La Hija De Richter //Diabolik Lovers//

Capítulo 24

Suspire por vigésima vez en lo que iba del día.

No tenia nada en contra de estar todo el día en la cama, pero se volvía algo sumamente aburrido cuando las ganas de dormir se iban y ya no tenía algo mas que hacer.

Miré el reloj sobre la mesita de noche, eran cerca de las 5 pm, los vampiros de seguro estarían alistandose para ir al instituto. Solte un suspiro aburrido y agarré varios almohadones esparcidos por la gran cama para acomodarlos detras de mi espalda. Sujete uno entre mis brazos y lo abracé pegandolo mas a mi. Ni siquiera podía usar mi teléfono, ya que no tenía juegos descargados y los Sakamaki ni siquiera tenian internet como para pasar el rato.

Me sobresalté un poco al escuchar de improvisto unos sutiles golpes en la puerta de mi habitación, formule un "adelante" y observé la figura del pelinegro ingresar al cuarto por segunda vez en el día -Al fin despertaste. Tienes que cambiar tu mal hábito de dormir tanto- Caminó hasta mi y se acomodó sus lentes con su dedo índice mientras me observaba con frialdad -En fin ¿Cómo te sientes?-

Recorrí su cuerpo pulcramente trajeado con el uniforme del instituto hasta llegar a sus ojos, di un suspiro cansino antes de responder -No tengo nada ni tampoco siento nada Reiji, esto es absurdo-

Los síntomas que había sentido la noche anterior habian desaparecido como si nada a la mañana siguiente, sin dejar rastros. Reiji había quedado muy extrañado al igual que yo, sin embargo eso no lo detuvo a que me ordenara estrictamente no salir de la cama. Al principio lo acepte contenta y sin rechistar, pero luego de estar horas y horas sin poder dormirme, con un silencio sepulcral inundando el cuarto y mirando únicamente a la ventana como idiota, me di cuenta lo aburrido que puede llegar a ser estar aqui.
¿Así se sentirán ellos todos los días?

Cerré los ojos y exhale por la nariz
-Estoy harta, voy a salir de esta maldita cama- objeté mientras levantaba las cobijas de mi cuerpo con brusquedad y me sentaba en la orilla. Hice el amago de levantarme pero la voz fría y calmada de Reiji me detuvo
-Creí haber sido muy claro contigo esta mañana- camino a pasos lentos pero firmes hasta mi. Levante la vista hacia él con molestia e impotencia cuando su imponente figura se ubicó justo en frente de mi persona
-No querrás ponerme a prueba ¿Verdad?-

Bajé la cabeza y apreté los dientes frustrada. Lo que había comenzado como una "plática" esta mañana, se transformó rápidamente en una discusión que terminó conmigo metida en la cama a base de amenazas de Reiji. Resignada, volví a acostarme de nuevo sobre la gran cama y me acomodé de costado dando la espalda al pelinegro, no me quedaba mas que seguir sus exigencias.

Los pasos lentos del vampiro rondar por mi cuarto atrajeron mi mirada hacia él, volteé la cabeza levemente observandolo mientras inspeccionaba el cuarto y se detenía frente al escritorio con mis libros y tareas desparramados por la superficie. Soltó un leve suspiro y retomó su andar nuevamente rumbo a la puerta.
-Te ayudaré con tu tarea de química, luego de que volvamos del instituto- me contestó mientras me daba una ultima mirada indiferente y tomaba el picaporte para salir de mi habitación.

Chasqueé la lengua con palpable molestia en cuanto lo perdí de vista. Esto me fastidiaba. Estaba muy acostumbrada a que en mi anterior internado, en Australia, siempre fuera yo quien dominara, quien ponía las condiciones y a quien siempre debían cumplir sus exigencias.

Rodee mi cuerpo hasta quedar boca abajo mientras llevaba mis ojos nuevamente a la ventana. Intentaría dormir de nuevo, al menos asi las horas pasarían un poco mas rápido, pero cuando junte mis párpados dispuesta a hacerlo, un peso al otro extremo de mi cama me alertó. Inmediatamente voltee hacia mi derecha y abrí los ojos sorprendida cuando observé al rubio acostado a mi lado con sus auriculares puestos y sus ojos cerrados. Apoyé ambos antebrazos en la cama para sostener mi cuerpo, me percaté de que no llevaba su uniforme del instituto, lo que me llevó a preguntarle el motivo de aquello.
-¿Qué estás haciendo aqui? ¿No deberías estar en la limusina camino al inst...?-