Me Enamoré De Una Chica Cristiana

Capítulo 17: "Momento de hermanos"

(P. D. V. Mateo)

Nervios, emoción, angustia y una pizca de no quiero estar aquí. Así es como me sentía en estos momentos. ¡Vamos! Piensa positivo... Lo haces por Mary ¡ella lo vale!

-Vamos Matt, no estés nervioso- dijo Mary -Son mis padres, les caerás genial, a mi papá con el simple hecho de que no tienes tatuajes y llevas la camisa por dentro le caerás bien y bueno... Si le sonríes a mi madre como me sonríes a mí, la tendrás a ella- asentí poco convencido, y entramos a su casa.

El lugar era un poco más pequeño que la casa de mis padres, pero bastante acogedor, en la sala ya estaban su padres y su hermana esperándonos.

-Buenas noches- ¿qué se dice cuando conoces a tus suegros?

-Buenas noches, hijo- el papá de Mary, un hombre de buena apariencia y semblante serio estrechó mi mano, la señora me abrazó y Mary me miró como pidiéndome disculpas, yo le lancé una mirada de "no te preocupes", amaba que no necesitáramos palabras para comunicarnos, trascendíamos a las palabras...

Después de treinta y siete minutos hablando con los padres de Mary (si, los conté), nos sentamos a cenar. El señor oró por la comida y comenzamos.

-Y dime, Mateo- ay Dios mío, el Sr Suegro me iba a hacer preguntas, no lo podía negar, me lo esperaba y ensayé repuestas todo el día -¿Estudias?

-Si señor, estudio Biología, curso el penúltimo semestre señor- él asintió.

-¿Trabajas?- alzó una ceja.

-Así es señor, trabajo algunos días a la semana en la tienda de mis padres y a veces doy clases asistidas para estudiantes de preparatoria- el papá de Mary me miró de nuevo y relajó la expresión.

-Al menos no eres un mequetrefe- tuve que contener la risa ¿quién usa esa palabra?

-¿Aún vives con tus padres cielo?- preguntó mi suegra en tono dulce. ¡Gracias Señor por escuchar mis oraciones y darme una suegra cariñosa!

-Mmm, no señora- ella frunció el ceño -Vivo en un edificio para estudiantes a 20 minutos de la universidad...

-¿Vives solo?

-No, vivo con mi prima desde hace unas pocas semanas- todos asienten, Mary nos mira a todos con atención y su hermana, como cree que no lo notamos, usa el teléfono bajo la mesa.

-Eres consciente de que nuestra hija no se irá de esta casa sin estar casada ¿cierto?- me miró severo.

-¡PAPÁ!- exclamó Mary.

-S-si señor- no sabía que decir -No esperaba menos.

-Más te vale- dijo el señor, Mary y la señora nos lanzaron una mirada significativa.

-¿Vas a la iglesia?- preguntó la señora y vi como Mary se masajeaba la sien con los dedos.

-Pues... Pues yo asistía, pero desde que comencé la universidad casi no he tenido tiempo- ¡Me iba a ir al infierno! Aunque no le podía decir la verdad... ¿Qué le diría? "No suegris, no voy porque mis amigos y yo hicimos una promesa hace aproximadamente cinco años de no poner un pie en ese lugar" me echaban a la calle si lo decía.

-¿Y crees en Dios?- preguntó la adolescente de la esquina.

-Por supuesto- le sonreí, creo en Dios, crecí con eso, no creo es en las personas de la iglesia, pero Dios me ha demostrado su existencia, una muestra es que no había muerto de un infarto por los nervios.

-¿Y cuántos años tienes?- preguntó la señora.

-22 años, señora- le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.