Narra Guillermo:
Había momentos en las que pensaba, ¿Cuánto iba a durar tanta felicidad?, por mucho tiempo, yo huía de tener una relación amorosa con alguien, tenia temor a que me partieran nuevamente el corazón, que me abandonara sin ningún motivo o tal vez se cansara de mi.
Todas esas inseguridades aún las tenía con Samuel, este chico se ha convertido en mi fortaleza y si un día llega a desaparecer por completo de mi vida, me volvería loco.
Jamás me había angustiado o movido tanto por una persona, ni siquiera con Melissa, cuando ella me dejó yo me quedé completamente empanado, no hice nada para impedir que ella se alejara, pero con Samuel... aún cuando no lo conocía, quería hacer lo posible para estar cerca de él, verlo diario, conocerlo de forma más intima... incluso ir a buscarlo hasta su pueblo para que no se alejase de mi.
Todo esto era nuevo y a la vez aterrador, no por el hecho que Samuel sea un chico, de alguna forma ya lo superé, pero... este amor tan grande me asusta... Samuel es una persona increíble, muchas chicas están dispuestas a ser su consuelo si un día nosotros llegásemos a terminar... y si eso llegase a pasar... ¿Por qué motivo sería?...
La alarma sonó de repente y me despierta de mi meditativo sueño, me sacudí el rostro con las manos para espabilarme y apagué la alarma para que deje de meter tan escandaloso ruido.
Cuando miro abajo, me doy cuenta que estaba desnudo, me sonrojé al recordar lo que Samuel y yo habíamos hecho ayer, jamás habíamos sido tan salvajes al momento de tener sexo, Samuel estaba hecho todo una bestia parda, me indujo a probar posiciones que en mi vida yo imaginé hacer y sobre todo, que si no me hubiera quedado dormido, seguramente estaría dispuesto a continuar.
Al mirar hacia el lado de Samuel me doy cuenta que no estaba, ¿Dónde se habrá metido? -¿Samuel?- grité a la puerta de la habitación para ver si había respuesta, pero al parecer estaba solo yo en el apartamento, que raro... ¿se habrá ido a la florería? Volteé a ver el reloj y me doy cuenta que la hora es la que usualmente nos despertamos para alistarnos a ir a la florería.
Me acostumbré al horario de Samuel, él por el trabajo se levanta muy temprano, por lo que yo también decidí levantarme a esa hora para aprovechar más el día.
Voy a la mesa de noche para tomar mi teléfono móvil cuando veo que hay un mensaje de texto de él.
Chiqui espero hayas tenido un buen sueño, yo he tenido que irme más temprano a la florería, estoy trabajando a tope, nos vemos en casa, cuídate y recuerda que te quiero mucho.
Así que si fue a la tienda, no sé qué tipo de trabajo le habrán encomendado, pero debe ser realmente importante como para irse temprano, tal vez... ni siquiera estará consciente de comer bien.
En ese momento se me ocurrió una gran idea, ¿Por qué no ir a visitarlo con un almuerzo? Seguramente estará hambriento y como es muy extremista con el trabajo, no se preocupará de su salud hasta haber terminado con ello.
Me dirigí al baño para ducharme, fui a la cocina a tomar desayuno y una vez terminado, me puse a ordenar el apartamento, ayer habíamos dejado un gran desorden, el sillón estaba en una mala posición, mis ropas están esparcidas por el lugar y habían pasado a llevar adornos que teníamos en la sala. Lo que me sorprendió es que las ropas de Samuel no estaban tiradas, no creo que se las haya llevado hoy cuando debería ponerse unas limpias.
No le di mucha importancia al asunto y continué limpiando la sala, seguí con la habitación y el baño para dejar al final regar las plantas y ponerme a cocinar algo.
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SU DULCE FRAGANCIA - fanfiction wigetta
FanfictionGuillermo era un chico normal que estudiaba en la universidad, ya estaba en esos años que debía buscar un trabajo y entonces salió a encontrar suerte, pero lo que no esperaba era que ese día sería víctima de un asalto, el miedo abundaba en el joven...