La Hija De Richter //Diabolik Lovers//

La Hija De Richter //Diabolik Lovers// Capítulo 1

Reencuentro

Por fin había tocado puerto luego de varios días de viaje. Mi padre había ido por mi al puerto de Japón, en donde yacía uno de los cruceros mas caros y elegantes que el dinero podía comprar.

Un una minuscula sonrisa me acerqué a él saludándolo con una cordial reverencia que fue respondida con un leve beso en mi frente -Me alegra verlo padre, y agradezco que haya hablado con mi tío Karlheinz para que pudiera recogerme en Australia-

Richter sólo me observó con una pequeña sonrisa y me indicó que lo siguiera, llevándome hasta la lujosa limusina que nos esperaba. Subí junto con él y emprendimos el camino hacia la mansión Sakamaki en completo silencio. Cuando el coche estacionó frente la gran puerta de madera, me permití unos segundos para observar el frente. Seguía casi igual a la última vez que estuve aquí.

Abrí la puerta del auto y me dispuse a salir, sin embargo mi padre me retuvo -Nagase, recuerda comportarte y mantener la compostura, demuestra que eres superior a ellos. Y una cosa más, no menciones nada de que eres mi hija, ellos aún creen que sólo eres uno de mis experimentos-

Asentí cabizbaja mirando a otra parte y bajé de la limusina esperando que él lo hiciera también, mas no se movió de su lugar -¿Usted no bajará, padre?-

-No, iré a ver a mi hermano primero-

Sentí su tono repulsivo al referirse a él, poniendo su semblante enojado. Sin más cerré la puerta y lo observe alejarse, solté un suspiro en cuanto lo perdí de vista y me dispuse a tocar la puerta. Una de las sirvientas me atendió y al verme hizo una reverencia en forma de saludo al cual respondí de la misma manera.

-Por favor adelante, señorita Nagase-

Traspasé la gran puerta y me quedé quieta observando a mi alrededor, no había cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí.

-Sígame, la llevaré a su habitación-

Caminé tras ella sintiendo el eco de mis tacones altos chocar contra los escalones de mármol, dando una sensación de vacío y abandono en el lugar.

-Tenía informado que llegarías mañana-

Una voz masculina sonó detrás mio deteniendo mis pasos junto con los de la sirvienta. Voltando a ver encontré a un joven de cabello negro y ojos rojos mirarme desde el inicio de las escaleras.

-Oh, buenas noches, Reiji-san-

Hice un pequeño asentimiento de cabeza mirándolo sin ninguna expresión que no fuera cortesía. Él extendió su mano pidiendo sin palabras que me acercara, cosa que lentamente obedecí agarrando su mano en cuanto estuve cerca.

-Puedes retirarte Hiruka-

La criada obedeció de inmediato dejándonos a solas.

-Vaya, estas mucho mas cambiado de lo que recuerdo Reiji-san- hablé con una diminuta sonrisa.

-La última vez que estuviste aquí fue cuando éramos niños, y de eso han pasado ya mucho tiempo- Depositó un leve beso en mi mano una vez que hube bajado las escaleras y me guió hacia la sala de estar -Por cierto, luces elegante-