido que su pie le permitió.

Espantados, decidieron regresar al hotel en dónde se estaban quedando, y por el conocimiento que Joseph tenía de Arizona, dedujeron sin dificultad que era menester retirarse lo más pronto de aquel estado.

—Anda, vámonos ya. Por lo enojado que estaba, no creo que haya sido él—señaló Paul mientras empacaba sus cosas con rapidez.

—El tipo es muy violento, él mismo lo dijo. Linda le quitó a Heather, su "verdadero amor", además... ¡Tenía un arma! Con eso pudo haber asesinado a Linda—dijo Jane, cada vez más asustada.

—No, no... ¿Recuerdas que ella tenía signos de cuchillazos? Nada de balas o algo así.

—Todo fue una trampa, debe tener a Heather y a Mary escondidas e intimidadas... ¡No tengo ninguna duda!

—Por el momento—Paul vio su pequeña libreta—, lo vamos a tachar de nuestra lista de sospechosos—puso una larga línea en el nombre de Joseph—, tenemos otros tres en la presencia.

—No, no... no creo que John y Cynthia hayan sido capaces—defendió Jane-

—Yo tampoco, pero ahora... no nos queda otra más que ver. Regresaremos a Londres y notificaremos de nuestra investigación a Gilmour, sin decirle... claramente, que consideramos a Los Lennon como sospechosos.

—De acuerdo—asintió Jane en un suspiro.

Esa misma noche, ya habían regresado de un largo vuelo desde Arizona hasta Londres, la gente y fans... que antes pedían autógrafos y fotografías, ahora sólo los miraban con sospecha sobre sus rostros y no dejaban de preguntar si tenían algo que ver. Porque resulta, que ahora, y con su inminente muerte, Linda Eastman, la que fue odiada, retachada y criticada... ahora era "la buena de la historia" "la víctima", y nadie supo el daño que hizo. Esa es la hipocresía de la sociedad cada vez que alguien muere.

Esquivando hordas de gente, Jane y Paul llegaron a las oficinas de Kyle Gilmour, el detective que llevaba el caso, ahí, en su recinto de Scotland Yard.

—Interesante—dijo mientras veía una taza llena de pequeñas plumas, escuchaba entretenidamente sobre todo el relato de ambos.

—Así es, ese tipo es demasiado violento. Debe contactar con el servicio estadounidense para pedir una orden de cateo—pidió Jane.

—Por favor, en serio... yo creo que Joseph no tiene a Heather ni a Mary—Paul siguió con su punto de vista.

—Pero eso no explicaría porque los amenazó con una pistola—agregó Gilmour—, ustedes me cuentan que... al momento en que lo interrogaban y las preguntas subían de tono, el señor See se ponía más violento, nervioso y brusco para responder sus cuestiones. Así que, en ese instante, por eso quiso hacer algo que acaparara toda su atención y que olvidaran si quiera la idea de poderlo considerar a él como sospechoso. Por eso, la amenazó con dispararle y al final no lo hizo, como un factor de distracción.

Si Jane hubiera dicho "Sí" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora