Los nervios me impulsan a mover mis pies uno delante de otro. Realmente quiero llegar a la clase, pero estoy tan nervioso de que, por alguna razón, Sangwoo haga como si nunca hubiéramos hablado, o que llegue con la chica de la que me habló ayer. No sé qué pensar y es por ello que no debería hacerlo.
Apuro el paso con tal de llegar a tomar la seguridad de mi asiento al final del salón. Donde no soy notado por nadie, aunque por esta vez sí quiero que alguien recuerde mi existencia. Es la primera vez sintiéndome así, solo quiero que él me vea, ser alguien con tal de ser notado.
Entrando al salón veo a dos chicas sentadas juntas conversando muy animadas, al pasar junto a ellas lo único que logro escuchar es: "aquí todos son ukes, menos Sangwoo", seguido de unas risitas tontas. Paso fingiendo indiferencia cuando en realidad estoy muy interesado, ya que mencionaron a Sangwoo. Tomo mi asiento habitual e intento espiar la conversación de las chicas, me tenso al instante, pues las escucho hablando de mí.
-Ese chico debe ser un uke súper adorable, es tan pequeño y tierno. ¿Lo imaginas con alguien tan
alto y fuerte como Sangwoo?- le dice una a la otra en tono chillón.-¡¡¡Oh, por San Yuuri Puerca!!! Son mi nuevo shipp- exclama la otra con euforia, mientras su amiga mueve la cabeza de arriba abajo sonriente.
Parece que hay más gente, aparte de mí, que opina que seríamos buena pareja, o eso fue lo que entendí. A pesar de ser algo insignificante, estos hechos le suman puntos a mi confianza para tratar a Sangwoo.
Faltando cinco minutos para la hora de entrada llegan precipitadamente casi la mitad de los estudiantes, entre ellos se encuentra Sangwoo, siendo el centro de atención, como siempre lo hace. Toma un asiento de la parte delantera de la clase por petición de un chico rubio, según puedo intuir por sus ademanes, pero antes de sentarse se vuelve hacia atrás, agita su mano y dice en un tono alto:-¡Hola, pequeño Bum!-sonríe, se gira y toma su asiento.
El saludo terminó antes de darme tiempo a reaccionar. Una sonrisa tardía llega a mi rostro, bajo la cabeza para ocultarla, no sin antes notar todas las miradas puestas sobre mí. "¿Quién es ese?" "¿Por qué Sangwoo lo saluda?", deben ser las preguntas que se hacen ellos, mientras intentan llegar a una conclusión que satisfaga sus ansias de saberlo todo. Antes de realmente ponerme incómodo por los ojos inquisitivos que me observan, entra el profesor reclamando la atención de todos dentro del aula y empieza su clase como de costumbre. Esta vez enfoco toda mi atención en entender lo que dice el profesor al frente, debido a que en las dos últimas clases no he hecho ni siquiera el intento. A pesar de casi haber estado ausente en las pasadas clases, logro entender lo expuesto al frente y, sin darme cuenta, el profesor anuncia el final de su clase. Empiezo a guardar mis útiles cuando la chica del asiento del frente se vuelve hacia mí.
-Hola, Bum- me mira de arriba abajo, haciendo que me incomode-. Soy Suni.
-Hola- aparento normalidad, cuando en realidad estoy muy nervioso por lo que vaya a decir ella.
-Encantada de conocerte- dice levantándose-. Nos vemos luego- sale despacio del salón, haciendo que me quede viéndola como tonto, intentando entender lo recién ocurrido.
La chica sale tranquilamente, mientras la observo irse extrañado. Su cabello castaño ondea con cada paso que da fuera del aula, la magnitud de este contrasta con la de su tamaño, es demasiado pequeña y su cabello muy explosivo, realmente único. Mi mirada se desvía hacia el chico alto que camina hacia mí. Los nervios afloran en mi cuerpo, de
nuevo. Un torbellino de pensamientos recorren toda mi cabeza con la búsqueda de lo más adecuado e interesante para decirle, antes de que él lo haga. Quiero tomar la iniciativa esta vez.-Eh... hey- mierda, soy de lo peor.
-Hey- responde haciendo un saludo militar y sentándose en la silla que acaba de desocupar Suni-. ¿Cómo estuvo tu fin de semana?
Lo pasé pensando en ti casi todas las horas que estuve despierto y soñándote cuando cerraba mis ojos.
-No tan divertido como el tuyo, pero no me quejo.
-Ah, lo dices por la llamada. En realidad no era una fiesta, solo nos reunimos unas cuantas personas y tomamos un poco- se encoge de hombros-. Estás invitado, ya te lo dije.
Realmente me gustaría visitar la casa donde habita Sangwoo, pasar mis días ahí. Para observarlo más de cerca, en un ambiente distinto, ver cual de las comisuras de sus labios se levanta antes en una sonrisa, la manera en que sus ojos se cierran cuando ríe, y como se mueve su boca cuando dice mi nombre. Todas esas pequeñas cosas que solo aprecias cuando pasas mucho tiempo con esa persona.-Ah, no creo que encaje ahí- bajo la mirada.
-No puedes saberlo si no los conoces- dice convencido-. Eres un adulto, ¿no?
-Eso creo- digo a la vez que miro hacia el frente del salón.
-Entonces debes tomar riesgos- sonríe abiertamente-. Aunque realmente no pareces un adulto, mira esos cachetes tan tiernos- pincha una de mis mejillas con su dedo índice repetidas veces-. Son muy suaves- pone cada una de sus manos a ambos lados de mi cara, jugando con mis mejillas. La familiaridad con la que realiza la acción hace que los colores suban a mi rostro, haciéndome sonrojar.
Sangwoo se burla de mi cara roja, diciendo repetidamente lo tierno que me veo.
Escucho unos chillidos como de animales agonizantes, provenientes de la parte delantera del salón, ambos miramos hacía allí y vemos a dos chicas, las reconozco de más temprano. Cuando se percatan que las estamos viendo se van balbuceando algo como: "mi shipp es cannon". Sangwoo y yo nos volteamos a ver extrañados y nos reímos de lo raro de la situación.
Nuestras risas se terminan cuando la puerta se abre y una voz dice:
-Sangwoo, te estaba buscando.
-Hmm, hola, Ji Eun- dice él en un tono menos animado que el de la chica.
***
Hi! :'c
Este cap está muy largo, porque no tenía internet y pues, me puse a escribir como loca. Mi adicción al internet no ayuda.
Voten y comenten. 😽
Espero les guste. ❤
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Matando Viviendo |Killing Stalking|
FanfictionYoonbum es un chico con algunos problemas que lo llevan a realizar acciones que otros tildarían de raras, para él solo son muestras de amor. A pesar de su extraño comportamiento, alguien lo acepta tal y como es. Le enseña a sonreír mostrándole las p...