Capítulo XXXII

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~Kate POV~

Cuando llegamos al lugar donde Adela nos llevó y dijo que lo habían "apuñalado" a Matt, no le creí ni una sola palabra o más bien no quería aceptar la posibilidad de que algo así había sucedido. Austin dijo que había sangre en el suelo y efectivamente todos lo vimos pero aún con la evidencia seguía sin hacerme la idea de que Matt estuviera herido o incluso muerto, mi mente se rehusaba a hacerlo.

—Pero ¿qué fue lo que pasó Adela? —le pregunté esperando que  su respuesta me diera alguna pista de que Matt estuviera vivo, —yo vine a fumar porque necesitaba con urgencia un cigarrillo...—

—¡Al punto, Adela! —le grite y ella levanto las manos en señal de rendición —¡okay, okay! Escuche que estaban discutiendo, me acerque y vi a Drake con su grupo, tenían rodeado a Matt....—la interrumpo nuevamente —¿qué le decía? —.

—Tranquila Kate, si quieres encontrar respuestas déjame terminar —me dice un poco irritada, yo me abrazo a mi misma y asiento —disculpa...—mi voz sonó ahogada, sentía un nudo en la garganta y los ojos me comenzaban a escocer.

—Drake le decía que tenía que irse con él, que una vez que se entra a ese negocio nadie sale, y Matt le decía que no, no iba a dejar la escuela, ni su casa ni... A ti —las lágrimas no tardaron en escapar de mis ojos, en ese instante la sensación de perdición invadía mi cuerpo.

—Entonces cuando Matt iba a volver a la fiesta, Drake lo llamó y le clavo un cuchillo en la parte baja de su abdomen —finalizo Adela, agachó la cabeza y yo corrí a abrazarla, ambas llorábamos desconsoladamente.

—Todo va estar bien —me dijo limpiando sus lágrimas, sabía que no era era así. Nada iba a estar bien, porque no sé si Matt esta vivo o muerto. No tenía ni la más mínima idea de si volvería a verlo, y eso me dolía.

No entiendo porque esto me tiene que estar pasando a mí. Un día estaba feliz junto a Matt y ahora no sé dónde está ni como está y con esta tristeza infinita consumiendo mi pecho. Zorras como nosotras no tenemos derecho a la felicidad, porque eso es lo que somos zorras malditas.

{°°°}

Desperté pero no quería levantarme, los párpados me pesaban no había dormido ni dos horas, llegué tarde a mi casa. Nos pasamos las primeras horas del año nuevo buscando a Matt.

Con pesar me levanté de la cama y escuché mi teléfono sonar y vi que era Adela —¿Hola? —contesto con la voz ronca, —tienes que venir a casa pronto —fruncí el ceño conciente de que no puede verme —¿qué pasa? —le pregunté pero ya había colgado la llamada.

Talvez solo era una sorpresa de Matt, me doy un baño y me cambio muy rápido. Matt tendrá que escucharme porque si ésto fue una de sus bromas, no tiene nada de gracia.

Conduje hasta la casa de Adela, cuando llegue ella estaba fuera de la casa de Matt vestida de negro, cosa común en ella. Caminé hacia ella y justo salió la mamá de Matt también vestida de negro, de Adela no me extraña ya que ese su estilo pero en cuanto vi a la señora Faulkner. Sentí que mi corazón se estrello de golpe en mi caja torácica.

Por primera vez pude reconocer la expresión en el rostro de Adela lucía ¿triste? —Kate —me dijo en un tono de voz tan suave con miedo de que sus palabras me quiebren. En ese instante supe lo que ya había imaginado pero no aceptaba. La Señora Faulkner me abrazó llorando —mi pobre hijo —dijo entre sollozos.

No dije nada, no lloré, no me alteré, no me volví loca, sólo me quedé en shocks ni siquiera le pude corresponder el abrazo a la madre de Matt, a Adela se le salieron las lágrimas.

Zorras Malditas I & IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora