SU DULCE FRAGANCIA - fanfiction wigetta

Capítulo 29 - Grandes lazos

Narra Alejandro:

La visita de Guillermo me había tomado por sorpresa, no me acordaba cuando fue la última vez que él vino aquí, pero sinceramente, esperaba más que fuera el repartidor de pizza.

Desde que nos mudamos a Madrid las cosas empezaron a cambiar, Frank pasaba mucho tiempo con sus amigos de carrera y Guille se fue cerrando con la universidad, ya no se juntaba con nosotros, tanto Frank como yo tratábamos de hacer lo imposible para sacarlo de su cascarón, pero quien hubiera pensado que este chico terminaría con alguien como Samuel... aunque la verdad, los envidio un poco.

Cuando éramos unos niños de trece años, un día Frank llegó a mi casa porque se le había olvidado las llaves, regularmente cuando le pasaba eso acudía a Guille, pero ese fin de semana había salido con su familia, así que su otra opción era yo, como siempre.

-Alex, ¿jugamos fifa mientras espero que mi madre llegué a casa?- Frank siempre le buscaba el lado positivo a las cosas, cuando cometía un error le encontraba una ventaja para no deprimirse y eso realmente lo admiraba.

-Está bien, pero ¿Cuánto tiempo piensas que tardará tu mamá?- Frank sonrió y pasó volando hasta el sofá para instalarse a jugar –no lo sé, ella siempre llega tarde, por eso voy con Guille a pasar el rato- dijo mirando el control que iba a ocupar.

-Ahh... entonces como no está Guille ¿yo soy su remplazo?- dije algo irritado cuando me senté a su lado -¿pero qué dices Alex? Lo que pasa es que casi siempre te enfadas conmigo, a veces no sé si te incomodo, por eso trato de molestarte lo menos posible- dijo mirándome a los ojos.

-No me molestas, soy algo irritable y es algo que no puedo controlar, así que no te preocupes- Frank mostró una amplia sonrisa y me dio un fuerte abrazo repentino.

La presencia de Frank por algún motivo me inquietaba, muchas veces le miraba más de la cuenta en clases o me daban muchas ganas de hacerlo enfadar, no sabía el por qué... pero ese abrazo hizo que algo creciera en mí, un sentimiento que me consumiría por mucho tiempo y por miedo al rechazo, lo encerré en lo más profundo y oscuro de mi corazón.

Cuando recobré la razón, Guille se había parado a tomar una foto que se encontraba en el suelo, la agarró y me volteó a ver –recuerdo este día, fue en la fiesta de Hallowen que había hecho el colegio ¿no?-.

Yo ante ver la foto solo pude asentir con la cabeza, Guille volvió a sentarse en el sofá mirando detenidamente la foto, tenía una gran sonrisa y una mirada nostálgica, me gustaría poder tener esa misma expresión, pero solo tengo malos recuerdos de ese día.

-Esa noche... tenía pensado decirle mis sentimientos a Frank- dije para romper el melancólico silencio, Guille dejó de lado la foto y me miró curioso -¿y por qué no lo hiciste?- preguntó.

-El miedo me invadió, pensaba que como estábamos disfrazados y disfrutando de la fiesta yo podía tener una posibilidad, pero cuando lo tuve en frente mis inseguridades me invadieron y no pude hacerlo- respondí parándome a buscar una nueva lata de cerveza.

-Alex, ya has bebido mucho, no te hará bien- dijo Guille parándose nuevamente para detenerme –¿y eso que importa tío? Lo único que puedo hacer es tratar de ahogar mis penas porque ya no sé qué hacer con ellas- exclamé ante su sermón de madre.

-Aún puedes decirle- dijo mirándome a los ojos, sus palabras me retumbaron y se quedaron insertos en mi cabeza, sé que tengo tiempo para hacerlo, pero él ya tiene novia... y la quiere mucho, me lo hizo ver cuando vino llorando producto de una pelea que tuvo con Claudia, no dejaba hablarme de ella y yo solo tenía que contener mi dolor para consolarlo.