49. Extraña sensación

3.7K 308 65
                                    

Isabella.

Al fin había llegado el día del baile. Cassandra me había convencido de quedarme en su casa para arreglarnos las dos ya que ella decía que debía verme espectacular esta noche.

Aún faltaban un par de horas y durante todo ese tiempo Freddy me había mandando mensajes pregúntandome cómo estaba y a qué hora pasaba por mí, pero le dejé en claro que yo misma me iría con Cassandra hacia el salón en donde se llevaría a cabo el baile.

—Sólo un par de horas más, ¿no te sientes ansiosa? —preguntó mi amiga sonriendo, a ella le encantan los bailes que la escuela organiza, dice que es un día especial en el que puede poner en práctica sus dones de maquillaje y vestuario.

—Estoy... Me da igual. —le respondí sincera, ella hizo una mueca y se sentó a mi lado en la orilla de su cama.

—Irás con Freddy, ¿cierto? —asentí levemente. —Si yo fuera tú hubiera ido con alguien más. —arrugué el entrecejo y ella sonrió. —Como con el príncipe.

—Él va a ir con Nat. —le conté y Cassandra agrandó más su sonrisa.

—¿Estás diciendo que si él no fuera con Nat tú hubieras ido con él? —sentí mis mejillas arder y quise abofetearme en ese momento.

—N-No. —tartamudeé, escuché una pequeña risa por parte de mi amiga y solté un suspiro. —Cass, me siento muy rara. —le dije mientras tapaba mi cara con ambas manos.

—¿Rara por qué, Isa? —cuestionó, quité las manos de mi rostro y la miré.

—Tiene que ver con el príncipe. —los ojos de mi amiga brillaron y una sonrisa se formó en su rostro.

—¡Cuéntame! ¿Ya te diste cuenta que él te gusta? —exclamó emocionada.

—No, pero... —ella me miraba atentamente, como si no quisiera perderse cada una de mis acciones. —Cuando estoy con él... Me siento, de alguna manera, feliz. ¿Me entiendes? Mis problemas desaparecen por unos instantes y el verlo a los ojos me causa una sensación extrañamente agradable.

—¡Es porque él te gusta! O solamente te atrae, pero sientes algo por él. —exclamó sonriente.

—Pero es que yo no puedo sentir algo por él, Cassandra. Se va a casar en una semana o talvez en unos cuantos días. —ella hizo una mueca, soltó un suspiro y se levantó a encender la televisión, tal vez ella necesitaba que pensara otras cosas.

—Averígualo, quizá y él también siente algo por tí. —me dijo antes de salir de la habitación.

Solté un suspiro pesado y me dejé caer en la cama mirando hacia el techo.

¿Cómo quiere que averigue si él me gusta? Es algo complicado de hacer.

Se ha captado al príncipe el día de ayer en el centro comercial saliendo de una joyería. Según las personas que también se encontraban en el lugar escucharon decir al príncipe que se casaría. ¿Será que tendremos a los próximos rey y reina en camino? —me incorporé nuevamente al escuchar aquello de la televisión y, efectivamente, en la pantalla se mostraba una foto de Alonso saliendo de una joyería.

Ahora es definitivo, él se casará con Nat.

Repentinamente recordé que cuando salí con él nos tomaron una foto. ¿Qué ocurrió con ella? ¿Habrá salido en el periódico y por eso no la he visto? Pero todo lo que sale en el periódico debe salir en televisión ¿no?

En ese momento Cassandra regresó a la habitación con un chocolate en mano y me lo extendió.

—Necesitas energía y felicidad. —sonreí y tomé el chocolate.

—Cass. —la llamé y ella me miró. —Ayer... O hoy, ¿no viste si pasaron alguna foto en la televisión de Alonso y yo? —pregunté tímida, ella hizo una mueca y se quedó pensativa por unos segundos.

—Ahora que lo mencionas... No. —fruncí el ceño. —¿Por qué?

—Ayer lo acompañé a ver a Nat, después me invitó a comer un helado y nos tomaron una foto mientras lo comíamos. —le dije recordando lo que sucedió ayer.

—Pues probablemente sólo están acumulando las fotos para después sacarlas a la luz. —opinó mi amiga, pero lo dudo. Cualquier reportero ya hubiera mandado esa foto y la hubiera esparcido por toda la ciudad ya sea a las noticias o en algún periódico.

—¿Y tu pulsera, Isa? —preguntó sacándome de mis pensamientos, miré mi muñeca derecha y, en efecto, no traía mi pulsera.

—No puede ser. —murmuré y revisé mi bolso.

¿¡Cómo pude perder mi pulsera!?

—Tranquila, ya aparecerá. Sólo pregunté porque nunca te quitabas esa pulsera. —me dijo, ignoré su comentario y me levanté dispuesta a ir al castillo para buscar mi pulsera.

Según mi tío, esa pulsera fue un obsequio de mis padres antes de que murieran.

—Regreso pronto. —escuché que se quejaba pero no le tomé importancia y me salí.

(...)

Entré al castillo. Era extraño que la sala estuviera completamente vacía.

Caminé hacia las escaleras dispuesta a subir hacia mi habitación pero un hermoso sonido me hizo parar. Traté de seguirlo y me guió hasta la habitación en la que había estado anteriormente con Alonso.

Y ahora todo tiene sentido.

Me asomé y pude ver a Alonso sentado frente al piano, notaba como lo miraba y pasaba sus dedos por encima de las teclas sin producir nota alguna.

Pasaron algunos segundos cuando comenzó a tocarlo, la música hizo que mi piel se erizara. No quería interrumpirlo, sólo deseaba continuar escuchándolo por más tiempo.

Dime tú, ¿cómo hago para captar tu atención? Sé muy bien que en el pasado te han roto el corazón. —comenzó a cantar, no estaba segura si mi piel se pueda erizar más pero lo hizo, Alonso canta como los mismísimos ángeles. —Ábrazame fuerte y no tengas miedo amor, déjame explicarte... Quiero ser el que llena de felicidad cada espacio de soledad déjame ser tu luz.

No pude evitarlo y entré a la habitación, mi corazón se aceleró al verlo cantar, cerraba sus ojos sintiendo cada nota que tocaba y me gustaba, me gustaba la extraña sensación que estaba sintiendo en este momento

Por más que trate de sacarte y echar todo a perder. Quiero intentarlo y hacerte feliz de una vez. —me senté junto a él pero no despegó la mirada de las teclas en ningún momento. —Quiero ser el que llena de felicidad cada espacio de soledad dejame ser tu luz. —cantó mientras me miraba, sentía que mi corazón quería salirse de mi pecho

Tocó las últimas notas y se quedó mirándome a los ojos y una pequeña sonrisa se formó en su rostro. No sé si era mi imaginación pero sentía el espacio reducirse entre nosotros. Cuando me dí cuenta sentía su respiración mezclarse con la mía, lo miré a los ojos y fue ahí cuando me dí cuenta de lo que estaba pasando.

Me levanté de golpe y salí de la habitación con el corazón latiendo a mil por hora.

Iba a besar a Alonso.








N/a. La canción es de CNCO, por si tenían duda xd

The Prince #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora