Capítulo 9

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Visita Inesperada

La cena había concluído. Todos se levantaron y se fueron sin mas, siendo yo la última en hacerlo.

A pesar de que debía ir a la habitación de Subaru como le había "prometido" no lo hice, en cambio, me dirigí hacia el jardín trasero y de allí hacia el pequeño bosque de la mansión, explorandolo tranquilamente.

Llegué a un pequeño muelle y me senté cerca del borde admirando en silencio el cielo oscuro, pensando en algo que me ayudara a acercarme al primogénito de la familia, ya que hasta ahora no había tenido contacto con él.

-Tendré que averiguar como atraer su atención, que pesadez- Solté un suspiro algo molesto, debería ser el hombre quién intentara atraer a la mujer, no al revés, pero que mas da, tenía que hacerlo, y asi cumplir con lo establecido con mi padre.

Una brisa inesperada hizo que volteara hacia atras mirando en la dirección de la que ésta provenía, cubriendome a su vez los ojos con mis brazos por la fuerte ventisca mientras me mantenía arrodillada, produciendo que el vestido corto se alzara bastante y ondeara con fuerza.

De un momento a otro el viento cesó, produciendo que alejara con cuidado los brazos de mi rostro y comenzára a levantarme lentamente, moviendo la cabeza a todos lados para tratar de verificar que había sucedido. Al no encontrar nada suspiré dando por sentado que sólo había sido viento y nada más. Volteé mi cuerpo dispuesta a irme, pero inesperadamente una mano se posó en mi hombro deteniendome el paso. Me alarme en demasía y rápidamente me alejé dirigiéndo mi vista hacia atrás, sorprendiendome al reconocer el rostro de quién se encontraba frente a mi.
-Hola pequeña Nagase, ha pasado tanto tiempo ¿Aún me recuerdas?-

-T...ti... eh... KarlHeinz- sa-sama, por supuesto que si-

El nombrado sonrió y se acercó hacia mi acariciando mi mejilla izquierda, mirándome directamente a los ojos.
-Mira como has crecido, te has convertido en una mujer... muy hermosa-

Agradecí su cumplido aún manteniendome atónita por encontrarmelo así, provocando que tartamudeara al hablar, algo que detestaba -¿A qué s-se debe su inesperada visita?- Levanté un poco mas el rostro, pudiendo observar el extraño brillo que se había apoderado de sus orbes rojizas.

Él por su parte se inclinó a mi altura y deslizó una mano desde mi mejilla hasta mi hombro, provocando que un sentimiento incómodo se hiciera presente en mi ser, e incluso más aún al sentír su mirada clavada en mis facciones -Sentí una presencia algo familiar y me acerqué, no pensé que fuéras a ser tú, ya que mi hermano no me dijo nada sobre tu estadía aquí, que descuido de su parte-

-Oh... comprendo- Susurré agachando un poco la mirada, ya estaba poniendome nerviosa su cercanía. Pude sentír su leve risa y como su otra mano se posaba en mis cabellos acariciandolos, produciendo que ahora sí me pusiéra en estado de alerta, él jamás se mostraba tan amable, y menos cuando se encontraba en su verdadera forma -Dis-disculpeme, pero necesito volver a la mansión a... a terminar con mis... estudios-

Le dí una rápida reverencia y pasé por su lado rumbo a la mansión con prisa, esa situación estaba siendo muy incomoda para mi, sin embargo, su brazo alcanzó justo a retener el mio provocando que me detuviéra y volteara a verlo mas nerviosa que antes.

-Espera... me gustaría invitarte a tomar té conmigo mas tarde ¿Aceptarías?- Dudé por un segundo pero terminé aceptando, no podía decirle que no, y menos si se trataba de mi tio KarlHeinz, el rey vampiro.

Observé bastante sorprendida como deslizaba su mano hacia la mia levantandola para despues depositar un beso en ella, desapareciendo luego con una sonrisa una vez que me soltó.

-Menos mal que Oto-san no se encuentra aquí, de seguro habría comenzado a discutir con KarlHeinz por estar coqueteandome- Suspiré algo temerosa y corrí adentro de la mansión yendo directamente a mi cuarto, cerrando la puerta tras entrar. En cuanto volteé pegué un gritito del susto, Subaru se encontraba sentado en mi cama con su expresión  extremadamente fruncida y furiosa, provocando que chocara mi espalda contra la puerta en cuanto se levantó de su lugar.
-Te dejé muy en claro que tenías que estar en mi habitación apenas terminara la cena ¡¿Dónde te metiste?!-

Junté mis cejas enojada ¿Porqué débo darle explicaciones? No es mi hermano mayor, ni mucho menos mi padre -No tengo porqué rendirte cuentas ni a ti ni a nadie. Sólo a Richter-sama, asi que por favor retirate de mi cuarto-  Me alejé de la puerta con el fin de abrirla para que Subaru se fuera, quedandome parada al lado de ésta reteniendola.
De un parpadeo el albino llegó hasta mi y me tomó del cuello con fuerza, levantandome del piso con su rostro encolerizado.
-Con que sólo a Richter ¿eh? Veamos si tu querido "Richter-sama" podrá librarte de esta ahora, humana insignificante-

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La Hija De Richter //Diabolik Lovers//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora