Una gran celebración se estaba llevando a cabo en un hotel lujoso de Madrid, los invitados se movían de un lado a otro buscando a sus parientes o amigos que hace mucho tiempo no se veían.
Los padres de los novios estaban nerviosos y emocionados a la vez, era un día importante para la vida de sus hijos, entrarían a un mundo lleno de compromisos y firme determinación. Ya que el estar casado era una gran responsabilidad, porque cada decisión que tomen en el camino involucraría al otro y deberían luchar juntos para que perdurara su felicidad.
Los dos Novios estaban en diferentes habitaciones, arreglándose para aquel esperado momento, Guillermo por un lado no paraba de beber agua, estaba tan nervioso que creía que se equivocaría en los votos, Samuel no se quedaba atrás, estaba pegado en el espejo revoloteándose el cabello, sus manos inquietas delataban sus sentimientos intranquilos.
La boda era lo que más querían en el mundo, pasaron todo un año esperando y planeando cada detalle, Samuel al estar en el negocio de la florería, tenía la mitad del trabajo hecho, conocía varios amigos que requerían de sus flores para sus eventos y él los llamó para que su anhelado día fuera perfecto.
Guillermo estuvo viendo el lado de los invitados y costeando todo los gastos que habría para ese día, recibió mucho apoyo de Alex que estaría de padrino en la boda y también con sus respectivas familias.
-Joder... ahora me darán ganas de ir al baño- dijo Guillermo agitado y soltando ligeramente la corbata que la sentía más apretada que nunca.
-Guille debes relajarte, has estado viviendo con Samuel desde hace mucho, esto solo es un trámite que deben pasar juntos- dijo Karol tratando de calmar al pobre chico.
-Pero no es cualquier trámite Karol, ¡hoy me voy a casar! He estado esperando por este día mucho tiempo, tengo miedo que las cosas no resulten- Guillermo se sentó sujetando con ambas manos su cabeza.
-Eso no Guille, créeme que jamás pensé que llegarían tan lejos con su relación, pero han demostrado que se quieren por sobre todas las cosas, es normal tener miedo... te lo dice tu hermana menor, Samuel jamás dejará de apoyarte, hacen un increíble equipo- Guillermo levantó de apoco su vista en dirección a su hermana, le sorprendía que aún siendo más joven que él tuviera esa confianza, ha sabido muy bien tratar los conflictos internos de Guille y que no se ahogase en sus temores.
-Gracias Karol, no sabes lo que significa para mí este día... el tenerte aquí a mi lado me hace sentir más tranquilo- dijo con una pequeña sonrisa la cual contagió a su hermana.
En la otra habitación, estaba Samuel arreglando sus últimos toques, le encantaba ser perfeccionista, pero su obsesión con la imagen personal estaba revelando los nervios que le generaba la boda.
-Samuel ¿qué estas esperando tío? Los invitados están cansados- dijo Abel una vez interrumpido en la habitación.
-Ya voy, solo que no me convence del todo si estoy bien- dijo nuevamente arreglándose el cabello, Abel se le acercó y le agarró de los hombros para detenerlo de un susto.
-Estas bien, deja de preocuparte por eso, no querrás hacer esperar a tu chico en su propia boda ¿no?- Samuel sonrió sonrojado y se paró de aquella silla ya convencido de salir a la ceremonia.
-Tienes razón... vamos tío- los dos chicos salieron de la habitación y empezaron a conversar y saludar a la gente que venía llegando al hotel, algunos eran amigos de su pueblo, otros compañeros de trabajo que involucraba a la florería y todos asistieron gustosos al matrimonio de Samuel.
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SU DULCE FRAGANCIA - fanfiction wigetta
FanfictionGuillermo era un chico normal que estudiaba en la universidad, ya estaba en esos años que debía buscar un trabajo y entonces salió a encontrar suerte, pero lo que no esperaba era que ese día sería víctima de un asalto, el miedo abundaba en el joven...