Me coloco en la cabecera de la mesa y señalo la pantalla que se encuentra detrás de mí, en donde hay una foto de cada una de las víctimas.
— Ivanna dejo esto para nosotros— anuncio, señalando las carpetas amarillas que se están sobre la mesa. Cada uno de los detectives la toma y la abre para revisar su contenido—. Ayer Aaron estuvo revisando los estados de cuenta de todas las víctimas y encontró un patrón en ellas: todos estos hombres sacaron cien mil dólares en efectivo del banco el día antes de ser asesinados.
— ¿Revisaron las cintas de vídeo de los bancos?— Cuestiona Liam, a lo que asiento.
— Ivanna lo hizo. No hay nada fuera de lo normal: tres de ellos estaban acompañados de sus guardaespaldas y dos estaban solos.
— Falta uno— agrega Liam. Dirijo mi atención a él, y le doy una mirada de muerte para que deje de interrumpirme y yo pueda hablar.
— Es Patterson— comienzo a explicar, y noto por el rabillo del ojo que todos empiezan a anotarlo en sus carpetas—. Estaba acompañado de un hombre al que Ivanna no pudo identificarle el rostro porque no se encuentra en los sistemas.
Andy me mira, y asiento para hacerle saber que puede hablar.
— Los guardaespaldas se pudieron identificar debido a que obtuvimos acceso a la base de datos de los cuerpos de seguridad de cada uno de estos hombres cuando abrimos sus casos— nos recuerda—. Y a algunos los identificamos porque estaban en nuestra base de datos. Si este no aparece en ninguna de las dos significa que está detrás de Magno, ¿es eso lo que intentas decirnos?
— Podría ser algún familiar o alguien que trabajaba con él, pero esa es la teoría principal que tenemos— admito.
— ¿Tienes la imagen de quien lo estaba acompañando?— Pregunta Aaron—. Podría hacerla más nítida para obtener una fotografía más precisa de la persona y hacer un reconocimiento facial en la computador o tratar de hablar con todas las personas que estaban alrededor de Patterson... tal vez alguna pueda reconocerlo.
— No creo que puedas hacer mucho— respondo—. El rostro de la persona no puede verse en ninguna de las grabaciones, porque se mantuvo con la mirada baja durante todo el tiempo que estuvieron en el banco, hizo que Patterson escogiese la taquilla más alejada de las cámaras y en las grabaciones de la parte externa tenía puestos lentes de sol y una gorra.
Aaron asiente y chasquea la lengua con desaprobación. Seguramente se había emocionado al pensar que congelando la imagen podríamos encontrar la identidad de esta persona misteriosa.
— ¿Estamos hablando de un hombre o una mujer?— Pregunta Liam.
— Por lo que puede verse en el video, parece ser un hombre. Aunque fácilmente podría ser una mujer haciéndose pasar por uno.
— ¿Aun mantenemos la teoría de que Magno pueda ser una mujer?— Inquiere esta vez Andy.
— Puede ser una mujer, dos, o tres, así como puede ser un hombre o varios. Tampoco descartamos la posibilidad de que puedan ser ambos.
— No creo que sea una mujer— concluye Andy—. Todos esos hombres eran muy grandes y pesados, hasta para un hombre con mucha fuerza, ahora imagina lo que le costaría a una mujer.
— ¿Estás diciendo que una mujer no puede ser fuerte?— Salto a la defensiva de inmediato y me irgo para parecer más grande—. Porque puedo demostrarte en dos segundos lo equivocado que estás.
— Lauren— me advierte Liam con un ligero tono de regaño—. Yo creo que deberíamos dejar de estudiar a los hombres como un todo y empezar a hacerlo de manera individual.

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roses; camren
RomantizmCuando equilibrar el trabajo y la vida personal se vuelve demasiado, Lauren Jauregui se ve envuelta en un enredo del que no sabe cómo salir. Su matrimonio parece estar cayéndose a pedazos y ella está lejos de conseguir el ascenso que se propone obte...