Capítulo 26 - Destinados (+18)

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Narra Guillermo:

El sol bajaba cada vez más, la brisa de la noche estaba tomando fuerza y empezaba a soplar todo el pastizal que había alrededor, las hojas caían de los árboles y el sonido del lago componía una bella melodía en la cual nosotros nos veíamos envueltos.

Samuel estaba encima de mí, me dominaba a su antojo y yo me dejaba desistir, sus besos eran mi perdición, sus manos se apoderaban de mi cuerpo y me empezaba a desnudar poco a poco.

Me sacó la camiseta y la dejó a un lado, como estábamos en pleno campo, utilizaba los harapos para que no tocáramos el suelo directamente y pudiéramos continuar sin ningún problema.

Una vez que mi torso estaba al descubierto, Samuel se mordió los labios muy provocativamente y comenzó a besar mi cuello, la sensación era sumamente placentera, sus finos labios besaban zonas que hacían que se me erizara la piel, me sujetaba fuerte de su camisa como si quisiera arrancársela y Samuel se percató de ello.

-Uyy... tranquilo fiera – dijo con una sonrisa traviesa, yo no pude evitar sonrojarme y tapé mi rostro con mis manos –Chiqui, no te escondas- dijo con un susurro muy cercano a mi oído.

-Samuel, soy el único aquí que está casi desnudo... es normal que me avergüence- dije con mi rostro colorado, después de eso sentí que Samuel se alejó un poco de mi cuerpo y me preocupé, así que rápidamente saqué mis manos que cubrían mi vista para saber que había pasado, pero me topé con una imagen realmente sensual de Samuel quitándose su camisa, su cuerpo era increíble, tenía músculos que ni siquiera yo sabía que podía tener, un abdomen bien marcado y ligeros bellos en su pecho que lo hacían lucir muy masculino.

-No te quedes embobado ahí chaval o te entrará un insecto-dijo soltando una sonrisa resplandeciente, se acercó suavemente hacia mí y me besó de manera intensa, sentía que me quería robar el aliento, sus manos se adueñaron de mis caderas y empezó acariciarme suavemente.

Nuestros torsos se rozaban con el furor de nuestros besos, Samuel bajó a mi pecho y con su lengua recorrió todo el sector hasta llegar a mi pezón, mi respiración se entrecortaba ante la excitación, mi mente estaba totalmente en blanco y mi cuerpo gritaba desesperadamente que continuara, me sentía una persona irreconocible, el yo de hace unos meses, todavía estaría metido en los libros, estaría soltero y optando a una recomendación para un buen trabajo, pero... estoy aquí, uniendo mi cuerpo con el de Samuel, donde mi futuro se veía nebuloso e incierto, sin embargo, no estaba más solo.

Samuel seguía lamiendo mis pezones, mientras yo me agarraba fuerte del pasto, estaba en plena lujuria, mi cuerpo reaccionaba a todas sus caricias, incluso la zona baja del estómago.

Samuel deslizaba sus manos por toda mi piel y llegó hasta un pequeño bulto que se había incrementado de pronto. Nos miramos casi a la vez, podía ver sus ojos que tenían el deseo de seguir, pero necesitaba mi permiso, yo estaba realmente asustado, todo esto se estaba descontrolando y no sabía hasta que punto podría llegar mi lado pervertido que Samuel despertaba en mí.

Agaché mi cabeza afirmando que podía continuar y con una ligera mueca perversa abrió el cierre de mi pantalón. Ostras... ¿pero que estoy haciendo? Si mis padres me vieran seguro me desheredarían, pero estaba tan contento con estar así de cercano a Samuel, que parte de mis miedos se trataban de manifestar vagamente.

Al estar perdido en mis pensamientos, me distrajeron de lo que Samuel estaba haciendo, él había bajado mi pantalón hasta la rodilla y había sacado mi miembro del calzoncillo, mi cara estaba completamente roja, me encontraba totalmente al descubierto, Samuel estaba mirándolo fijamente mientras lo sostenía que me provocaba que creciera cada vez más.

SU DULCE FRAGANCIA - fanfiction wigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora