Sangwoo

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Hay un asiento libre en el fondo, camino hacia allí esquivando a la multitud, escucho su nombre proveniente de una chica que busca su atención. Sangwoo. Sangwoo. Sangwoo. El rostro de mi salvador ahora tiene un nombre: Sangwoo.

La emoción recorre mi cuerpo como si de electricidad se tratara. Mi interior marchito no permite que este sentimiento se refleje en mi rostro, pero estoy seguro que una sonrisa sería la mejor manera de demostrarlo.

Sin exteriorizar mis emociones sigo caminando hacia mi asiento, repitiendo una y otra vez su nombre. El profesor llega provocando orden y calma. La clase transcurre normal para todos, excepto para mí. La lección llega a su fin, haciendo que los estudiantes se precipiten a salir del aula, muchos de ellos se acercan a Sangwoo para obtener un poco de su atención, mientras yo camino en silencio tras ellos. Escucho algunos trozos de sus conversaciones.

Uniendo los trozos de las frases que escuché, llego a la conclusión de que van a salir todos juntos unos de estos días. Yo también quisiera estar con Sangwoo, aunque observarlo de lejos está bien para mí, por ahora.

El día continúa sin incidentes memorables, la imagen de Sangwoo será la protagonista en mi memoria hasta que algo realmente importante vuelva a suceder.

Cada vez al cambiar de clase me encuentro estirando el cuello para ver por encima de la multitud con la esperanza de ver su ancha espalda moviéndose por ahí.

***

De camino a mi triste apartamento reproduzco sin cesar el recuerdo del chico que me gusta, no creí que algún día volvería a ver a la persona que me salvó, tal vez debería agradecerle, no, no puedo hacerlo. Podría ser una molestia, él siempre está rodeado de personas agradables, no de gente como yo.

Abro la puerta, que responde con un chirrido. El olor a humedad invade mis fosas nasales. Un rápido vistazo al lugar me deja ver que mi tío no ha regresado. Hace una semana que no tengo noticias de él, bien podría estar muerto sin que yo me enterase.

En mi camino hacia la cocina tiro la mochila en el suelo. Preparo ramen y lo como sentado en el desordenado suelo, mientras reviso mi celular carente de notificaciones, ingreso a las redes sociales donde soy un fantasma, como en la vida misma. Una idea flecha mi mente, escribo "Sangwoo" en el buscador de Instagram, aparece una larga lista de personas con su mismo nombre. Encontrar su perfil será una tarea difícil de completar.

Paso el resto de la tarde intentando hallar su perfil. La emoción recorre mi cuerpo cuando veo un perfil que podría pertenecerle. ¡Está como público! En todas las fotos se puede ver a Sangwoo muy sonriente, ¡lo encontré! Apunto su nombre de usuario en la notas de mi celular y continúo viendo sus fotos.

La noche cayó sin que me diera cuenta realmente. Antes de entrar a la cama, me quito la ropa hasta solo quedar en ropa interior.

Por mi mente revolotea el rostro de Sangwoo. ¿Cómo será su vida? ¿Qué estará haciendo ahora mismo? ¿Se duchará antes de dormir? La imagen de Sangwoo duchándose llega agradablemente a mis ojos, lo imagino frotando el jabón por todo su cuerpo para luego meterse bajo el agua caliente haciendo que las gotas se deslicen por todos sus músculos, provocando pequeñas burbujas que se acumulan en el suelo. Sin darme cuenta de lo que hago estoy frotando mi miembro por encima de la tela. Mi cuerpo está tan caliente que esas caricias no son suficientes. Bajo mi bóxer de un tirón y comienzo a pasar la punta de mis dedos por mi pene, desde la base hasta la punta, lo que provoca cosquillas por todo mi cuerpo. Cierro la mano alrededor de mi miembro, subiendo y bajando por toda su longitud, aumento la velocidad hasta que siento que estoy a punto de venirme...

Sangwoo.

Sangwoo.

Sangwoo.  

***

Sepan que estuve muy apenada al escribir esa última escena y ahora más al publicarla.
Annie, si lees esto, haz como que nunca lo leíste. ._.' <3

Matando Viviendo |Killing Stalking|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora