Capítulo XXVII

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~Adela POV~

Llegue al hospital como loca, desesperada, mojada y con mi ropa ensangrentada preguntando a todo mundo por Austin Gilbert.

Vi a Karen sentada en la sala de espera llorando, corrí hacia ella. Me asuste muchísimo al verla así.

—Karen, ¿como esta Austin? —no dijo nada solo me abrazo, consolar a la madre de Austin después de que lo golpearon por mi culpa era lo menos que podía hacer.

—El doctor dijo que tenia dos costillas rotas y un brazo fracturado pero se veía tan mal —me dijo entre sollozos.

—¿Puedo verlo? —le pregunté, ella asintió —esta en esa habitación —me dijo señalando una puerta. Asentí le di unas ultimas miradas y ella me miro con tristeza.

Camine hasta la habitación, entre y lo vi durmiendo o imaginé que dormía para no sentirme peor.

Me senté a su lado y tome su mano. Lo observe en silencio, sus golpes ya se estaban convirtiendo en moretones su cara estaba horriblemente hinchada, una lagrima negra rodó sobre mi mejilla, la seque al segundo pero otras más siguieron rodando, lo he tratado tan mal siempre, me dice que me ama y termina en un hospital.

Yo soy un daño para él, amarme es un error. Yo no soy una persona de la cual enamorarse estoy enferma y llena de problemas. No soportaría que le vuelvan a hacer daño por mi culpa. No sé cómo ni porqué pero me duele, siento cada golpe suyo en mi pecho, mi corazon destrozado y considerándome la mujer mas miserable de esta tierra.

—Yo también te amo —las palabras salieron de mi boca sin permiso. Pero ya para que negarlo, él no me escuchó.

Me levanté del asiento y camine a la puerta. Las lagrimas no paraban por mas que intentaba resistirme a llorar, cuando abrí la puerta lo mire una vez mas.

—No te vayas —aclare los ojos cuando lo escuche y volví a sentarme —perdóname, todo esto es mi culpa —le dije tratando de sonar fuerte y no explotar en sollozos y lagrimas. Él negó con la cabeza y con esfuerzo me dio una sonrisa.

—Tu no eres la culpable de que Drake sea un maldito cobarde.

—Pero si soy culpable de que él se empecine contigo. Mejor olvídate de que yo existo —le dije y se apretó mi pecho, provocando que respire con dificultad. Sentía que las lagrimas me estaban ahogando. Austin volteo la cara con enojo.

—Yo no haré eso —me espeto molesto. Y el aprieto en mi pecho se hizo mas fuerte causando que mi respiración se detuviera —Austin, Drake es un peligro y es mi problema. Yo no quiero arrastrarte a eso —.

Él me miro y volvió a voltear la cara. El oxigeno volvió a mi pero aún respiraba con irregularidad.

—No me importa —me dijo y yo me irrite. Acaso era tan terco. No se da cuenta cuanto me duele que este así por mi culpa. Cuanto me duele decirle que se aleje de mi.

—¡Mira como te dejaron ¿por que diablos no entiendes?! —le dije casi gritando. Me sentía desesperada, impotente y que el aire me faltaba.

—¡Porque no se como diablos pero me enamore de ti ¿como se me va a olvidar que existes?! —él me dijo con el mismo tono que yo use y respire profundo. No me había dado cuenta que había parado de llorar pero las lagrimas estaban de vuelta a mis ojos.

—Olvídate de mi le dije negando en desaprobación y usando un tono mas calmado. Amarme le hará daño estoy segura.

—Me dijiste que me amas —me quede petrificada mirandolo fijamente, el corazon pauso sus latidos. El me escuchó.

—¿Tu...?

—Estoy sedado no en coma —nos quedamos en silencio. Yo agache mi cabeza y limpie mis lagrimas, fue suficiente.

—No quiero que te pase nada, es lo mejor y espero que lo entiendas —le dije rompiendo el silencio. No le negué lo que había dicho, pero el no dijo nada, ni siquiera me miró,sabia que no lo iba a aceptar tan fácil.

—Adiós, Austin —me despedí y salí de allí lo mas rápido que pude antes de que me arrepienta de mi decisión.

Llegué a mi casa, pero decidí no entrar, no estaba de humor para su interrogatorio. Así que fui donde la única persona que me escucharía a esta hora. Matt.

El y yo nos habíamos hecho amigos, no se porqué pero con él puedo hablar sobre cualquier cosa.

Toque su puerta y abrió pronto —me imagine que eras tu —me dijo en cuanto me vio y camino a la cocina dejandome la puerta abierta.

—¿Estabas despierto? —le pregunte con el ceño fruncido —sip. No he podido pegar un ojo —dijo caminando hacia mi con leche y galletas Oreo.

—¿Crees que de verdad funcione para dormir? —me pregunto y me encojo de hombros. Nos sentamos en el sofá a comer las galletas y mojándolas en la leche.

—Ahora sí, ¿me puedes decir a quien asesinaste? —me pregunto mirando mi abrigo, bueno el abrigo de Austin que yo aún traía puesto —no mate a nadie, la sangre es de Austin —Matt se acomodó y le conte toda la historia.

—Drake esta cada vez peor, la verdad es que no se lo que le hiciste —lo fulmino con la mirada, se levanto y volvió a la cocina con los vasos y el plato. Yo me acomode boca abajo en el sofá y pronto me quede dormida.

Entre sueños escuche la voz de Kate, al parecer ya había amanecido —¿me puedes decir quién es esa chica? —preguntó, yo estaba acostada boca abajo de seguro solo parecia una maraña de cabello.

—Cálmate, esa es Adelanto. La pobre paso una noche terrible —le respondió Matt. Kate empezó a despertarme, cuando me gire, me dolieron los ojos con la luz del sol.

—Adela querida, ¿que te paso? —me tire el cabello hacia atrás y frote mis ojos. Me senté en el sofá estirando mi cuerpo.

Le conte toda la historia, Thaly y Gina vinieron también pasamos todo el día en casa de Matt y ninguno fue a la escuela.

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Espero que les haya gustado el capítulo. Les dejo una canción en multimedia.
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Bitter_Sweet26

Zorras Malditas I & IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora