Isabella.
Creo que estaba muy cansada ya que dormí hasta el día siguiente.
Revisé mi celular y ví que eran las seis de la mañana, puse mi celular a un lado mío y me quedé mirando hacia el techo.
Genial, fin de semana y estoy despierta a esta hora.
Decidí darme un baño rápido, hoy en la tarde me vería con Freddy y... No sé qué vaya a suceder.
(...)
Una vez vestida y arreglada bajé a la sala, eran las diez y supongo que debía desayunar algo.
—Isa, buenos días. —saludó Bryan cuando llegué a la sala.
—Buenos días, Bry. —dije sentándome a su lado en el sofá. —¿Y Alonso? —pregunté, noté como la comisura de sus labios se elevó un poco en una pequeña sonrisa pero lo dejé pasar.
—Creo que dijo algo sobre preparar el desayuno él mismo. —comentó mi amigo y fruncí el ceño. —Está en la cocina ahora mismo por si quieres ir. —me levanté del sofá inmediatamente para comprobar lo que dijo Bryan.
Cuando llegué a la cocina vi a Alonso mirando un huevo atentamente, lo golpeó en la orilla de la mesa y este se rompió completamente.
—Creo que usaste mucha fuerza. —dije haciéndolo sobresaltar, caminé hacia él y tomé un huevo. —No debes usar mucha fuerza o sino pasará lo que te acaba de pasar. —él me sonrió.
—Quería hacer algo por mi cuenta pero ya veo que soy un fracaso. —me dijo mientras se recargaba en la pared de junto, solté una pequeña risa.
—Estás acostumbrado a que te hagan el desayuno. —dije encogiéndome de hombros. —¿Qué es lo que ibas a preparar? Tal vez pueda ayudarte.
—No es necesario, le diré a alguien mas que prepare el desayuno. —hice una mueca y él soltó un suspiro.
Lo miré a los ojos, sentí mi pecho estrujarse y en mi estómago una extraña sensación. El tono azul verdoso de sus ojos me hacía sentirme en otro lugar, perdida y extrañamente feliz.
—Oigan, ¿qué vamos a desayu....? —dijo Bryan entrando a la cocina sin completar su frase. —¿No está listo el desayuno?
—No. —dijo Alonso volteando a mirarlo. —Le diré a alguien que preparare el desayuno. —y dicho esto salió de la cocina rápidamente.
—¿Pasó algo? —preguntó Bryan mirándome con los ojos entrecerrados.
—No, él sólo intentaba cocinar. —dije mientras le dedicaba una media sonrisa. —¿Irás al baile de la escuela? —pregunté cambiando de tema.
—No tengo razón para ir, sólo llevaré a Alonso supongo. —respondió mientras se encogía de hombros. —¿Y tú con quién irás?
—Supongo que con Freddy. Iré a hablar hoy con él. —Bryan negó con la cabeza y caminó hacia la sala. —¿Tiene algo de malo? —cuestioné persiguiéndolo.
—No... Bueno, sí. —se dio media vuelta. —Isabella ese chico no te merece. —bajé la mirada y mi amigo continuó hablando. —No puedo creer que hayas aceptado hablar con él.
—Tarde o temprano debía hacerlo. —respondí pero Bryan no me miraba, tenía los brazos cruzados y se le veía molesto.
—Bien, pero si las cosas no salen como esperas no dudes en llamarme. Estoy molesto, sí. Pero eres mi mejor amiga y no dejaría que ese tipo te hiciera algo. —le sonreí y me abrazó.
—Gracias. —dije cuando nos separamos y él asintió.
Debo admitir que me sentía nerviosa, no sabía qué iba a suceder entre Freddy y yo después de todo esto.
No quiero continuar con este Freddy celoso.
Él no es el Freddy al que conocí y del que estaba enamorada.
(...)
Cuando por fin llegó la hora de que fuera a encontrarme con Freddy bajé a la sala ya que había subido a la habitación para arreglarme un poco.
—¿Vas a salir? —preguntó Alonso mirándome con el entrecejo fruncido.
—Sí, lamento no haberte dicho. Es que yo...
—No, no tienes porque avisarme lo que vayas a hacer. Puedes irte, sólo... Cuídate. —dijo interrumpiéndome, asentí sonriendo y salí del castillo.
Atravesando el gran jardín no pude evitar sonreír al recordar lo que me dijo Alonso antes de salir. Estos últimos días me he sentido extraña, aparte de mi repentino aborto.
Caminé hacia una parada de autobúses y me subí a uno que me dejaría cerca de la heladería en donde me vería con Freddy. Iba jugueteando con mis manos debido al nerviosismo que sentía por hablar con él, no es como si fuésemos a ponernos de acuerdo para firmar un divorcio pero supongo que se debe sentir parecido ya que mi tío solía ponerse nervioso cuando sabía que debía reunirse con su antigua esposa cuando iban a arreglar su divorcio.
Agh, no puedo evitarlo.
Unos minutos después bajé del autobús, sentía mis piernas temblar y con el poco equilibrio que tenía logré llegar caminando a la heladería en donde ya se encontraba Freddy esperándome e inmediatamente se puso de pie para caminar hacia mí y guiarme a la mesa en la que anteriormente estaba, me hizo un lugar a un lado suyo pero preferí sentarme frente a él.
—¿Cómo te sientes? —preguntó, me atreví a mirarlo a los ojos los cuales se veían rojos e hinchados.
—Un poco mejor. —dije desviando la mirada, me partía el corazón verlo tan triste.
Sentí su mano en mi mejilla izquierda, me miraba con tristeza y sentí como mi pecho se oprimía. A pesar de todo lo que ha pasado puedo comportarme indiferente con él.
—Lo lamento tanto, Isa. —tomó mi mano, esta vez no traté de apartarme de él. —Lo he estado pensando desde ayer y sí, todo esto fue mi culpa. Yo tuve la culpa por actuar de esa manera, yo y mis celos impulsivos causaron todo esto. Yo fui el culpable de que nuestro bebé no siga vivo. —dijo con lágrimas en los ojos causando que comenzara a nublarse mi vista.
No dije nada, no quería decir nada porque sabía que mi voz saldría quebrada y me hundiría en un mar de lágrimas.
—No quiero que nada entre los dos cambie, quiero que continuemos siendo esa pareja feliz envidiada por todos. Quiero tenerte de regreso conmigo, Isabella. —aparté mi mano de la de él soltando un suspiro.
—Freddy, no creo que eso sea bueno. —él me miraba con el entrecejo fruncido, se levantó de su lugar y fue a sentarse junto a mí.
—Isa, si es por mis celos te juro que cambiaré. Dejaré de ser tan celoso y te daré tu espacio, no habrá más dramas y tendré más confianza en ti. —dijo mientras yo lo miraba fijamente.
—Es fácil decirlo pero cumplirlo ya es diferente, Alfredo. —él bajó la mirada.
En este momento estoy realmente confundida. Yo misma dije que no quería echar a perder la relación más larga que he tenido en mi vida pero no me siento segura de que estar con Freddy sea buena idea.
—Lo haré, te lo juro. —respondió él. —¡Isabella! ¿Es que no entiendes? ¡Si no estoy contigo me muero! ¡Me muero y no sabría qué hacer sin ti! —exclamó llamando la atención de algunos clientes, solté un suspiro y comencé a derramar algunas lágrimas.
Supongo que podría darle otra oportunidad.
—De acuerdo, pero tendrás que volver a ganarte mi confianza. —una sonrisa se formó en su rostro.
—Lo haré, Isa. Te juro que no te fallaré y seguiremos siendo igual de felices que el primer día. —dijo acercándose a abrazarme.
Tuve que regresarle el abrazo pero esta vez se sentía distinto, no era el mismo abrazo que me hacía sentir llena y feliz.
No se sentía como Alonso.
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The Prince #1
FanfictionÉl era un príncipe futuro heredero del trono. Su vida era perfecta hasta que un día sus padres murieron y quedó a cargo de su tío Ethan quien a su vez lo manda a estudiar a una preparatoria pública. Lo que Alonso no sabe es que al cumplir los 19 añ...