Bumerang

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Estoy unos pasos atrás de Sangwoo, y no, no lo estoy siguiendo, él me dijo que me acompañaría, por esa razón aquí voy.

-Perdón que te pregunte esto, pero no estoy totalmente seguro- se voltea y espera a que llegué a su lado.

-¿Si?- digo con un hilo de voz. Los nervios recorren mi cuerpo con la espera de lo que va a preguntar.

-Tu nombre de usuario es "bum-erang", muy original por cierto, pero no creo que te llames así...

Suelto el aire que estuve conteniendo sin darme cuenta y permito que un amago de sonrisa llegue a mi rostro.

-Mi nombre es Yoonbum, pero solo Bum está bien.

-Encantado, Bum- sonríe-. Yo soy Sang... Espera, tú ya sabes mi nombre- para un momento y entorna sus ojos hacia mí-. ¿Cómo lo supiste, de todas formas?

Un sudor frío recorre mi espalda, mientras mi cerebro maquina una respuesta ingeniosa que dar.

-Yo... un día estaba- trago saliva, la cual se va por mal camino haciendo que me atragante. Empiezo a toser.

-¿Estás bien?- pregunta Sangwoo, con cara de preocupación-. ¿Necesitas agua? Traigo una botella de agua en mi mochila- abre su mochila y saca una botella transparente con la mitad de líquido aún en su interior. La destapa y me la da en la mano.

Trago el líquido agradecido por su amabilidad.

-¿Estás mejor?

-Mhhm- asiento, a la vez que respiro con normalidad de nuevo.

-Uff, creí que te ahogarías y tendría que darte respiración boca a boca- dice divertido.

Morir habría valido la pena con tal de sentir los labios de Sangwoo en los míos, aunque seguramente no los sentiría, porque estaría muerto, pero eso son detalles menores.

-Oye, Bum- Sanwgoo pasa su mano frente a mi cara, una y otra vez.

-Oh, lo siento, ¿qué decías?

-Que si te parece bien ir a la cafetería a sentarnos y comer algo.

***

Llegamos a nuestro destino, que se encuentra abarrotado de gente comprando su desayuno tardío. Sangwoo se ofrece a hacer la fila por mí mientras yo guardo sitio en una mesa al aire libre. Una chica casi me arrebata la silla cuando me iba a sentar, viendo que logré sentarme solo se fue haciendo un mohín en busca de otro lugar.

Miro a Sangwoo buscándome con la mirada, agito la mano en el aire. Al verme se encamina hacia nuestra mesa.

-Casi me peleo con un chico por la última rebana de pastel de chocolate- dice sentándose-. Aquí la tienes, espero que saborees en ella el gusto de la victoria- me pone el platito enfrente mío.

-Gra-gracias. La mesa también debería saber a victoria, aunque no creo que encuentres agradable su sabor- digo tímido.

Sangwoo hace como si fuera a chupar la superficie de la mesa, haciéndome mirarlo horrorizado y pedirle que no lo haga.

-No lo iba a hacer- levanta la mirada y suelta una carcajada al ver mi cara.

Me doy cuenta de lo tonto que fui al creer que haría algo como eso. Viéndolo reír entiendo lo gracioso que debió de verse toda la escena y no puedo evitar reírme con él. Desde hace mucho tiempo no me reía con ganas de verdad, tanto que casi puedo escuchar a mi garganta quejándose por el esfuerzo.

Sangwoo para de reír y me observa asombrado.

-¿Qué pasa?- trato de recobrar mi seriedad, sin éxito.

-Oh, solo que no creí que pudieras reírte así- toma un trocito de piña de su ensalada de frutas, comprada minutos antes.

-Ya veo- agacho la cabeza y sigo su ejemplo tomando una cucharada de mi pastel.

El tiempo trascurre con Sangwoo haciéndome preguntas triviales y contándome historias que la han pasado. Yo lo escucho con atención, grabándolo en mi memoria. La hora de mi siguiente clase se aproxima y con ella el final de nuestra pequeña charla. Me levanto para dirigirme al salón correspondiente.

-Fue muy divertido, Sangwoo. Nos vemos luego- digo casi como una pregunta.

-Claro. ¿Por qué no me das tu número? Así estaremos en contacto más fácilmente.

Le doy mi número excesivamente feliz. Él lo anota.

Esta vez sí nos despedimos. Sangwoo se queda en la mesa, pues aún le queda un tiempo antes de entrar a su siguiente clase.

De camino al salón me percato que no le pedí su número de vuelta. Ahora nunca volveremos a hablar, probablemente él solo pidió mi número por cortesía. Ni siquiera va a recordar mi nombre. Volveré a ser solo el chico que sienta atrás.

El sonido de un mensaje corta el hilo de mis pensamientos. Un número desconocido dice:

"Hey, Bum. 🌝

Soy Sangwoo. 😎"

***

Buenos días, estrellitas. La tierra les dice hoooola.

Si les gusta la historia voten, por lo menos, no sean malitos. :c



Matando Viviendo |Killing Stalking|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora