Capítulo II

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~Adela POV~

Cerca de las 5:45 PM, me puse mi ropa de entrenamiento para ir al gym, aún no entiendo qué diablos me pasaba por la cabeza cuando acepte ir al gimnasio con...esos. No me siento de humor para nada, no quiero estar en casa pero no quiero salir, no quiero estar encerrada en mi habitación pero tampoco tengo ganas de aguantar a mi familia. Sencillamente No. Quiero. Nada.

—¡Tom! —grite desde mi habitación. A los minutos el flacucho de ojos grandes se apareció en el umbral, con su consola de juegos en las manos.

—Escucha, cuando sean las 7:30 necesito que me llames ¿Okay? —le dije y él frunció el ceño, —¿Por qué? —rodé los ojos, —tu solo hazlo.

Al rato llegaron Drake y uno de sus amigos, hato mi cabello en una cola alta y tome mi mochila con mis cosas. Solo espero que el tiempo pase rápido y que no me sea tan tedioso tener que aguantar a ese par.

Cuando salimos escuche a mi mamá gritarme —Adela espera olvidaste tu agua —él amigo de Drake reprimió una risa y Drake le dio un codazo.

Entre por el agua y después de escuchar los consejos de mi mamá, me pude ir. Su sobre protección es frustrante si por ella fuera yo vistiera un traje espacial o de buzo para que no me pase nada.

—¿Y desde cuando prácticas? —preguntó Drake intentando hacer una conversación —desde hace un buen tiempo —le respondí cortante. Trato de caminar más rápido que él pero sus piernas son muy largas.

—¿Y eres buena? —me preguntó —se supone que eso lo comprobarás en el ring —me sonrió con picardía ante mi respuesta.

En este sector todos se quedaban mirándome, algunos hasta dejaban de hacer lo que estaban haciendo para mirarme y susurrar cosas con los demás, saludaban a Drake y este caminaba con aires de suficiencia parece que tenían mucho tiempo sin ver una cara nueva.

El gimnasio no esta tan lejos, es azul con muchos espejos, muy moderno y organizado, —hola, bienvenida al body gym, ¿te gustaría practicar o simplemente ejercitarte? —un tipo con muy buena forma me dio la bienvenida tenia barba y una cola larga azabache; al parecer era el instructor.

—Hey Luke, ella recién se mudo por aquí y práctica kick boxing, viene conmigo —respondió Drake por mí.

Luke no le puso atención a lo que le dijo Drake, no me quitaba los ojos de encima, ni yo los míos de él.

—Me encantaría verte practicar. Síganme —y seguimos a Luke. No entiendo que tanto me ven los hombres soy lo suficientemente delgada para esconderme detrás de un poste de luz, mi cabello es sumamente rebelde y por mas que luche es impeinable y siempre visto de luto.

—A la derecha esta el vestidor de mujeres y yo estaré por aquí... -se acercó mas a mí —para lo que necesites solo llámame -lo dijo casi como un susurró inclinado hacia a mí.

Me sentí incomoda por sus insinuaciones, me aleje de el y camine al vestidor —gracias —le dije ya lejos.

Me puse mis guantes y guarde mi mochila en un locker. Drake ya me estaba esperando en el ring, mire a Luke quien estaba orientando a un hombre. Luke me sonrió agache mi cabeza y subí al ring. Drake parecía un poco molesto, cosa que no entiendo.

—Al parecer te gusta Luke —sin yo estar en posición me lanzó el primer golpe apenas alcance a cubrirme.

—¿De que estas hablando? —me lanzó otro golpe y ágilmente lo esquive y le doy un derechazo, sacudió su cabeza y se puso en posición.

—Lo digo por sus miradítas y sonrisítas —Drake hizo una mueca de fastidio, yo en cambio me irrite y le lance otro golpe pero se cubrió.

—Y. Que. Te. Importa. A. Quien. Miro. O. No —cada palabra que pronunciaba mi boca era un golpe hacia Drake pero seguía cubriéndose.

—Yo solo... -suspiró, —tu nada, no te metas en mis asuntos, no tienes ningún derecho, tu no me conoces así que mejor te ubicas —en un arrebato Drake me tomó por los brazos acercándome a él, sus ojos me miraban con lujuria.

—Eres tan... —se acercó más a mí, como si fuera a besarme, me sentí atraída hacia él, su mirada me tenía hipnotizada y su agarre era tan fuerte que no tenía escape.

—Esto no tiene sentido —dijo negando con la cabeza, me solto y se alejo de aquí.

Se sentía embarazoso, haber hecho todo este drama —¿Por que no nos vamos de aquí? —le dije irritada, —¿y a donde quieres ir? —me preguntó con su segunda intención, yo lo mire con picardía.

—¿A donde me quieres llevar? —le seguí el juego, Drake me contagió de su lujuria.

{°°°}

Sus manos recorrían todo mi cuerpo, su piel tenía ese mismo aroma que mi cuerpo, el jabón del gimnasio. Solo alejaba sus labios de los míos para tomar aire me besaba tan apasionadamente que ya no sentía que mis labios me pertenecían.

La cama se hundió con mi silueta, él se encontraba encima de mí, comenzó a quitarme la camisilla sentía un cosquilleo sus dedos rozando mi abdomen inevitablemente mi piel se erizaba y mi pecho se aceleró.

Sus dedos se enredaban en mi cabello, alejo sus labios de los míos me miró fijamente un pequeño destello sobresaltaba en sus ojos verdes me dio una traviesa mirada.

Bajo sus manos a mis jeans comenzó a desabotonarlo y....

En ese preciso instante todo el deseo que había en mí salió huyendo, lo único que deseaba era una cosa "irme a casa".

Mi teléfono sonó y salte de la cama empujándolo con fuerza lejos de mí.

—¿Hola? —conteste con la forzada me sentía agitada —ya son las 7:30 pero ¿para que querías que te llamara? —por fin, pensé que el tiempo no pasaría, lo miro y el tiene su vista en mi pecho y me sonríe, giro dándole la espalda.

—¡¿Que?! —grite fingiendo estar sorprendida enseguida cambio mi cara a angustiada —ya voy para allá.

—Estas demen.... —cerré el teléfono ignorando lo que Tom decía del otro lado y corrí a buscar mis cosas.

—¿Paso algo? —él me preguntó con el ceño fruncido. No acababas de ver el show que te monte ¿en serio te queda alguna duda?

—Me tengo que ir —me limite a responder, me puse mi camisilla y camine hacia la puerta. —Pero... —él intento objetar pero salí casi corriendo cuando escuche que habló.

Así soy yo, no soy dulce y noble, ni mucho menos me enamoro es satisfactorio para mi ver su cara cuando los dejo allí medio vestidos y confundidos.

Acomode mi cabello y saque un cigarrillo lo encendí, las brisas de otoño comenzaban a sentirse. Hoy comenzaba septiembre.

Mi teléfono volvió a sonar veo que es Tom —¿Adela, estas loca? —puse mis ojos en blanco, —no Tom y gracias por el favor —.

—Esto te va a costar.

—¿Qué es lo que quieres? —lo escuche balbucear dudando por que decidirse.

—Déjame conducir tu moto o le diré a mamá que recaíste en tu rara enfermedad —tenía ganas de sacar a ese demonio por mi teléfono a ponerlo frente al primer camión que pase.

—Mira lagarto estrangulado abres la boca y te lanzaré por una ventana en cuanto llegue a la casa, atrévete —.

Siguió rogando e insistiendo y yo seguro me veía como una idiota hablando por teléfono y negando con la cabeza.

Deje de ponerle atención a Tom y me detuve a centrar vista en un chico que venia caminando del otro lado de la calle, me estaba mirando su cabello estaba despeinado hacia arriba.

No era tan alto. Vamos lo dice una persona que tiene que buscar una silla para alcanzar la estantería de su casa. Me sonrió, caminaba con sus manos dentro de su abrigo. Yo solo me quede parada viéndolo sonreírme.

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Espero que les haya gustado el capítulo. Drake en multimedia.
Bitter_Sweet26

Zorras Malditas I & IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora