El día en la comisaria es una completa locura. La primera reunión con el sargento es mortificante, y todo lo que hace es hablar barbaridades de los detectives del departamento. Saca a relucir temas personales como que Peter Davis había sido embargado por su esposa y que Mandy Briggs había tenido una aventura con un candidato a la alcaldía un par de años atrás. Todos nos mirábamos los unos a los otros confundidos, y a la vez aterrados de que la siguiente intimidad en revelarse fuese la nuestra. El aliento del sargento explicaba la razón de su impertinencia, y aunque no era una razón válida para que avergonzara a las personas de ese modo, teníamos que tragarnos nuestras molestias y ahorrarnos las quejas si no queríamos terminar siendo transferidos a una división en Bozeman.
La reunión termina cuando el sargento se aburre de ventilar asuntos que no son importantes, y los cinco detectives encargados del caso Magno nos dirigimos hasta el área de investigaciones; que no es más que una sección a pocos metros de nuestros escritorios con una mesa larga y una pizarra digital al frente. Andy, el encargado de recopilar la información de las bases de datos sobre las víctimas se pone al frente y coloca una imagen de cada uno de los hombres que han sido asesinados. En total hay seis fotografías en la pizarra.
Empieza a hablarnos un poco sobre el primero. Pone fotos de su familia, sus amigos cercanos, y los posibles sospechosos. Repite el proceso cinco veces más con todos los otros hombres y nos da un tiempo para que asimilemos toda la información.
Se trata de seis perfiles, seis historias distintas para explorar, seis personas con vidas que parecen un laberinto de las que necesitamos encontrar todos los caminos y posibles tangentes, y callejones y atajos que existan. Hasta ahora, la lista va así: Benjamín Foster, Malcolm Tyson, Louis Roberts, Gill Black, Carlton Patterson, y el más reciente, Emanuel Lavin.
Miro a Liam con desconcierto, pero él está muy concentrado observando el acertijo de información como para darse cuenta de mi mirada. Lo conozco lo suficientemente bien como para saber que esa expresión significa que está uniendo los puntos en su cabeza y algo ha hecho clic. Algo llama su atención.
— Los hijos de Foster y el de Tyson juegan beisbol en el mismo equipo de la liga infantil— murmura Liam, sin despegar la mirada de su computadora—. Encontré la cuenta de Instagram de la hija de Tyson y la de la esposa de Foster, y por lo que puedo ver, ambos asistían a los partidos de sus hijos, pero nada indica que se conozcan. De hecho, las fotos son desde ángulos completamente distintos del lugar.
Todos lo miramos sorprendido, por lo que había conseguido en tan pocos minutos, pero a la vez no sirve de nada. Conectar a dos de seis víctimas podría ser nuestro boleto dorado, como a la vez podría llevarnos a un callejón sin salida.
— Pero lo importante aquí no es eso— agrega, notando la forma en la que lo miramos—. Foster se casó hace tres años con su esposa, una modelo de trajes de baños quince años menor que él. Se divorció de su primera esposa seis años antes, y ella se casó con otro hombre, Dylan Dusk.
Aaron, quien había sido reclutado en el equipo por sus habilidades como hacker, ensancha la mirada y mira a Liam con atención.
— Hemos abierto casos contra ese hombre decenas de veces. Pero ha logrado limpiar cualquier evidencia que pudiese darnos una razón para intervenir— comenta Aaron—. ¿Tal vez Foster lo fastidiaba y decidió tomar cartas en el asunto?
— Necesitamos saber que cargos se le han sido impuestos a este hombre, y si tiene alguna relación con alguno de los seis— digo yo, sonando más autoritaria de lo que intento—. Sabemos que podría haber tenido problemas con Foster por su esposa, pero una pelea por una mujer entre dos hombres poderosos no terminaría de este modo. A ellos les gusta encargarse de su mierda y con dispararle al otro y desaparecer su cuerpo tendrían suficiente.

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roses; camren
RomanceCuando equilibrar el trabajo y la vida personal se vuelve demasiado, Lauren Jauregui se ve envuelta en un enredo del que no sabe cómo salir. Su matrimonio parece estar cayéndose a pedazos y ella está lejos de conseguir el ascenso que se propone obte...