-¿cambiaste tu opinión sobre mi?- me miró confundido, pero aún con la sonrisa en la boca.
-tal vez- me encogí de hombros y concentré mi mirada en la nada.
Realmente la opinión que ya tienes sobre alguien no cambia de la noche a la mañana o quizás si, pero no en mi caso.
Ambos nos quedamos en silencio y el sonido de mi estomago nos interrumpió, eso fue realmente lo más vergonzoso que me pudo pasar en la vida.
-¿pero que rayos fue eso?- preguntó sorprendido.
-creo que fue mi estomago- contesté cubriendo mi rostro con la palma de mis manos por la vergüenza. -tengo un poco de hambre-
James comenzó a reír, bastante fuerte por cierto.
-¿qué te parece si quedamos en comer juntos?- me miró. -digo, también con los demás-
Él parecía algo entusiasmado, no podía decirle que no pero no sería correcto ya que lo que sucedió hace un rato no fue del todo bueno.
-no lo sé, sabía que en algún momento ocurriría- lo miré lamentándome -¿pero hoy?, para ser sincera no creo que les agrade- sonreí con algo de timidez.
-le vas a agradar a todos, ¿y como sabes? te puedes llevar bien con Brad- se encogió de hombros sin interés alguno, el castaño no parecía entender mi odio por Bradley, es más, nadie lo comprende, solo yo.
-ya quisieras James- me bajé de la hamaca y rodee los ojos aún sin creerme sus palabras. -muy bien, vamos a comer con tus amigos aunque no creo que ahora les agrade-
-si les vas a agradar- noté como guiñaba su ojo, bastante seguro de sus palabras.
Debo admitir que sentía algo de nervios y vergüenza, eso es obvio, la tipa que los odia ahora va de la nada a visitarlos y precisamente para comer junto a ellos ¿raro no?.
Entrelacé mi brazo con el de James, y en un abrir y cerrar de ojos ya habíamos llegado, respiré profundamente antes de poner un pié dentro y entramos.-¡que hay James!-
Dijo aquel chico de la cabellera rubia, que a mi parecer su nombre era "Tristan", no me extrañaría pensar que era algo así como diferente, por su particular forma de vestir..¿pero y que si lo fuera?, no soy quien para juzgar aquello.
Al notar mi presciencia se acercó a mi, no creo que recuerde lo de hace un rato, porque si lo hiciera.. esta no sería la misma historia.
-¡Wow, hola!- se acerco a mi y besó dulcemente mi mejilla.
-hola, soy Blake- le dije luego de corresponder a su saludo, aún me encontraba bastante nerviosa.
-Tristan, un gusto poder presentarnos ahora de buena forma- sonrió amablemente.
Me avergoncé mucho más al escuchar esas palabras, tapé mi boca para sonreír y asentí.
-y yo Connor-
Interrumpió una voz proveniente de la cocina, el que al parecer se hacía llamar Connor" se acercó a nosotros y con una sonrisa en el rostro vino directamente a saludarme.
-soy Blake, bueno, ya sabes- me eché a reír. -supongo que lo escuchaste desde adentro- dije y el asintió ruborizado.
-como ven, esta pequeña resultó ser más simpática y graciosa de lo que creía- afirmó James, odiaba los halagos, tengo que admitirlo.
Pero viniendo de el, se sentía diferente y algo raro.
-ya basta chico raro, no me alagues tanto-