Capítulo 14: "Besar A Un Ángel" (Segunda Parte)

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(P. D. V. Lucas)

Hay cosas que se ven pocas veces en la vida: Los eclipses, el amor verdadero, un vestido de novia negro y una suegra amorosa... Pero ver a Mateo furioso es algo que no me pasaba desde los 17 años, cuando Pablo le robo un beso a Luna en una reunión de jóvenes.

Esta vez su furia, enojo y ganas de matar a alguien eran culpa de Juan. Luna había salido con él y no había vuelto, la tía de Mateo lo llamó a él preguntándole por ella y él como buen primo que es la cubrió en todo. Le dijo y cito "está bien tía, llegó temprano de la cita y se puso a leer hasta muy tarde y todavía no despierta, me pidió que te dijera que se quedaría aquí pero lo olvidé". Con eso resolvió lo de su tía, el problema era que eso pasó al medio día y todavía no sabemos nada de ellos.

Casi a las tres de la tarde Marcos nos llamó para preguntarnos por Juan, y pude notar como la cólera de Mateo se transformaba en preocupación, mientras conducía camino al departamento de Juan y Marcos  a buscar a este último comenzó a llover, no me mal entiendan, amo la lluvia, pero cuando estás en busca de un amigo perdido y su novia-no-novia, que resulta ser casualmente la prima de tu mejor amigo no cae como anillo al dedo...

Marcos tardo diez minutos en bajar y subirse al auto.

-¿Por donde comenzamos?- preguntó luego de cerrar la puerta

-¿A donde fueron?- preguntó Mateo con la voz ronca por durar mucho tiempo sin hablar.

-Yo escuche que él quería llevarla al cine- dije poniendo él auto en marcha.

-No, ellos fueron al campo. A la casa que tienen allí tus padres- dijo dirigiéndose a Mateo.

Claro... Yo recuerdo que el me pidió mis llaves hace unos días y no quiso decirme para que las quería.

-Seguro siguen ahí- con eso iniciamos el viaje de dos horas a la casa de campo de los padres de Mateo...

-¡¡Traje comida!!- gritó Marcos, de repente, mientras comenzaba a sacar tazas de su mochila.

-¿Por qué trajiste comida?- preguntó Mateo mientras miraba al asiento de atrás para quitarle comida a Marcos.

-Porque hoy casi no comí nada- dijo muy serio, al instante pusimos expresiones de incredulidad -Es enserio, Juan no me despertó esta mañana y no me dio tiempo de hacer el desayuno.

-¿Juan te despierta en las mañanas?- preguntó Mateo.

-No- dijo haciendo énfasis en la "o" -Hace mucho ruido en las mañanas y suele despertarme.

Mateo asintió poco convencido y seguimos el camino comiendo preocupados por Luna y Juan...

Cuando íbamos a una hora de la casa de campo de los padres de Mateo, vimos una figura recostada a un árbol bajo la sombra. En el camino detuve el auto y los tres salimos lo más rápido posible.

Luna y Juan estaban dormidos recostados al árbol... Aquí pasó algo grave. Mateo comenzó a tocar suavemente el hombro a Luna, mientras Marcos golpeaba a Juan en las mejillas, estos despertaron al primer toque.

-¡¡CHICOS!!- el grito de Luna se escuchó por todo el lugar -Que bueno que están aquí- perdió la timidez de siempre y con un brazo agarró a Mateo y con el otro a Marcos, casi haciéndolos caer por la fuerza con la que los presionaba.

-¿Como nos encontraron?- preguntó Juan poniéndose de pie.

-Pues al ver que Luna no volvió, y tú tampoco tenia ganas de partirte la cara. Tú sabes, que probablemente...- Mateo exhaló pensando sus palabras -Los habían secuestrado los extraterrestres, se los llevaron a otro planeta y jamás los volveríamos a ver y todo por tu culpa- Sentenció Mateo. Yo sólo pude rodar los ojos ante esa ridícula y falsa acusación.

Me Enamoré De Una Chica CristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora