roses; camren

CAPÍTULO 13

Liam se ve ligeramente más tranquilo cuando bajamos de vuelta. Parece que haber arreglado las cosas conmigo lo relaja, y a la vez le da algo de seguridad al tener alguien más en quien apoyarse cuando se siente nervioso.

Retomo mi lugar junto a Camila, quien nos incluye en la conversación que mantiene animadamente con Normani, y pronto, terminamos continuando el típico interrogatorio que empezó en la cena.

— ¿Así que te gusta mi hermano?— Pregunta Camila de manera directa a Normani. Su mano está sobre mi muslo y deja suaves caricias sobre la tela de mi pantalón, mientras yo estoy recostada sobre el sofá. Liam está sentado de lado junto a Normani, con una pierna apoyada en el piso y la otra en el sillón.

— Puede que si— responde Normani, encogiéndose de hombros. Liam hace una expresión de terror y Camila y yo compartimos una mirada cómplice. Nos toma una gran fuerza de voluntad no reír.

Normani parece ser un hueso duro de roer y Liam va a tener que hacer más que presentársela a sus padres para que empiece a ceder al menos un poco. Sin embargo, puedo decir con seguridad que vale la pena que siga intentándolo. Normani se ve como una buena persona, la clase de mujer que le haría bastante bien a Liam y que serviría para hacerlo sentar cabeza. Ademas, de que es casi imposible no notar la manera en la que mira a Liam cuando piensa que nadie está prestándole atención.

Pero yo lo hago, y por la manera en la que Camila sonríe con malicia sé que ella también nota lo atraída que Normani se siente hacia Liam.

— ¿Y ya fueron a una cita?

— Si, fuimos a cenar en Allbroo— responde Liam con amabilidad.

— Oh, ¿en serio? Es el restaurante de una amiga— expreso. Luego, le doy una mirada rápida a Liam demostrando que he descubierto lo que trama. Él sabe que ese es el restaurante de Ally, y llevar a Normani a cenar ahí fue una estrategia bastante buena. Seguramente se jactó de sus buenos modales y de la regularidad con la que iba al lugar, mientras tenía a los mejores meseros sirviéndoles y recibía platillos y atención especial de parte del chef. Maldito Liam y su encanto—. ¿Normani, que te pareció el lugar?

— La comida estuvo maravillosa. Definitivamente tienes que felicitar a tu amiga por el buen trabajo que está haciendo— reconoce Normani con una pequeña sonrisa, que solo me hace comprobar mi teoría sobre lo bien que fueron atendidos gracias a una pequeña llamada de Liam.

— En ese caso, podemos ponernos de acuerdo y reunirnos para cenar ahí de nuevo algún día, ¿les parece bien?— Sugiere Camila. Sé lo que está tratando de hacer. Quiere aligerar la presión de una cita a solas incluyéndonos a nosotras —y tal vez hasta a Ally— en el panorama. Además de que de ese modo, compromete a Normani a una cena con nosotras, aunque para el momento decida que no quiere continuar con lo que sea que tenga con Liam.

A veces me olvido de la suerte que tengo de haberme casado con una mujer tan inteligente como Camila.

— Suena genial— acepta Normani. Camila y yo nos miramos, y no necesitamos de palabras para saber que estamos pensando lo mismo. "¡Lo hicimos!", casi puedo escuchar que grita ella.

— Supongo que ya han intercambiado números, así que podemos arreglar todos los detalles por mensaje— dice Liam. Se levanta del sofá y extiende su mano para ayudar a Normani a hacer lo mismo—. Pero creo que ya se nos ha hecho tarde y lo mejor es irnos.

Camila se levanta y me ofrece su mano para que yo también lo haga. Mantenemos nuestras manos entrelazadas mientras caminamos por la casa en busca de nuestras cosas y nos despedimos de su madre —ya que Will había decidido acostarse más temprano—, y solo las soltamos cuando ella cierra la puerta del copiloto y lo rodea para llegar al lado del conductor. Una vez que empezamos a avanzar por la calle, soy yo quien vuelve a entrelazar nuestras manos y dejo que reposen sobre su regazo.