Dulce y falsa modestia
Mi cuerpo producía un ligero temblor al tener al rey vampiro muy cerca de mi rostro, como si en cualquier momento fuese a besarme, acción que parecía que estaba conteniendose de hacer.
En ese momento tenía unas tremendas ganas de alejar mi cabeza a un costado para al menos impedirle que siguiera viendome tan fíjamente, pero no podía, él tenía mi mentón firmemente agarrado. Observé su sonrisa y como una de sus manos se enredaba en mi cabello peinandolo con sus largos dedos, a la vez que seguía el recorrido de ésta con la mirada
-¿Porqué me resultas tan parecida a... Cordelia?-Repentínamente fruncí el ceño y me separé de él, retrocediendo algunos pasos -Yo no me parezco en nada a esa mujer-
Mantuve la calma y compostura para no gritar. Odiaba ser comparada con esa maldita mujerzuela, ella fue el más grande error que pudo haber cometido mi padre, y la razón por la cual él se olvidaba y se alejaba de mi.
Pensar en ella me irritaba, me exasperaba, la odiaba a grandes niveles. Sacudí muy levemente la cabeza y junté mis manos en mi regazo volviendo a mi expresión normal, no debía hacer una escena frente a mi tio.
Nuevamente tomé asiento y serví el té en dos hermosas tazas de porcelana blanca decoradas con flores azules, intentando tragarme mi enojo y esconderlo bien en el fondo de mi ser
-¿Para qué deseaba verme KarlHeinz-sama?-El mayor se sentó frente a mi y cruzó sus piernas elegantemente, aceptando la taza que extendía hacia él -Nada importante, sólo deseaba pasar unos momentos contigo, querida- Cerró los ojos y bebió un sorbo de té, degustando su sabor, para luego abrir sus ojos carmesí y dirigirlos hacia mi -Me resultó inesperado que mi hermano te trajera a vivir aquí de un día para el otro. Me pregunto que lo motivó a eso- A pesar de su sonrisa, intentando disimular su comentario, entrecerró levemente los ojos sin dejar de hacer contacto visual conmigo, como buscando que le diéra alguna pista de lo que intentaba averigüar con mis facciones.
-Admito que tambien me sorprendió, y al mismo tiempo me puso feliz, extrañaba mucho a Richter-sama. Supongo que desde que murió... Cordelia... él ha tenido más tiempo de estar conmigo-
Llevé la taza a mis labios probando el té, asomando una leve sonrisa por mi comentario.-¿Cómo supiste de eso? En ese momento Richter dijo no mantener ningún contacto contigo-
Abrí los ojos y miré al peliblanco algo sorprendida, pero cambié inmediatamente mis expresiones, buscando alguna respuesta coherente -Oh... sobre eso, Richter-sama me contó brevemente en cuanto fue a buscarme al puerto-
Lo observé asentir, sin embargo su mirada no parecía haberse tragado el cuento. Traté de ignorar ese hecho preguntando cosas sin importancia, al menos para cambiar de tema.
El reloj de la sala sonó indicando las siete de la tarde, respiré un poco aliviada ante ello, ya que mi tío había decidido terminar la conversación y se había retirado por cuestiones de trabajo, no sin antes darme un beso en mi mano como signo de despedida
-Ojala pueda repetirse la ocasión querida, me gustó pasar el rato con tu presencia-Asentí y fingí una sonrisa, realmente si por mi fuera no volvería a repetir aquella incomoda ocasión con el mujeriego de mi tío.
En cuanto salió solté un suspiro confortante y relajé los tensionados músculos de mi cuerpo para luego levantarme del sofá y observar, desde el vidrio de la ventana, el elegante vestido negro que se me había obsequiado. No me quedaba para nada mal, formaba mis curvas y el color combinaba con mi oscuro cabello y ojos. Resoplé una risa orgullosa, ojalá Cordelia estuviera viva, así me regocijaría viendo su rostro sumido en la envidia al verme con tan elegante vestido, obsequiado por el hombre al que tanto deseaba tener su atención.
Aún así, dejando de lado el orgullo, me puse a pensar en todo lo sucedido anteriormente con mi tío. Estaba más que segura que él sabía quién era yo, e incluso podría decir que sabía también el parentesco que había entre nosotros ¿Aún después de eso era capaz de coquetearle a su propia sobrina? No me espantaría pensar que si, después de todo fue capaz de meterse con su propia prima de sangre y tener un hijo con ella, utilizándola con el fin crear ese absurdo y caprichoso experimento de "La nueva raza". Incluso me atrevería a decir que esta intentando hacer lo mismo conmigo, que pretende seducirme portándose como un caballero o regalándome vestidos y demás para que caiga rendida a sus pies... y luego, hacer conmigo lo que le venga en gana. Pero eso jamás se lo permitiría, no caería en sus redes como sus antiguas esposas.
Cerré mis ojos por unos instantes volviendo a suspirar y me encaminé hacia la puerta de esa habitación, saliendo por fin de aquel lugar. Lo primero que haría sería ir a mi cuarto y cambiarme el vestido por algo mas sutil, no quería levantar sospechas entre los Sakamaki ni que estas llegaran a los oídos de mi padre. Pero había un problema, y era que no siempre la suerte estaba de tu lado. En cuanto estaba llegando al pasillo que me llevaría a mi habitación, una de las tantas puertas se abrió, revelando la esbelta figura del mayor de los hermanos, quién se quedó observándome de arriba a abajo con su mirada seria -Parece ser que ya le caes muy bien a KarlHeinz-
¿Tan rápido se dio cuenta? Lo miré algo sorprendida por un breve momento y pude observar una leve sonrisa burlesca en sus labios mientras se iba acercando con pasos lentos hacia mí.
Instantáneamente negué con mi cabeza y corrí hacia mi habitación encerrándome en ella, creyendo que allí estaría a salvo de lo que pretendía hacerme Shu.
____________________________________Espero que les haya gustado! Y gracias a tod@s por seguir la historia y por sus comentarios! Me alegra muchisimo saber que es lo que piensan de esto...
Arigatou Gozaimasu~!
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La Hija De Richter //Diabolik Lovers//
Fiksi Penggemar👑Ella es la hija perfecta. 👑Superior a los hijos de mi hermano. 👑La he convertido en todo lo que su inútil madre no fué. 👑Y ahora, ella es mi ruta para conseguir mis ambiciones. 👑Me dará todo lo que Cordelia no supo conseguirme. . . 👑Ella jam...