Capítulo 15 - Pequeñas tensiones

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Narra Samuel:

Todavía estaba arrepentido por la forma que había actuado con Guillermo, de pronto cuando lo tenía tan cerca de mí, un sentimiento indescriptible me decía que no lo dejase escapar, aún mientras él mostraba un rostro espantado no podía dejar de observarlo detenidamente, era como si lo quisiese desnudar con la mirada, su respiración la sentía tan cerca que casi se fusionaba con la mía, pero lo que más me inquietaba es que Guillermo no había puesto resistencia alguna.

Mi cabeza ya no daba para tantos oscuros pensamientos, por un momento sentía que el Samuel de hace seis años atrás había vuelto y mi presa era Guille, el chico que tanto quería olvidar había despertado por la inocencia y ternura que Guillermo desprendía.

¿Cuándo pasó todo esto? En verdad quiero hacerme amigo de esta persona, jamás en mi vida me había llevado tan bien con alguien, Abel era mi amigo sin ninguna duda, pero no tenía la misma conexión con la que tengo con Guille, cuando nuestros ojos se encontraban contemplábamos la galaxia, no había entorno, no había sonido, solo nosotros dos como unos silfos perdidos en aquella nebulosa.

La interrupción de aquella señora diría que fue mi campaña de salvación, no sabría que hubiese hecho después si seguía él tan cerca de mí, tenía que dar una explicación a Guillermo, pero... ¿Qué le puedo decir? no encontraba palabras para excusarme o sentir que había un error en aquella situación.

La gente seguía entrando a la tienda y yo tuve que dejar a un lado mi conciencia para poder atenderlos, yo ya no podía dar más rodeos a lo que había pasado, solo tenía que actuar normal y seguir, pero esta vez tenía que ponerme estricto para controlar estos preocupantes instintos.

Ya era pasado del medio día y yo estaba exhausto, fui a la nevera que tengo instalado en la tienda para poder tomarme un pequeño descanso, pero lamentablemente estaba vacía, se me había olvidado rellenarlo esta semana, así que me di la libertad de cerrar la tienda por unos minutos para ir a comer a otro sitio.

Una vez puesto el cartel de cerrado caminé en dirección al café que está muy cerca de aquí, hace mucho tiempo no lo visitaba y le había dicho a Sergio que opinaría sobre el nuevo menú que han sacado. Ya apenas estaba llegando y me encontré con la sorpresa de que estaba repleto, me impresionaba la popularidad que había ganado en tan poco tiempo.

Miraba mucha gente con pareja y en la única persona que podía pensar en ese minuto era en Guille ¿habrá almorzado este chaval? Tal vez debería llamarlo y poder arreglar lo de esta mañana, no era mala idea, solo me preocupaba el hecho de que tal vez él no quería hablar conmigo, después de todo salió huyendo...

Me armé de valor para poder llamarlo al móvil, pero como lo pensé, él no me contestaba, seguía insistiendo pensando que tal vez no había escuchado su teléfono, pero guille no me respondía la llamada.

La había cagado tío... él, lo único que hace es preocuparse por mí y yo le gastaba esas tontas bromas, regularmente ponía a Guille incomodo porque su expresión era demasiado tentadora, pero no pensaba en sus sentimientos, era un completo egoísta.

La fila avanzaba y ya era mi turno, se me acercó un chico alto, delgado y con unos ojos que flipas en colores –buenos días señor pase por aquí, lo llevaré a su mesa- amablemente el chico me llevó a una mesa muy cercana a la ventana, no es de mis favoritas, pero tampoco podía pedir demasiado viendo lo lleno que estaba el lugar.

Miré el menú y me sorprendí por las diferentes cosas que habían ¿hace cuanto tiempo no venía a este lugar?, tenía postres exóticos y diferentes tipos de granos importados.

–Quiero un café cortado con este tipo de grano y unos financiers para acompañar, por favor- le entregué la carta al chico y él se fue con una sonrisa a la barra para dar el pedido.

SU DULCE FRAGANCIA - fanfiction wigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora