Capítulo 22 - Declaración de guerra

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Narra Samuel:

Jamás podía haber imaginado que mi paciencia llegaría hasta este límite, tenía toda la intención de confesarme adecuadamente con Guille en esta cita, pero las circunstancias me condujeron a que él entendiera por las malas.

Su piel, sus labios, su voz, todo... me envolvían en un sueño del que no quería despertar, pero tenía que hacerlo, hasta que Guille no sienta lo mismo por mí no haré algo de lo que me vaya a arrepentir, porque el único que sufrirá en esto seguro seré yo...

Para calmarme un poco compré una botella de agua de las maquinas del centro comercial, estaba tan encendido todavía que en menos de diez segundos me la acabé por completo.

Miré hacia atrás y Guille ya había salido de la sala del cine en la que estábamos, me miraba fijamente, su rostro estaba colorado y su cabello revoltoso, de los puros nervios me giré para poder tranquilizarme, porque aún mi corazón palpitaba como loco por lo que habíamos hecho dentro.

Sacudí mi nuca para pensar rápidamente qué es lo que debería hacer ahora, pero estaba tan bloqueado que se me hacía difícil pensar en algo para que pudiese continuar bien nuestra amistad.

Voltee nuevamente y Guille seguía mirándome, me acerqué a donde él estaba y le pregunté si quería comer algo, le di la opción de que me siguiera, pues no sabía que estaba pasando por la mente de Guillermo ahora mismo.

Empecé a caminar y no escuchaba que me siguiera, yo ya estaba convencido que sería abandonado en la primera cita, realmente soy tonto por haberme dejado guiar por mis impulsos así, nadie te puede obligar a querer a una persona y yo con esa acción estaba esperando que me eligiese sin importar que... estaba desesperado por tenerlo que no me dio importancia de que a él no le gustaban los hombres.

-¿Guille?- una voz de una chica que estaba por un costado me hizo girar rápidamente para atrás, efectivamente, Guille estaba detrás de mí, pero tenía una expresión un tanto pálida.

Me acerqué a él para saber qué es lo que le pasaba, pero no reaccionaba ante mis palabras, después de unos segundos miró a un lado ignorando totalmente mi existencia y comenzó a decir algo de forma titubeante.

-...Melissa...- dijo con un ahogó al final, ¿Melissa? Miré al costado y estaba una chica de cabello negro que se encontraba parada con una cara de asombro.

-No... no estaba segura de que fueses tú... has cambiado mucho- dijo la chica como si no terminase de creer que Guille estaba ahí ¿Qué es lo que estaba pasando? ¿Guille conoce a esta persona?

-Vine... por unos días... porque una amiga se casará... no esperaba encontrarte aquí... me gustaría... que pudiésemos hablar... ¿puedes Guille?- la chica se empezó a aproximar, pero Guille reaccionó con susto y retrocedió unos pasos, estaba temblando y su expresión mostraba terror.

-N... no...- solo esa palabra me bastó como para tomar acción sobre el asunto, tomé la mano de guille que todavía estaba congelado y lo llevé fuera de ese lugar, miré de reojo a la chica y se quedó pasmada ante la interrupción que había hecho, pero no podía quedarme ahí viendo que Guille estaba pasándola mal.

Llegamos a las puertas del centro y me digné a pararme para ver como se encontraba Guille, pero estaba igual, diría que ni siquiera se había percatado que yo lo llevé a rastras por todo el centro comercial para alejarlo de esa mujer.

-Guille ¿Qué tienes? Por favor, háblame- los ojos de Guillermo estaban perdidos en la nada, era como si su espíritu de lo hubiesen robado ¿Quién es esa mujer como para que Guille estuviera así?

SU DULCE FRAGANCIA - fanfiction wigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora